Ucrania busca caminos para la paz en una cumbre en Suiza sin la presencia de Rusia

El presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, expresó el sábado en Suiza su esperanza de lograr “una paz justa lo antes posible”, en una cumbre que busca vías para poner fin al conflicto con Rusia, que no participó a la cita.

El encuentro, de dos días, se celebra en el lujoso complejo hotelero de Burgenstock y cuenta con la participación de más de 50 jefes de Estado y de gobierno. Pero la ausencia de Moscú ha rebajado las expectativas de sentar las bases para un futuro acuerdo de paz.

“Creo que seremos testigos de cómo se hace historia aquí en la cumbre. Que se establezca una paz justa lo antes posible”, declaró Zelenski al inicio del encuentro.

“Todo lo que se acuerde hoy en la cumbre formará parte del proceso de paz”, añadió. “Conseguimos devolver al mundo la idea de que los esfuerzos conjuntos pueden detener la guerra y establecer una paz justa”, continuó.

La cita busca allanar el camino hacia una hoja de ruta para la paz que, posteriormente, incluya también a Rusia.

Pero el presidente ruso, Vladimir Putin, exigió la víspera la rendición de Ucrania antes de cualquier negociación.

En un discurso televisado, el dirigente del Kremlin dijo que ordenará un alto el fuego e iniciará negociaciones “tan pronto” como las autoridades de Kiev comiencen la retirada de tropas de las zonas del este y el sur de Ucrania en disputa, y renuncien a entrar en la OTAN.

Zelenski rechazó el “ultimátum” de Putin y aseguró que le recordaba al estilo de Adolf Hitler.

La OTAN y Estados Unidos repudiaron también las condiciones de Moscú para terminar la guerra iniciada con la invasión rusa de Ucrania en febrero de 2022.

92 delegaciones nacionales

El jefe de gobierno alemán, Olaf Scholz, aseguró en el canal ARD que las reivindicaciones rusas equivalen a “dictar” la paz.

“No me parece particularmente efectivo, como propuesta de negociación, decirle a Ucrania que debe retirarse de Ucrania”, dijo a su vez la primera ministra italiana, Giorgia Meloni, en la cumbre del G7 en el sur de Italia.

La cita de las siete democracias más ricas del mundo se cerró con un préstamo de $50,000 millones a Kiev, financiado con los intereses de los activos rusos congelados.

En el mismo foro, Zelenski firmó con su homólogo estadounidense, Joe Biden, un acuerdo bilateral de seguridad que comportará el suministro de ayuda militar y entrenamiento a las tropas ucranianas.

Biden es el único líder del G7 que no viajará a Suiza para la cumbre. La vicepresidenta Kamala Harris acudirá en su lugar y anunció previamente una ayuda de más de 1.500 millones de dólares para Ucrania, principalmente para su sector energético y asistencia humanitaria.

Tras cerca de un año de estancamiento, Ucrania tuvo que abandonar decenas de posiciones en el frente en los últimos meses por la ofensiva de las tropas rusas, más numerosas y mejor equipadas.

Pero desde mediados de mayo, el avance ruso se ralentizó y Zelenski confía en invertir la tendencia a partir de esta cumbre de paz y la previa del G7.

La cita cuenta con una nutrida representación latinoamericana, con los presidentes argentino Javier Milei, chileno Gabriel Boric, colombiano Gustavo Petro y ecuatoriano Daniel Noboa.

El presidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva declinó asistir y en su lugar participa su embajador en Berna.

Otros aliados de Rusia en el grupo de los BRICS como Sudáfrica e India mandaron cargos de segunda fila. China rehusó participar.

En total, los organizadores cuentan con 92 delegaciones nacionales.

Contener expectativas

La presidente suiza, Viola Amherd, aseguró que se prevén cumbres en las que participaría eventualmente Rusia.

“No podremos negociar o proclamar la paz para Ucrania aquí en Burgenstock, pero deseamos inspirar un proceso para una paz justa y duradera, y queremos dar pasos concretos en esta dirección”, declaró.

“Podemos preparar el terreno para negociaciones directas entre las partes enfrentadas: para eso estamos aquí”, sostuvo.

Los expertos, sin embargo, desaconsejan mantener altas expectativas del encuentro.

“Unas negociaciones significativas que puedan terminar de verdad la devastadora guerra en Ucrania están fuera de alcance mientras Kiev y Moscú se aferren a teorías de una victoria que implique imponerse al otro”, señaló el centro de reflexión International Crisis Group.

El sábado tiene lugar una sesión plenaria con todas las delegaciones y el domingo se formarán grupos de trabajo para tres cuestiones prioritarias: seguridad nuclear, libertad de navegación y seguridad alimentaria y cuestiones humanitarias.

El jefe del equipo presidencial de Zelenski, Andriy Yermak, señaló que habrá una segunda conferencia de paz en la que Rusia podría asistir y recibir un “plan conjunto” elaborado por los participantes de esta primera cumbre.