Trump califica de ‘terrible error’ la prohibición del aborto después de 6 semanas en Florida. Dirá más la próxima semana

Mucho antes que Donald Trump irrumpiera en la escena política hace casi una década, estaba lejos de ser un firme oponente al derecho al aborto.

“Estoy muy a favor de la opción personal”, dijo Trump en una entrevista en 1999 en el programa Meet the Press de NBC. “Odio el concepto del aborto. Lo odio. Odio todo lo que representa. Me estremezco cuando escucho a la gente debatir sobre el tema. Pero aun así... creo en la opción personal”.

Pero en los años transcurridos desde que se convirtió en el abanderado del Partido Republicano, la posición de Trump sobre el derecho al aborto se ha complicado cada vez más.

Se ha jactado de haber nombrado a tres de los jueces de la Corte Suprema federal que ayudaron a anular el fallo del caso Roe contra Wade, al tiempo que ha criticado a miembros de su propio partido por ir demasiado lejos en la restricción del acceso al aborto, llegando incluso a culpar en parte a esas restricciones de los resultados peores de lo esperado del Partido Republicano en las elecciones intermedias de 2022.

Ahora el habitante más famoso de la Florida enfrenta de nuevo la presión política tras un par de fallos judiciales en su estado. Una de esas decisiones permitió la entrada en vigor de una prohibición del aborto después de las seis semanas en el estado, mientras que la otra permitió que una propuesta de enmienda constitucional que garantizaría el derecho al aborto hasta la viabilidad fetal aparezca en la boleta en noviembre.

“Trump ha tratado de eludir el tema durante años”, dijo el ex representante republicano Carlos Curbelo. “Sabe que hay mucho riesgo para él y por eso ha tratado de jugar para ambos lados, reclamando una gran victoria con la anulación de Roe y criticando las políticas que cree que son demasiado estrictas”.

Con el tema del aborto en la boleta de la Florida, dijo Curbelo, los demócratas tienen prácticamente garantizado vincular al ex presidente con los esfuerzos republicanos más amplios para restringir el acceso al aborto.

“Se le va a identificar con un enfoque más restrictivo al aborto, por lo que, en la medida en que eso impulse el comportamiento de los electores, hay riesgos reales para él”, dijo Curbelo.

Desde que la Corte Suprema de la Florida emitió sus decisiones el lunes por la tarde, Trump —quien tendrá la oportunidad de votar sobre si ampliar el acceso al aborto en su estado cuando presumiblemente emita su voto en apoyo de su candidatura presidencial este otoño— ha permanecido en silencio sobre el asunto.

Interrogado durante una escala de campaña en Michigan el martes sobre la prohibición del aborto después de las seis semanas en la Florida, Trump dijo que “hará una declaración la próxima semana sobre el aborto”.

Brian Hughes, asesor principal de la campaña de Trump, dijo en un comunicado que el ex presidente cree en “preservar la vida, pero también ha dejado claro que apoya los derechos de los estados porque apoya el derecho de los electores a tomar decisiones por sí mismos”.

“Donde el presidente Trump cree que los electores deben tener la última palabra, Biden y muchos demócratas quieren permitir el aborto hasta el momento del nacimiento y obligar a los contribuyentes a pagarlo”, dijo Hughes.

Los defensores de la Enmienda 4 —la medida electoral para garantizar el acceso al aborto en la Florida hasta el momento de la viabilidad del feto— dicen que la enmienda propuesta no legalizaría el aborto hasta el momento del nacimiento, argumentando que la “viabilidad” se entiende generalmente en torno a las 24 semanas de embarazo. Los detractores del aborto señalan que la propuesta también permitiría el procedimiento “cuando sea necesario para proteger la salud de la paciente, según determine el médico”, aunque solo alrededor de 1% de todos los abortos ocurren después de las 21 semanas, y rara vez, o nunca, en el momento del nacimiento, según la organización de política sanitaria sin ánimo de lucro y no partidista KFF.

