Ucrania conmemora a la escritora Victoria Amelina a un año de su muerte por un misil ruso

Rostyslav Averchuk

Leópolis (Ucrania), 1 jul (EFE).- Ucrania conmemora a Victoria Amelina, célebre escritora muerta por un misil ruso hace un año en Kramatorsk, donde acompañaba a un grupo de escritores colombianos para ayudar a tender puentes entre Ucrania y América Latina.

Amelina es una de los más de 110 escritores y otros artistas ucranianos muertos hasta ahora como consecuencia de la invasión rusa.

El 1 de julio de 2023 falleció debido a las graves heridas que sufrió durante un ataque selectivo contra una popular pizzería en esa ciudad clave bajo control ucraniano de Donetsk.

Estaba allí con el escritor colombiano Héctor Abad, el exalto comisionado para la paz en Colombia Sergio Jaramillo y la periodista Catalina Gómez, cuando impactó un misil ruso Iskander que dejó 13 personas muertas, sólo dos de ellas soldados, y más de sesenta heridas.

"Su memoria sigue viva en sus poemas, libros e iniciativas que tanto amó Victoria", subrayó en un comunicado PEN Ucrania, una asociación de autores de la que Amelina era miembro.

Además de reflejar la experiencia de la contienda en sus escritos, Amelina había documentado activamente múltiples crímenes de guerra por parte de las fuerzas rusas. Recogió testimonios de sus víctimas y trató de preservar el patrimonio de autores que, como Volodímir Vakulenko, no sobrevivieron a la ocupación.

Patrimonio literario

"Testimonios", una recopilación de poemas de Amelina de reciente publicación, se encuentra entre otras muestras de afecto en su tumba del cementerio Lichakiv de Leópolis, cerca de los lugares donde descansan otros famosos artistas ucranianos. Según sus colegas escritores, Amelina supo captar la angustia y la resistencia de millones de ucranianos.

Su comparación de las frecuentes alertas de ataques aéreos con las ejecuciones en masa, en las que todos se ven amenazados cada vez aunque sólo muera una persona, se ha convertido en una de las descripciones más simbólicas de la experiencia.

Un diario de Volodímir Vakulenko, autor de libros infantiles detenido y asesinado por Rusia durante la ocupación de Izium en 2022, se encuentra junto a las obras de Amelina en las estanterías de Leópolis. Escondido poco antes de la detención por Vakulenko en su jardín, fue descubierto por Amelina durante una misión de recogida de pruebas tras la liberación de la ciudad.

"Mi peor temor se está haciendo realidad: estoy dentro de un nuevo Renacimiento fusilado", escribió en el prólogo, poco antes de morir, al comparar la agresión rusa en curso con el asesinato de cientos de intelectuales ucranianos por orden de Moscú en la década de 1930.

En busca de la verdad

"Era importante para Amelina, con su corazón sensible y su deseo de ayudar, estar donde la gente sufría", subrayan sus colegas de Truth Hounds, una ONG con sede en Kiev.

Mientras que el trabajo de Amelina ayudó a establecer la verdad sobre múltiples crímenes de guerra, su propia muerte se convirtió en objeto de una detallada investigación por parte de la organización.

"El ataque contra Kramatorsk forma parte de un patrón más amplio de ataques rusos contra objetivos civiles en zonas densamente pobladas de Ucrania", subrayan los investigadores en un informe compartido con EFE.

El ataque con misiles fue indiscriminado y violó el derecho internacional humanitario, que prohíbe ataques que causen daño excesivo a civiles.

La cafetería estaba situada en una zona densamente poblada, llena de edificios de apartamentos, tiendas y restaurantes, por lo que su destrucción demostró la indiferencia de los atacantes por evitar daños excesivos, afirma el informe.

Tender puentes con Latinoamérica

"La indiferencia no es una opción", dijo Jaramillo en un debate organizado por la iniciativa "¡Aguanta, Ucrania!" con motivo del aniversario de la muerte de Amelina.

"América Latina tiene que alzar su voz" en defensa del derecho internacional humanitario y abandonar el "doble rasero" de condenar el asesinato de civiles en Gaza y callar ante el asesinato de miles de personas en Ucrania por parte de Rusia, subrayó.

La propia Amelina trabajó para promover el diálogo entre Ucrania y América Latina, según contó a EFE poco antes de su muerte, y se ofreció voluntaria para ayudar a los colombianos a ver con sus propios ojos la destrucción en Donetsk.

"Sólo podemos adivinar cuánto habría hecho si siguiera viva", dijo Oleksandra Matviichuk, una de los galardonados con el Premio Nobel de la Paz en 2022, durante el debate.

"Lo mejor que podemos hacer para honrar su memoria es continuar su esfuerzo por garantizar la justicia", subrayó.

(c) Agencia EFE