La UE reacciona airadamente a los viajes del líder húngaro a Rusia y China

El presidente de Rusia, Vladimir Putin (drcha.), y el primer ministro de Hungría, Viktor Orban, ofrecen una rueda de prensa conjunta el 5 de julio de 2024 en Moscú (Alexander Nemenov)
El presidente de Rusia, Vladimir Putin (drcha.), y el primer ministro de Hungría, Viktor Orban, ofrecen una rueda de prensa conjunta el 5 de julio de 2024 en Moscú (Alexander Nemenov)

La reciente gira del primer ministro de Hungría, Viktor Orban, por Rusia y China causó una profunda irritación en los países y las instituciones de la UE, que coincidieron en señalar que no tenía mandato para hablar en nombre del bloque.

La irritación se vio agravada por el hecho de que el 1 de julio Hungría asumió la presidencia semestral de la UE, y el sentimiento generalizado de que su gira no fue debidamente presentada como una iniciativa estrictamente bilateral.

Los ministros de Relaciones Exteriores de la UE tienen en agenda una reunión esta semana en Bruselas, y varios diplomáticos han adelantado que varios países pretenden cuestionar a los húngaros por la gira.

"Orban está troleando, haciendo su juego... Queremos mostrarle tarjeta amarilla y decirle que sabemos de qué va", dijo un diplomático que solicitó anonimato.

Otro diplomático europeo dijo que "las tensiones son muy altas", y recordó que en sus reuniones Orban utilizó el logotipo de su país como presidente del Consejo de la UE, detalle que le dio un carácter equívoco a los encuentros en China y Rusia.

A pesar de la intensa irritación, las fuentes minimizaron rumores sobre un posible recorte de la presidencia húngara al frente de la UE, para que el 1 de septiembre inicie su gestión el próximo de la lista, Polonia.

Una fuente diplomática dijo que esa posibilidad era apenas una "especulación. Ningún país lo ha mencionado".

El ministro español de Exteriores, José Manuel Albares, dijo que Orban "tiene todo el derecho del mundo a hacer los viajes bilaterales que él considere, pero desde luego no hablar en nombre de Europa. No fue a Moscú en nombre de Europa".

- Orban siembra "confusión" -

Para empeorar la situación, Orban se ha referido a sus propios viajes en la red X como una "misión de paz", y por ello las instituciones europeas insistieron en que nadie le ha dado mandato para negociar nada en nombre del bloque.

Un vocero de la Comisión Europea -el brazo ejecutivo de la UE- dijo el martes que Orban no podía hablar en nombre de la UE, y aún menos mediar entre Rusia y Ucrania, porque tal mandato debería ser concedido por las partes enfrentadas.

"Cuando alguien va a mediar, es porque las dos partes le han pedido la mediación. No tengo informaciones de que las dos partes lo hayan hecho, pero ciertamente los ucranianos no se lo han pedido", expresó.

En la noche del martes trascendió que Orban envió al presidente saliente del Consejo Europeo, Charles Michel, una carta con detalles de los comentarios formulados por Vladimir Putin durante su reunión en Moscú, referidos a la guerra en Ucrania.

Orban aseguró a Michel que en sus conversaciones con Putin no presentó "ninguna propuesta ni articulé ninguna opinión a nombre del Consejo Europeo o la Unión Europea".

"La propuesta de paz chino-brasileña está siendo considerada por el lado ruso, y están listos para intercambiar puntos de vista", señaló Orban, que no ofreció ningún detalle de ese plan.

La primera ministra de Estonia, Kaja Kallas, designada como la próxima jefa de la diplomacia del bloque, fue enfática en afirmar que Orban "no representa a la UE de ninguna manera. Él explota la presidencia de la UE para sembrar la confusión".

Los viajes de Orban a Rusia y China en el inicio de la presidencia semestral rotativa de la UE tomó a muchas capitales por sorpresa.

Tradicionalmente, cuando un país asume la presidencia del Consejo de la UE, recibe la visita de todos los comisarios europeos (un viaje conocido como la visita del Colegio de Comisarios) y periodistas acreditados en Bruselas.

Hungría recibió la semana pasada a un grupo de periodistas pero ningún comisario visitó Budapest, ya que Orban casi de inmediato inició su controvertida gira.

La tradición también dicta que el Parlamento Europeo invite al mandatario del país que ejerce la presidencia a presentar las prioridades de su gestión, pero en el caso de Orban ese discurso fue postergado a un día aún no definido en septiembre.

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