La UE multa a los fabricantes de automóviles con 458 millones de euros por pactar sus gestiones medioambientales
La Comisión Europea ha impuesto multas millonarias a 15 fabricantes de automóviles y a su principal grupo de presión en Bruselas. "Estas empresas se coordinaron durante más de 15 años para evitar pagar por las políticas de reciclado, acordando no publicitar cómo pueden reciclarse o qué materiales reciclados contienen sus vehículos", ha declarado la vicepresidenta y comisaria de Competencia en la Comisión Europea, Teresa Ribera.
"No toleraremos cárteles de ningún tipo, y eso incluye los que suprimen la concienciación de los clientes y la demanda de productos más respetuosos con el medio ambiente", ha añadido la exministra española de Transición Ecológica, cuya cartera en la UE incluye temas de sostenibilidad además de sus responsabilidades antimonopolísticas.
La multa más elevada, de casi 128 millones de euros, se ha impuesto a la alemana Volkswagen, protagonista del escándalo Dieselgate que estalló en 2015. Renault/Nissan ocupa el segundo lugar, con 81 millones de euros. Stellantis habría ocupado el primer puesto, pero su multa se redujo a la mitad, a 75 millones de euros, después de que la empresa cooperara con la Comisión en su investigación. Mitsubishi (4 millones de euros) y Ford (41 millones de euros) también han visto reducidas sus multas en virtud del mismo procedimiento de clemencia.
Mercedes-Benz ha logrado evitar por completo lo que habría sido una multa de 35 millones de euros al denunciar a sus competidores. BMW, GM, Geely, Honda, Hyundai/Kia, Jaguar, Land Rover/Tata, Mazda, Opel, Suzuki, Toyota, Volvo y Geely también han recibido multas de entre uno y 25 millones de euros. La Asociación Europea de Fabricantes de Automóviles (ACEA) también ha sido sancionada con una multa de 500.000 euros por actuar como facilitadora del cártel, al haber organizado numerosas reuniones y contactos entre los fabricantes de automóviles implicados.
La noticia de los cárteles llega el mismo día en que la Comisión propone suavizar el plazo de cumplimiento de los nuevos límites de emisiones de CO₂ que entraron en vigor este año. ACEA y sus miembros han hecho una campaña de presión intensa, argumentando que se enfrentaban a multas colectivas superiores a 13.000 millones de euros que suponían una amenaza existencial para la industria europea. Pero sus críticos afirman que los fabricantes de coches se han buscado esta situación, contando que reducirían sus emisiones augurando que aumentarían las ventas de vehículos eléctricos. Los consumidores, sin embargo, prefieren vehículos híbridos en la actualidad, un término medio más barato, pero también más contaminante.
De acuerdo con la nueva propuesta de la Comisión, su cumplimiento se basa en la media de emisiones durante los tres próximos años. La Comisión cree que es un margen de maniobra suficiente para que aumente la producción de vehículos más sostenibles.
"Nuestra industria automovilística, altamente innovadora, se está descarbonizando para contribuir a la lucha contra el cambio climático, pero también para mantener su ventaja competitiva en los mercados mundiales", ha declarado la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen. "Con la iniciativa de hoy, concedemos más flexibilidad a este sector clave y, al mismo tiempo, mantenemos el rumbo de nuestros objetivos climáticos", ha concluido.