El triage del cuidado familiar: si hay poco repelente, ¿quién debería tener la prioridad para ponérselo?

Una maestra le aplica repelente a los chicos en la escuela Rayito del Sol de Florida, en la zona norte del conurbano
Una maestra le aplica repelente a los chicos en la escuela Rayito del Sol de Florida, en la zona norte del conurbano - Créditos: @Alejandro Guyot

Están llegando con la promesa de traer el alivio a esa que se convirtió en la gran preocupación de los argentinos: cómo, dónde, y a cuánto conseguir repelente. Así, las “más de 120.000 unidades” de repelente de Polonia llegarían a las góndolas el lunes, según informó SC Johnson. Se trata, según ampliaron, de la importación proveniente de Polonia a la que se habían referido en una declaración de los últimos días. La empresa mantendrá el costo con el que se encontraban los envases en supermercados o farmacias antes del faltante durante el fin de semana XXL de Semana Santa y el feriado por el 2 de Abril.

El lunes ya van a estar listos para comercializarse, según reforzaron por escrito a las consultas que este medio viene haciendo a la compañía desde que comenzó la escasez de sus productos. El precio seguirá siendo el mismo al día de hoy, que es cercano a los $3000, de acuerdo con lo anticipado. Aunque, en los últimos días se pagó más de 14.000 pesos la unidad. Lo que cada comercio haga se considerará responsabilidad de cada lugar, adelantaron desde la empresa.

En este contexto de escasez, dudas como la posibilidad de un recontagio inmediato hacen que para las familias no quede tan claro hasta cuándo pueden seguir los contagios dentro del grupo. Y en todo caso, si hay poco repelente en el hogar: ¿quién tendría la prioridad? ¿Aquel que ya tuvo o el que todavía no se contagió?

Contagios en grupo

Los especialistas consultados por LA NACION explicaron que se puede establecer una relación de prioridades, o una especie de sistema triage, para determinar quién tiene mayor riesgo y por ende requiere la prioridad: el número uno es para la persona que tiene fiebre, el síntoma inequívoco de dengue, aun cuando solo es una sospecha. Esa persona debería embadurnarse en repelente. Eso evitará que los demás miembros de la familia se contagien. No hay que esperar a tener el diagnóstico, hay que prevenir estratégicamente, ya que muchas veces el diagnóstico llega cuando el paciente ya superó la etapa de contagio, incluso cuando recibió el alta.

“Para que exista la transmisión de dengue, sí o sí tiene que estar presente el mosquito Aedes aegypti, la hembra en particular. Y estos mosquitos, que nacen sanos, se infectan de los humanos que tienen dengue, y después de 8 a 12 días, transmiten infección durante toda su vida, que es de 4 a 6 semanas. El mosquito es un mosquito de hábitos diurnos, domiciliario que no vuela más de 50, 100 metros o en algunos trabajos hablan de 200 metros, por lo cual muchas veces infecta a varios miembros de la misma zona, vecindario, o del mismo domicilio. Es por eso por lo que cuando una persona tiene dengue y otra familia tiene síntomas, probablemente haya sido contagiado por los mismos mosquitos. No existe la transmisión persona a persona, por eso es tan importante que las personas que tienen dengue hagan aislamiento entomológico. ¿Qué quiere decir esto? Aislarse de los mosquitos, o sea, usar protector, repelente, renovarlos regularmente, usar dispositivos de pared, estar en su habitación, principalmente durante el periodo que tienen fiebre y que es una situación ideal para que los virus, los mosquitos, que no tienen dengue, se contagien de dengue y transmiten a otros humanos”, aporta el especialista en Medicina Interna y médico del Hospital de Clínicas, Ramiro Heredia.

“La persona enferma, durante los primeros cinco a siete días de aparición de los síntomas tiene el virus circulando en la sangre, lo que se llama viremia. Si esa persona es picada por un mosquito en ese periodo, ese mosquito se infecta y puede infectar a otra persona, unos días después. Por eso es importante, y viene bien la pregunta, que una persona que tiene síntomas de dengue, incluso si no tiene confirmación todavía, apenas empieza con síntomas, además de tomar paracetamol e hidratarse es fundamental que se ponga repelente y que esté en un ambiente con mosquiteros. Algunos dicen, bueno si ya estoy infectado, ¿para qué me voy a proteger de los mosquitos? Bueno, protegerse porque esa persona puede ser la fuente de infección”, explica el infectólogo Pablo Bonvehí, médico del CEMIC y miembro del Comité Nacional de Vacunas.

