"Traslación de recursos". Para la Rural y CRA, una baja de retenciones solo favorecerá a los exportadores

Daniel Pelegrina, presidente de la Sociedad Rural Argentina (SRA)
Fuente: Archivo - Crédito: Archivo-Hernán Zenteno

En medio de los rumores sobre inminentes medidas que apuntarán a una baja de las retenciones al campo, con foco en la soja y en la carne vacuna, Confederaciones Rurales Argentinas (CRA) consideró que la medida favorecerá a los exportadores. En tanto, la Sociedad Rural Argentina (SRA) dijo que será "un beneficio para la industria y la exportación por las toneladas que tienen adquiridas y al momento no tendrían una Declaración Jurada de Venta al Exterior solicitada para tal fin". El Gobierno bajaría tres puntos los derechos de exportación, del 33 al 30%, de manera escalonada.

Según CRA, las empresas que venden al exterior tienen "como base" 8 millones de toneladas que compraron con retenciones más altas, en rigor del actual 33%, que implicaron también un mayor descuento a los productores. Por ello, ahora afirman que habrá con la medida una "traslación de recursos".

"Una baja de 3 puntos porcentuales y por un corto período sólo estimulará la liquidación de aquellas toneladas en manos de los exportadores que rápidamente harán una toma de ganancias, aprovechando liquidar con un 30% de derechos de exportación aquello que compraron descontado de un derecho del 33% y nuevamente se habrá generado de facto un diferencial, es decir una traslación de recursos desde el sector productivo al industrial", señaló la entidad en un comunicado.

Fuentes del sector le habían expresado a LA NACION que la mercadería en manos de los exportadores, es decir ya originada pero que no pagó retenciones, ronda los 1,48 millones de toneladas en soja y 2,14 millones de toneladas en maíz.

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En un informe, el Instituto de Estudios Económicos y Negociaciones Internacionales de la Sociedad Rural Argentina (SRA) señaló que hay en poder de los productores 16,7 millones de toneladas de soja, en tanto que 6,6 millones de toneladas en manos del sector industrial, distribuidas en 1,5 millones en los exportadores y 5,1 millones de toneladas en las empresas de molienda.

En cuanto a los productores, según la entidad "entre octubre y febrero se venderá todo el stock de la campaña pasada, generando un ingreso de divisas por unos US$7200 millones, si se mantienen los actuales valores, los que ingresarían a la economía Argentina en los próximos 5 meses, para poder comprar a los productores estos granos".

"Beneficio para la industria y la exportación"

Para la SRA, "la temporalidad acotada de la medida (la baja de retenciones seria por 60 a 90 días), generará una reducción del impacto inicial buscado con el incentivo, dando pie a nuevas transferencias de precios desde los productores a la industria o exportación, afectando el normal funcionamiento de los mercados".

Estiman que hasta febrero se podrían hacer ventas por US$7200 millones
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"Nada indica que el instrumento propuesto pueda revertir las decisiones de ventas ya planificadas por parte de los productores en la ventana de baja de derechos de exportación, puesto que el incentivo propuesto no llegaría a compensar las posibles variaciones de precios internacionales, del tipo de cambio esperado, nuevas restricciones, ausencia de un esquema alternativo que pueda proteger la liquidez generada por ese adelanto de venta, y el deterioro que generará en los precios de mercado la misma temporalidad del incentivo", precisó.

De acuerdo al trabajo, "el incentivo debería ser los suficientemente contundente en términos de su relación costo beneficio integral, descontando las perspectivas de mercado internacionales y del mercado cambiario local, como así también de la certeza sobre su liquidez futura".

En este contexto, la Rural consideró que la medida será "un beneficio para la industria y la exportación por las toneladas que tienen adquiridas y al momento no tendrían una Declaración Jurada de Venta al Exterior solicitada para tal fin".

"La industria y la exportación que en la mayoría de los casos realizan ambos negocios, podrían planificar sus ventas, en función del stock que tienen almacenado, y sus necesidades de compra regulando el ritmo de compras, mientras dura la baja temporal, lo que impactaría a la baja en el precio de mercado", precisó.

"Al productor le va a llegar una parte parcial del beneficio, que liberaría este supuesto incentivo temporal, porque al mismo tiempo se vería diluido por las distorsiones que se configurarían en el mercado de soja, a causa de la misma baja temporal", remarcó la SRA.