En cualquier caso, la medida electoral y la prohibición del aborto después de las seis semanas en el estado, que entrará en vigor el mes próximo, ha replanteado, al menos parcialmente, las elecciones de 2024 en la Florida y ha expuesto a Trump a ataques políticos sobre un asunto que los republicanos reconocen que preferiría no tratar.

“No creo que él quiera que esta elección sea sobre el aborto”, dijo Alex Conant, un estratega republicano que trabajó en la fallida campaña presidencial de 2016 del senador federal Marco Rubio. “Quiere que sea sobre inmigración y economía”.

Conant dijo que desde que lanzó su carrera política en 2015 Trump ha tenido “una relación muy transaccional con el movimiento provida”. A cambio del apoyo de los electores republicanos provida y religiosamente conservadores, dijo Conant, Trump prometió hacer suyas sus causas, incluyendo sentar las bases para la anulación de Roe vs. Wade.

“No creo que nadie piense que es una persona de convicciones profundas”, dijo Conant. “Ha estado en todos los lados de ese tema. Llegó a un acuerdo con el movimiento provida de que si lo apoyaban, él cumpliría por ellos”.

Un tema político delicado

Aunque las causas antiabortistas han ayudado a que muchos electores social y religiosamente conservadores se inclinen por Trump, muchos estadounidenses siguen siendo escépticos ante las nuevas restricciones. Desde que la Corte Suprema federal anuló el fallo del caso Roe vs. Wade en 2022, electores de todo el país, incluso en los estados de tendencia republicana, han votado a favor de consagrar el derecho al aborto en la legislación estatal o han rechazado medidas electorales para eliminar la protección del aborto de sus constituciones estatales.

Trump ha roto a veces con algunos de los más acérrimos antiabortistas de su partido. El año pasado, después que el gobernador Ron DeSantis firmó la prohibición del aborto después de las seis semanas, Trump calificó la ley de “terrible error”. Ha expresado su interés en una prohibición federal del procedimiento después de las 15 semanas, mientras que también dice que el tema del derecho al aborto es mejor dejarla a los estados.

“Todos están de acuerdo, se lleva oyendo esto desde hace años, todos los juristas de ambos lados están de acuerdo en que es un asunto estatal”, dijo Trump en una entrevista con el locutor de radio neoyorquino Sid Rosenberg el mes pasado. “No debería ser un asunto federal, es un asunto estatal”.

Los demócratas tienen la esperanza de que las sentencias de la Corte Suprema de la Florida del lunes les dé impulso en un estado que se ha vuelto cada vez más favorable al Partido Republicano en los últimos años al aumentar la participación electoral y darles una poderosa línea de ataque contra los republicanos. Trump ganó la Florida en 2016 y 2020.

El martes, a raíz de la decisión de la Florida, la campaña de reelección del presidente Joe Biden presentó un nuevo anuncio en el que acusa a Trump de aspirar “a aprobar una prohibición nacional del derecho de la mujer a elegir”. Al mismo tiempo, varios legisladores demócratas, entre ellos los representantes Debbie Wasserman Schultz y Jared Mosowitz, celebraron una audiencia en Fort Lauderdale, donde arremetieron contra los republicanos por buscar restricciones cada vez más duras en torno al aborto y otras formas de atención a la salud reproductiva.

Interrogada por el Miami Herald el martes sobre el papel de Trump en el debate sobre el aborto, Wasserman Schultz, que representa a una amplia franja del sur del Condado Broward, dijo que Trump tiene la responsabilidad de los esfuerzos actuales para restringir el acceso al aborto en la Florida y en todo el país, señalando que nombró a jueces de la Corte Suprema federal “con la intención ... de anular Roe vs. Wade”.

“Donald Trump es el cabecilla de dónde estamos y cómo hemos llegado hasta aquí”, dijo Wasserman Schultz.