Isabel Pantoja tiene la última oportunidad de recuperar a su hijo

MADRID, SPAIN - JULY 11: Kiko Rivera, Anabel Pantoja, Isabel Pantoja and Isa Pantoja attend 'Supervivientes' Tv show gala on July 11, 2019 in Madrid, Spain. (Photo by Europa Press Entertainment/Europa Press via Getty Images)
Kiko Rivera va hacia Cantora y si Isabel no le abre la puerta, se acabó la relación (Photo by Europa Press Entertainment/Europa Press via Getty Images)

Doña Ana ha fallecido tras largo tiempo luchando contra la enfermedad y la insuficiencia respiratoria. Ahora que la noticia ha trascendido y Kiko Rivera tiene conocimiento de la muerte de su querida abuela, demuestra una vez más que es más maduro que su madre.

Según Kiko Rivera, Isabel Pantoja no ha alertado a sus hijos (ni a él ni a Isa) ni a su sobrina Anabel Pantoja del crítico estado de Ana que ha fallecido el 29 de septiembre a los 90 años. Mientras por un lado la triste noticia llegaba a la prensa, por otro veíamos a Anabel y Kiko dándolo todo en la isla de La Graciosa con motivo de la preboda de Anabel y Omar… algo no cuadraba.

Un audio de Kiko Rivera a Kiko Hernández y un post de Instagram lo han esclarecido todo. El DJ no sabía que su abuela había muerto y no se le ha informado ni de dónde va a ser siquiera su incineración, aún así y ante la cruel actitud de su madre al callarse algo tan vital en la vida de Kiko, él ha decidido ir a Cantora.

Desde Canarias viajará a la finca donde se encuentran su madre y su tío Agustín velando el cuerpo de doña Ana y, como él mismo ha dicho en el audio “Yo aquí no me puedo quedar, a mí se me ha muerto una abuela pero a mi madre se le ha muerto su madre así que voy a Cantora para abrazarla, veremos si me abren o no”.

Esta podría ser la última oportunidad que Isabel Pantoja tiene de recuperar a su pequeño del alma y es que el gesto de Kiko, a pesar de no haber sido informado del grave estado de su abuela y de todo el escándalo y las mentiras de la herencia de Paquirri, está dispuesto a dejarlo todo a un lado y estrechar a Isabel entre sus brazos tras el adiós de Ana.

Las informaciones que llegan en pleno directo desde Cantora no son favorecedoras y es que, según Kiko Hernández y el resto de colaboradores, está teniendo lugar una fuerte discusión entre Isabel y su hermano Agustín, ya que ella -al enterarse a través del programa de que Kiko está en camino- quiere abrirle la puerta y darle ese ansiado abrazo mientras que el ‘tito’ Agustín se estaría negando en redondo a dejar entrar a su sobrino a la finca.

Si es cierto lo que han dicho Rivera e Isa todo este tiempo y es Agustín quien le ‘come la cabeza’ a Isabel Pantoja para alejarla de todo el mundo, esta es la oportunidad de oro para que ella dé un golpe en la mesa y diga “hasta aquí, mi hijo entra a despedir el cuerpo de su abuela”.

En caso de que Kiko Rivera viaje de urgencia desde Canarias y llegue a Cantora para encontrarse (como Isa en su día) con la puerta cerrada para él, la relación entre el DJ y su madre estaría dinamitada para siempre y con toda la razón del mundo.

Ya es fuerte el tema de la herencia de su padre, Paquirri, y el descubrimiento de sus enseres y trajes en Cantora pero privar a un hijo de despedir en vida a su abuela y, encima, de velar su cadáver, sería un acto de absoluta crueldad por parte de la tonadillera.

A fin de cuentas Isabel no es una niña, es una mujer hecha y derecha con fuerte carácter así que el cuento de que está influenciada por su hermano me lo puedo creer hasta cierto punto pero todo tiene un límite y Kiko tiene todo el derecho a estar en Cantora, primero porque es su casa a nivel legal (al menos, una parte) y segundo porque Ana era su abuela, la que le ha cuidado cuando Isabel estaba de luto por Paco y la que siempre consideró su segunda madre.

Si las puertas de Cantora no se abren en esta situación límite para Rivera, está claro que no se abrirán en ninguna ocasión más e Isabel perderá para siempre a una hijo que ha vuelto a demostrar que, a pesar de su pronto mediático, tiene más madurez y menos ego que ella a la hora de tenderle la mano en instantes clave como este.