Pero, ¿qué ocurre si la persona que empieza con síntomas no utiliza repelentes, no se aísla o tarda varios días hasta consultar, sobre todo por las demoras que hay en la atención en las guardias? Este periodo de diagnóstico justamente es el periodo en el que se contagia. Si uno tiene fiebre en este contexto de brote, tiene que asumir que una de las posibilidades es que tenga dengue, entonces desde ese momento tiene que extremar los cuidados y priorizar colocarse repelente para no contagiar”, apunta Bonvehí.

Pero, ¿qué pasa si no aparece fiebre pero sí otros síntomas? En los últimos días, muchas personas dan cuentan de tener dolores corporales y de cabeza intensos, pero sin fiebre. ¿Es posible que la aparición de la fiebre se demore por haber tomado analgésicos? Los especialistas recomiendan interrumpir por unas horas la toma de analgésicos para ver si aparece la fiebre.

“En general la fiebre es casi universal en el dengue, es muy raro que haya otros síntomas y no aparezca fiebre, en ese caso, es probable que sea otro cuadro”, dice Bonvehí.

Ventana de inmunidad

La ventana de inmunidad que tienen las personas que se contagiaron dengue recientemente durará unos tres meses, afirman los infectólogos. Significa que están protegidos hasta que puedan aplicarse la vacuna. En ese sentido, volviendo a la lista de prioridades para el uso de repelente ante un contexto de escasez, la persona que tuvo la enfermedad y se recuperó, pasados los 14 días, bajaría hasta los últimos puestos de la lista, ya que ya que en los próximos meses no se volvería a contagiar. Pero, pasados los tres meses de inmunidad temporal, volvería a subir a los primeros puestos. Ya que las personas que ya tuvieron dengue hace más de tres meses, deberían estar entre los usuarios prioritarios del repelente, siendo riesgoso no estar protegidos de esa forma.

“El contagio más frecuente, que en general es el más complejo, es cuando uno recibió el dengue serotipo 1 y se reinfecta con el serotipo 2. Por eso se recomienda que se vacune pasados los tres meses para evitarlo. Se considera que de 3 a 6 meses después, ese paciente puede vacunarse, pero esto es un consenso más que una realidad”, explica el infectólogo y pediatra Eduardo López.

“No es necesario vacunarse inmediatamente, Se recomienda esperar tres meses para darse la vacuna después de un episodio de dengue. La fase de eficacia demostraba la protección del 62% contra el dengue y en promedio del 84% para evitar hospitalización e internación”, dice Bonvehí.

Además, según explican los especialistas, para los que tuvieron dengue previo, la vacuna es más eficaz que para los que no tuvieron.

Pacientes con comorbilidades

¿Quién sigue en la lista de prioridades para el uso del repelente? “Bueno, es difícil porque es una enfermedad que aún en personas jóvenes y sanas puede generar complicaciones, pero obviamente que hay que proteger a las personas con comorbilidades o adultos mayores, siempre son los que tienen un poquito más de riesgo de complicaciones”, apunta Bonvehí.

“No hay una recomendación formal sobre este ranking, pero analizando la situación en la cual hay escasez de repelentes, lo que debemos usar cuando salimos del domicilio y vamos a estar expuestos a lugares en el aire libre, repelente personal, porque existen repelentes de ambiente como, los espirales. Podríamos estratificar, por ejemplo, a los niños pequeños, que son los más expuestos, que están en el aire libre ya que tienen menos recursos para protegerse y después podríamos estratificarlo por factores de riesgo, como los mayores de 80 años, después de 79 a 70 años, las personas que tienen otras enfermedades crónicas o comorbilidades, que sabemos que son las personas que tienen más riesgo de tener complicaciones.”, dice Heredia.

“Si no hay repelente o hay poco repelente, los chicos menores de un año o menores de seis meses pueden utilizar el tul, que es un excelente para evitar la picadura. Segundo, uno tiene que priorizar a aquellos individuos que si se enferman por dengue, y pueden dar dengue grave. Las embarazadas, los pacientes inmunosuprimidos, y los que tienen enfermedades crónicas y los mayores de 65 años”, asegura López.