Algunos ucranianos se preparan para la posibilidad de un ataque nuclear ruso

Una familia huye de la escena de un bombardeo ruso en Kiev, Ucrania, el lunes 10 de octubre de 2022. (Finbarr O'Reilly/The New York Times)
Una familia huye de la escena de un bombardeo ruso en Kiev, Ucrania, el lunes 10 de octubre de 2022. (Finbarr O'Reilly/The New York Times)

KIEV, Ucrania — Bajando 2,5 metros por una escalera hacia un pequeño cobertizo en la parte trasera de la casa de Oleksandr Kadet, hay una habitación subterránea con una escotilla de cemento que espera no tener que usar nunca.

Durante las últimas dos semanas, Kadet, de 32 años, dijo que él y su esposa, que viven en las afueras de la capital ucraniana, Kiev, se han estado preparando para la posibilidad de un ataque nuclear llenando la habitación —un viejo pozo que convirtieron en un búnker— de agua embotellada, alimentos enlatados, radios y bancos de energía.

“Ahora estamos más ansiosos, sobre todo después de los ataques de ayer”, comentó Kadet el martes, un día después de una serie de ataques de misiles rusos en toda Ucrania. “Pero creemos que, en caso de una explosión nuclear, podremos sobrevivir si nos quedamos un tiempo en el refugio”.

El miedo de una escalada aumentó el sábado tras un ataque al puente del estrecho de Kerch, de 20 kilómetros, que conecta a Rusia con la península de Crimea, la cual Moscú se anexó en 2014. Al principio, los ucranianos celebraron, pero al poco tiempo surgió la preocupación de que un asalto tan descarado a un símbolo del gobierno del presidente Vladimir Putin pudiera provocar una represalia severa.

Sin embargo, incluso antes de estos sucesos recientes, el nerviosismo sobre la posibilidad de un desastre nuclear ha estado invadiendo poco a poco la psique ucraniana. El temor es que Rusia llegue a usar armas nucleares tácticas o lance un ataque con armas convencionales contra una de las plantas nucleares de Ucrania.

Los funcionarios estadounidenses han dicho que creen que las posibilidades de que Rusia utilice armas nucleares son bajas y altos funcionarios estadounidenses sostienen que no han visto indicios de que Putin esté movilizando ninguno de sus activos nucleares.

El domingo, Putin calificó el asalto al puente como un “ataque terrorista dirigido a destruir la infraestructura civil de la Federación Rusa que es de importancia crítica”.

La comerciante Nadiia Stelmakh revisa una lista de suministros de emergencia que se usan en caso de un ataque nuclear en su tienda de Kiev, Ucrania, el domingo 9 de octubre de 2022. (Finbarr O'Reilly/The New York Times)
La comerciante Nadiia Stelmakh revisa una lista de suministros de emergencia que se usan en caso de un ataque nuclear en su tienda de Kiev, Ucrania, el domingo 9 de octubre de 2022. (Finbarr O'Reilly/The New York Times)

Pero su portavoz, Dmitry Peskov, pareció apaciguar los temores de una represalia nuclear, diciendo que el ataque al puente no entraba en la categoría de la doctrina rusa de defensa que permitía una respuesta de ese tipo.

El mes pasado, Putin provocó alarma de que pudiera recurrir a las armas nucleares al advertir que utilizaría “todos los medios a nuestro alcance para proteger a Rusia y a nuestro pueblo” si el territorio que controla Rusia se viera amenazado.

“No estoy alardeando”, dijo.

Unos días después, Rusia se anexó de manera ilegal cuatro territorios ucranianos.

Kadet, quien mencionó que había comenzado a prepararse hace dos semanas, dijo que tener un plan de acción lo hacía sentirse más tranquilo.

“En términos psicológicos es más fácil porque sabemos que al menos estás un poco preparado para ello”, dijo. “No es una garantía de que te salvarás, pero al menos estás listo”.

Los residentes de Kiev dijeron que se sentían intranquilos desde antes de los recientes ataques con misiles que se lanzaron allí el lunes.

