Para transporte público en Acapulco; señalan extorsión

CHILPANCINGO, Gro., enero 12 (EL UNIVERSAL).- Acapulco amaneció sin transporte público. Este jueves, miles de ciudadanos se quedaron varados en decenas de paradas, otros caminaron para llegar a sus trabajos o escuelas. Hubo muy pocos taxis, urvan y camiones urbanos que dieron servicio.

La ausencia de transporte no es fortuita, desde el domingo pasado choferes y unidades están siendo atacadas y amenazadas por una presunta organización criminal.

Acapulco fue un caos. Miles de personas deambularon por las calles en busca de un taxi, una urvan, un camión e, incluso, del Acabus, el transporte que administra el gobierno del estado.

En las banquetas se veían los montones de personas esperando una unidad que los transportara al trabajo o a la escuela. De los pocos que trabajaron fueron los taxis colectivos. Apenas se paraba uno en los puntos de concentración y de inmediato se le acercaban un montón de personas para subirse. Sólo unos lo lograban.

Los choferes de los taxis colectivos de inmediato se dieron cuenta que su servicio era indispensable, así que comenzaron a cobrar hasta 50 pesos, casi el doble de lo que cuesta un pasaje regularmente.

Por la mañana, en pleno caos, la dirección de la Comisión Técnica del Transporte y Vialidad de Guerrero negó la ausencia de los transportistas. "Ante las denuncias en redes sociales del paro de transportistas del servicio público en Acapulco, el director de la Comisión Técnica de Transporte y Vialidad, Lic. Arturo Salinas Sandoval, informó que están trabajando de manera normal en todas las rutas y que sólo la ruta San Marcos-Acapulco mantiene una manifestación ante la inconformidad de los transportistas por la aplicación del reglamento ante el número de pasajeros autorizados".

A esa misma hora, en la avenida Andrés Urdaneta, debajo de la vía rápida en el centro, hombres armados atacaron un sitio de camiones de la ruta Centro-Hospitales.

De acuerdo con el reporte policiaco, los hombres llegaron, pero cuando los choferes se dieron cuenta corrieron y los persiguieron. Un chofer quedó herido.

El ayuntamiento trasladó personas en las patrullas de la policía municipal. La alcaldesa de Acapulco, la morenista Abelina López Rodríguez, a través de un comunicado pidió a la Comisión Técnica de Transporte y Vialidad que atendiera a los transportistas para que reanudaran el servicio.

El gobierno de Guerrero de inmediato le respondió también a través de un comunicado. Le pidió a la alcaldesa que su gobierno garantizara la seguridad para que se reanudara el servicio. En medio de las crisis, el gobierno estatal y el municipal comenzaron a pelear en lugar de atender el problema.

Pasado el mediodía, en el bulevar de Las Naciones, en la zona Diamante de Acapulco, una urvan fue quemada. Según el reporte, hombres armados detuvieron la unidad, bajaron a los pasajeros y al chofer, y luego le prendieron fuego.

En redes sociales comenzaron a circular audios donde supuestos choferes informaban que criminales los estaban obligando a suspender el servicio durante ocho días y, quien no obedeciera, amagaron, sufriría las consecuencias. También circuló un mensaje de texto en que presuntos integrantes de la organización criminal Los Rusos ordenaron a los transportistas suspender el servicio hasta que todos paguen la extorsión que les exigían.

A las 05:00 de la tarde, en el fraccionamiento Costa Azul fue incendiado un taxi colectivo. En los últimos días, el transporte público ha sido atacado en Acapulco.

El domingo y martes, hombres armados quemaron dos urvan. El miércoles, en la avenida Constituyentes fue asesinado a balazos el hermano de un líder de una organización de camioneros.

En el marco de la violencia, el martes pasado se informó que la Guardia Nacional alista una unidad operativa especial en Acapulco, la cual dependerá de la comandancia de la Guardia Nacional, a través de la jefatura general de Coordinación Policial, y estará a cargo de un comisario. Esta unidad realizará operaciones de prevención y combate de delitos con el fin de garantizar, mantener y restablecer el orden y la paz social en el puerto y en Coyuca de Benítez.