Ucrania y Occidente apuntaron a Putin por la muerte de Alexei Navalny

El primer ministro británico, Rishi Sunak; el presidente ucraniano, Vlodimir Zelensky; y el Premio Nobel Dmitri Muratov
El primer ministro británico, Rishi Sunak; el presidente ucraniano, Vlodimir Zelensky; y el Premio Nobel Dmitri Muratov

La muerte en la cárcel del Ártico del opositor ruso Alexei Navalny, principal adversario del presidente Vladimir Putin, causó repercusión mundial. Mientras que en el Kremlin fueron cautos sobre los causales del fallecimiento pero aseguraron que el mandatario ya estaba enterado de lo que pasó, representantes occidentales y de Ucrania dejaron entrever que el gobierno ruso está vinculado a la partida física del activista de 47 años que estaba condenado por extremismo.

“El presidente ha sido informado”, se limitó a declarar esta mañana el portavoz de Rusia, Dmitri Peskov, quien añadió que los agentes penitenciarios se ocuparían ahora de las “verificaciones” y el “esclarecimiento” de la causa de muerte de Navalny. En tanto, la agencia oficialista RT citó a una fuente del servicio secreto que aseguró que el líder opositor tuvo un coágulo sanguíneo.

Al momento en que la Comisión de Investigación rusa aseguraba que se inició una investigación sobre el caso, el asesor del activista Leonid Volkov indicó en su cuenta de X (ex Twitter) que todavía no podía confirmar la muerte y que un abogado se dirigía a la prisión para ver lo que había pasado.

El enemigo acérrimo de Putin fuera de su país, el presidente ucraniano, Volodimir Zelensky, dijo hoy desde Alemania que es “obvio” que el mandatario ruso estuvo directamente detrás de la muerte de Navalny, según The Guardian. Además, indicó que Putin debe rendir cuentas por esta situación. Su asesor Andriy Yermak afirmó también que el líder del Kremlin “teme cualquier competencia”, lo tildó como “el mal supremo” y sentenció: “Para él, las vidas de los rusos no son nada”.

En tanto, el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, expresó su “profunda tristeza y preocupación” por las noticias y marcó que Rusia tiene “serias preguntas que contestar” sobre este caso. ”Navalny fue una voz fuerte en favor de la democracia y la libertad durante muchos años, y los aliados pidieron que lo pusieran en libertad durante mucho tiempo”, afirmó el jefe político de la organización en declaraciones desde Múnich, donde participa de una conferencia de seguridad.

Una de las expresiones más fuertes llegó desde la Unión Europea. Allí consideraron que el “régimen ruso” era “el único responsable” por la muerte en prisión de Navalny. Así lo afirmó el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, quien destacó que el líder de la oposición rusa “luchó por los valores de la libertad y la democracia”, y que hizo el “máximo sacrificio” por sus ideales. “Los luchadores mueren, pero la lucha por la libertad no termina nunca”, añadió el representante de Europa. Cuando fue envenenado en 2020 -una situación por la que culpó al Kremlin-, Navalny recibió atención en Alemania. Ya al volver a su país, en enero de 2021, lo apresaron.

Asimismo, el primer ministro británico, Rishi Sunak, catalogó como una “inmensa tragedia” la muerte de Navalny. “Es una terrible noticia. Como el más feroz defensor de la democracia en Rusia mostró una increíble valentía toda su vida”, escribió en X el jefe del Ejecutivo.

Según el canciller francés, Stéphane Séjourné, el opositor “pagó con su vida su resistencia a un sistema de opresión” en Rusia. ”Su muerte en una colonia penitenciaria nos recuerda la realidad del régimen de Vladimir Putin”, agregó el ministro de Emmanuel Macron en la red social X, a la vez que presentó sus condolencias al “pueblo ruso” y a los familiares del muerto.

Su par sueco, Tobias Billström, indicó: ”Terribles noticias sobre Alexei Navalny. Si el informe sobre su muerte en la prisión rusa es cierto, representa otro terrible crimen del régimen de Putin. La crueldad contra Navalny demuestra una vez más por qué es necesario seguir luchando contra el autoritarismo”.

Más medido, el jefe de la diplomacia española, José Manuel Albares, exigió que se aclaren “las circunstancias” de la muerte del opositor ruso, al alegar que falleció “durante su injusto encarcelamiento por motivos políticos”.

Por otra parte, el premio Nobel de la Paz, Dmitri Muratov, calificó la muerte de “asesinato” y dijo que creía que las condiciones de la prisión habían provocado el fallecimiento. El hombre nacido en Rusia es periodista y presentador de televisión, y además fundó el diario independiente Nóvaya Gazeta Europe, que supo denunciar actos de corrupción del gobierno. El año pasado fue incluido por el Kremlin en la lista de “agentes extranjeros”.