Tren Maya divide opiniones entre los usuarios
CANCÚN, QR., diciembre 29 (EL UNIVERSAL).- Graciela y cinco integrantes de su familia llegaron a Cancún a finales de noviembre para vacacionar y, en su itinerario, contemplaron pasear a bordo del Tren Maya, en su Tramo 5 Norte, que va de este destino vacacional hasta Playa del Carmen, municipio de Solidaridad.
Hospedadas en Villas Marlin, en el kilómetro 13 de la zona hotelera de la ciudad, Graciela y su familia pidieron un taxi de aplicación el pasado 2 de diciembre, que les cobró 650 pesos para llevarlas a la Estación Tren Maya Cancún-Aeropuerto, pues no hay otra forma de llegar desde ahí.
De lo contrario, hubieran tenido que bajar a la ciudad en autobús, hasta la terminal de camiones en el centro, tomar uno de la línea que ADO dispuso con esa ruta y volver a subir 19 kilómetros, pero con dirección a la estación ferroviaria.
Para economizar tiempo y distancias, pagaron los 650 pesos por el taxi de aplicación. Llegaron a la solitaria estación para alcanzar la salida de las 9 horas, pero al querer comprar los boletos les avisaron que había cambios de horario y el tren saldría a las 8 horas.
"Queríamos ir a Playa del Carmen, pero solo hay boletos para primera clase, que no se me hace justo que allí no haya descuento, porque la verdad sí es caro el tren", relató Gabriela quien estaba sentada sobre las escaleras que se ubican a la entrada de la estación, porque no hay asientos aún. Las obras no han concluido.
El costo que les dieron para viajar en tarifa de Ejecutivo-Especial, dijo, fue de mil 200 pesos de ida y otros mil 200 de regreso, sin descuento y por persona. La ruta comprende solo dos estaciones: La de Puerto Morelos que es intermedia y la destino, en Playa del Carmen.
"Para esa tarifa no alcanza el bolsillo. Venimos seis personas, entonces ya no se pudo en ese horario, pero como tenemos las ganas de esta experiencia decidimos esperar al siguiente horario, para que podamos ir en tren y regresar al tren", lamentó Graciela, quien no pudo acceder al descuento porque no portaba su credencial de maestra, salvo su cédula profesional.
En contraste, por persona y en camionetas colectivas, el viaje de Cancún a Playa del Carmen no rebasa los 60 pesos.
El tren contempla descuentos para residentes, personas de la tercera edad o con movilidad diferenciada o maestros, como ella.
Sobre las condiciones del tren, ella y su familia se percataron de que la estación, inaugurada el 15 de diciembre del 2023, no está lista; además, parte de la estructura que está en pie, luce sumamente deteriorada, lo que fue constatado por EL UNIVERSAL.
"Todavía no está en 100%. Están haciendo mantenimiento. En la parte de allá arriba hay mucho aire y, a la vuelta, que se podría uno acceder a sentarse para que no haya tanto aire, no dejan pasar porque están haciendo mantenimiento.
"Tuvimos que bajar, pero no hay asiento, no hay donde sentarnos y nos sentamos en los escalones para esperar a ese horario, porque también no observamos tiendas, no hay más letreros, pero pues… está interesante sentarse aquí, tomar las fotografías", manifestó la mujer.
Opiniones divididas
Durante la charla, Graciela expresó su pesar por la devastación de la selva. "Un poco de tristeza, porque yo veo que sí tuvieron que tirar muchos árboles", comentó.
Admitió que el tema abrió debate entre las otras hermanas con quienes viajaba, pues hay quienes se dolieron del derrumbe del arbolado y otras, quienes lo justifican como una vía para el desarrollo, el transporte, las fuentes de trabajo y otros beneficios prometidos por el gobierno federal.
"Venimos así: Unos, los que dicen ‘no porque es un ecocidio, ¡tanto que se tiró!’ y el otro ‘¡no, vamos a la vanguardia para conocer el transporte que es!’", comenta.
Su hermana, una obradorista declarada, defendió la obra y cuestionó a sus detractores, al señalar que para la edificación de los hoteles de la región también hubo tala de selva e impactos ambientales.
"Muchos cuestionan ‘no, que aquí, la devastación ambiental’, pero en esa zona (hotelera) yo quisiera saber si en realidad se hicieron estudios de impacto ambiental; porque que yo tenga conocimiento no hubo control, es demasiado", mencionó.
También confió en que las estaciones y el tren mismo irán tomando mejor forma, puliéndose con el tiempo, ampliando y consolidando sus servicios, una vez que la obra esté concluida totalmente.
En consonancia con el discurso oficial, aseguró que "habrá mucha fuente de trabajo para las personas de esta zona" y justificó el apresurado inicio de operaciones.
"Veo que les falta mucho, mucho, mucho, tienen unos meses; se ve muy fuerte la infraestructura, la inversión que le están dando; ya posteriormente, me imagino, va a haber todo lo que se necesite, espacios, sillas.
"Tenía conocimiento que no estaba terminado, sin embargo, fue mi decisión venir a conocer el servicio a sabiendas de que le falta mucho; pero pues yo creo que sí va a ser muy bonito, el poder usar este servicio y conocer", señaló.
Con entusiasmo, se refirió a la posibilidad de hacer los recorridos y a la promesa de mejorar las condiciones de una región que identifica como "abandonada".
La tercera hermana que participó en la entrevista, sin acceder a dar su nombre, tiene "otros datos" y otra opinión.
"Era necesario conocer, pero esto es de cuarta. Me da mucha pena por mi hermana, pero todo es de cuarta. Todo. No está ni terminado", afirmó, señalando las grietas en el techo, las obras inconclusas, los malos acabados.
"Desafortunadamente todo el dinero que se invirtió aquí se pudo haber invertido en medicinas; yo tengo linfoma y no hay medicamento, la verdad, de cuarta".