Tribunal Electoral de Bolivia desconoce a nuevos líderes del partido oficialista afines a Arce

LA PAZ, Bolivia (AP) — Ni el liderazgo de Evo Morales ni el de los afines al presidente Luis Arce para el partido gobernante Movimiento al Socialismo en Bolivia.

El Tribunal Supremo Electoral boliviano dejó de nuevo en el limbo al oficialismo al desconocer el jueves la nueva directiva del MAS nombrada por los seguidores de Arce, de la misma forma en que hizo el año pasado con los elegidos por la facción fiel al expresidente Morales (2006-2019).

La renovación del liderazgo del MAS es un capítulo más a las fricciones en el oficialismo después que hace dos años el partido de gobierno se dividiera en dos facciones: los seguidores de Morales y los de Arce.

Las disputas internas entre ambos sectores quedaron de manifiesto otra vez a inicios de mayo, cuando los afines al presidente de Bolivia convocaron una convención partidista para elegir a la nueva directiva, con mira a las elecciones presidenciales del próximo año. El año pasado, los cercanos a Evo Morales hicieron una convocatoria similar en la que, además, expulsaron a Arce de la organización.

En ambas citas, quedaron fuera los dirigentes y militantes de la facción contraria. Y en ambos casos, el Tribunal Supremo Electoral resolvió después dejar sin efecto las decisiones tomadas para nombrar a un nuevo líder del MAS.

“Se ha decidido rechazar el congreso ordinario del Movimiento Al Socialismo”, dijo el jueves a los medios locales el vicepresidente del Tribunal Supremo Electoral, Francisco Vargas.

“No han cumplido con el Estatuto orgánico de la organización política toda vez que existen atribuciones a los que ejercen la presidencia y vicepresidencia para que realice el acto de posición y el presidio”, en alusión que el sector contrario del partido no había sido tomado en cuenta en la convocatoria.

Por lo que el Tribunal Electoral nuevamente ha llamado a que ambas facciones respeten su Estatuto interno y haya un consenso.

La decisión de rechazar la nueva directiva fue unánime y se tomó tras recibir el informe de observación a la convención partidaria realizada del 3 al 5 de mayo, en la que quedó fuera el líder histórico del MAS, Evo Morales.

“Me preocupa la falta de personalidad del Tribunal Supremo Electoral que solo obedece a ciertos mandatos”, dijo Marcelo Galván, parte del equipo jurídico del MAS afín a Morales.

“Hay que ver cuál es la organización legítima... Eso debe ser analizado por el MAS”, agregó, a tiempo de ratificar que habrá un nuevo congreso convocado por Morales para el 10 de julio.

Desde la otra vereda, los leales a Arce dijeron que analizarán medidas de presión para hacer respetar el congreso de mayo. “Nosotros somos los dueños legítimos del partido”, expresó Mario Seña, dirigente campesino, partidario de Arce.

Lo que profundizó las pugnas es que el exgobernante anunció el año pasado su intención de postularse para las elecciones de 2025 como candidato del MAS, lo que no cayó bien a los seguidores de Arce.

Éste aún no ha oficializado su candidatura, pero los analistas ven que ya está en campaña para una reelección. De acuerdo con la ley, una agrupación política puede postular a un solo candidato.

El partido oficialista ha dominado la política boliviana por 18 años y el 8 de mayo recibió una amonestación grave por parte del TSE por la falta de consenso de Morales con la dirigencias afines de Arce.