Inmediatamente después del ataque al puente, muchos ucranianos compartieron su alegría en las redes sociales. Triunfantes, brindaron en los bares de la capital durante el fin de semana y posaron para tomarse selfis delante de carteles del puente en llamas.

Pero la preocupación pronto los asedió.

“Tengo un temor real de cómo los rusos responderán a esto”, comentó Krystina Gevorkova, de 30 años, quien estaba de compras con su amiga en Kiev el domingo. “Antes se sentía más seguro aquí”, añadió. “Ahora tengo esta sensación de que algo va a pasar”.

Durante meses, Kiev se ha salvado de lo peor del embate ruso en tanto que Moscú centraba su atención en el sureste de Ucrania. Pero, el lunes, un misil ruso impactó a pocas manzanas de donde Gevorkova fue entrevistada.

Gevorkova dijo que había estado leyendo sobre cómo mantenerse a salvo durante una guerra nuclear, pero que dudaba de que sirviera de algo.

“En realidad no podemos hacer nada”, observó.

En los últimos meses parecía que la guerra estaba lejos de Kiev, pues el ritmo de la vida diaria regresaba a algo parecido a la normalidad después de que las fuerzas rusas fueron expulsadas de zonas del norte de Ucrania. No obstante, la ciudad se ha estado preparando poco a poco para un posible ataque nuclear.

El Ayuntamiento de Kiev dijo el viernes que se distribuirían píldoras de yoduro de potasio a los residentes en caso de un incidente nuclear, “según las recomendaciones médicas”, y añadió que las píldoras también estaban disponibles en las farmacias de la ciudad.

El yoduro de potasio se utiliza para saturar de yodo la tiroides, a fin de que la glándula no retenga el yodo radiactivo que se inhala o ingiere tras una exposición.

Alina Bozhedomova, de 23 años, farmacéutica en Kiev, dijo que los clientes acudían a diario en busca de las píldoras, pero añadió: “No he visto a la gente entrar en pánico por ello”.

Algunas escuelas de educación básica les han pedido a los padres que preparen paquetes de emergencia para que los niños los tengan en la escuela.

Después de que en las últimas semanas creciera la preocupación por la seguridad de la central nuclear de Zaporiyia, en el sureste del país, el Ministerio de Salud de Ucrania publicó unas directrices sobre cómo responder en caso de un incidente nuclear.

El riesgo de lluvia radiactiva se siente muy real en Ucrania, un país que todavía tiene las cicatrices del accidente de Chernóbil de 1986, uno de los peores desastres nucleares de la historia. Chernóbil está a solo unos 100 kilómetros al norte de Kiev.

Además, algunos de los que experimentaron de primera mano aquella lluvia radiactiva que puso en peligro su vida dicen que ellos, quizá más que nadie, comprenden plenamente el riesgo de la exposición nuclear. Oleksandr, de 55 años, quien pidió que no usáramos su apellido, contó que él y su familia huyeron de Chernóbil a Kiev inmediatamente después de la catástrofe, cuando tenía 18 años.

Su familia siguió al pie de la letra las indicaciones de trasladarse al sur, ya que los vientos soplaban los materiales radiactivos hacia el norte, y dijo que esa fue la única razón por la que salieron ilesos.

“Ahora, la gente aquí no está realmente preparada. La gente no sabe qué hacer”, sostuvo. “No hay suficiente información”.

Él tiene un puesto en el mercado en el que vende artículos de primera necesidad y refirió que durante las últimas dos semanas había llegado más gente que quería prepararse para un desastre nuclear comprando linternas, baterías, cuchillos, radios y pequeñas estufas de campamento.

Svetlana Zozulia, de 47 años, y su esposo, Vladyslav Zozulia, de 37, paseaban por el centro de Kiev con su hija, Anastasiia, de 11 años, el domingo por la noche. Svetlana Zozulia dijo que intentaba mantenerse optimista y que no creía que Putin fuera a emprender un ataque nuclear contra Ucrania.

De cualquier manera, compró pastillas de yoduro de potasio por si acaso, señaló.

“Creo que nuestro éxito le molesta”, opinó Zozulia. “Pero también hay un riesgo para él si opta por un ataque nuclear”.

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