Transformando la formación docente a través del ‘hackathon’ educativo

En un panorama educativo en constante evolución, caracterizado por el avance tecnológico y los cambios en las necesidades sociales y educativas, los enfoques tradicionales de enseñanza se enfrentan a un escrutinio cada vez mayor. En el caso de la educación científica, la necesidad de una alfabetización científica y la creciente demanda de profesionales de áreas STEM hacen necesaria la búsqueda de nuevas estrategias docentes para que el futuro profesorado consiga involucrar e inspirar al alumnado en materias relacionadas con las ciencias y la ingeniería.

En esa búsqueda, en los últimos años el hackathon se ha incorporado a los programas de formación del profesorado. Se trata de encuentros en los que diferentes participantes, trabajando colaborativamente, ofrecen una solución a un reto planteado en un breve espacio de tiempo.

Originario de la industria tecnológica, ofrece experiencias de aprendizaje prácticas e inmersivas que promueven la colaboración, la creatividad y la innovación en el diseño de materiales educativos.

De esta forma, el futuro profesorado puede desarrollar las habilidades y competencias profesionales necesarias para mejorar su eficacia docente y generar un impacto positivo en el aprendizaje de su alumnado.


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¿Qué son los hackathones?

Los hackathones surgieron a lo largo de los años 90 del pasado siglo en la industria tecnológica, donde originalmente se utilizaban para crear prototipos rápidos de soluciones de software. Conocidos por su naturaleza dinámica y colaborativa, son cada vez más reconocidos como una potente herramienta para impulsar la innovación en diversas disciplinas.

Actualmente su aplicación ha trascendido a otras áreas, convirtiéndose así en una plataforma versátil para la resolución de problemas y la generación de ideas en ámbitos relacionados con la salud, el emprendimiento o la sostenibilidad.

El desarrollo de un hackathon implica la formación de equipos de trabajo que abordarán el desafío propuesto y buscarán soluciones contemplando el pensamiento sistémico con la interrelación entre ideas, lógicas y posiciones contradictorias o incompatibles. Al final de la sesión, cada equipo presenta formalmente sus propuestas, que se valoran en términos de viabilidad, diseño y originalidad.

¿Para qué sirve un hackathon educativo?

En el ámbito de la educación, el hackathon ofrece una oportunidad de innovación educativa, proporcionando un espacio estructurado pero flexible para concretar materiales y enfoques educativos. A diferencia de los entornos de aula convencionales, el hackathon promueve la participación activa, el pensamiento crítico y la experimentación práctica. Se anima así a los participantes a pensar de forma innovadora, colaborar entre disciplinas y aportar ideas en tiempo real, un proceso que refleja la naturaleza de la investigación científica.

En el hackathon educativo, los principios básicos de su puesta en escena, como la intensidad, el trabajo colaborativo o el abordaje de proyectos de la vida real, contextualizados, se mantienen. Pero, además, se contribuye a fomentar una cultura de inclusión y diversidad, por la propia naturaleza multidisciplinar de los equipos, en la que cada participante tiene una perspectiva, enriqueciendo la experiencia de aprendizaje colectivo y aumentando exponencialmente la competencia digital docente.

¿Cómo podemos aplicarlo en la formación del profesorado?

El diseño de un hackathon educativo específico para profesorado en formación requiere considerar varios factores que garanticen su eficacia y relevancia. La selección de temas, la formación de equipos, la duración y los criterios de evaluación son aspectos clave.

Los temas deben alinearse con el plan de estudios y abordar desafíos relevantes para la educación, como el aprendizaje por indagación científica o la integración STEM.

Los equipos deben ser diversos, fomentando la colaboración interdisciplinar y enriqueciendo el proceso de resolución de problemas.

La duración del hackathon (que típicamente se realiza a lo largo de una o dos jornadas completas) debe permitir tiempo suficiente para la lluvia de ideas, la creación de propuestas y la presentación de soluciones, y los criterios de evaluación deben considerar la relevancia, la creatividad y la viabilidad de las soluciones propuestas.


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Principales desafíos

A pesar de sus posibles beneficios, la integración del hackathon en la formación del profesorado supone algunos desafíos. Las limitaciones de tiempo, las propias creencias del profesorado o los problemas logísticos son barreras comunes que deben abordarse para garantizar el éxito de este tipo de iniciativas.

Las estrategias para superar estos desafíos incluyen brindar apoyo al profesorado y oportunidades de desarrollo profesional, integrar el hackathon en los programas formativos y establecer asociaciones con empresas y entidades que contribuyan a su puesta en escena.

Algunas experiencias de éxito han sido aplicadas en la formación del profesorado, con el desarrollo del Educathon®, en el que se potencian las habilidades de diseño de propuestas didácticas STEM a través de una selección de temáticas centradas en los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la Agenda 2030.

Otros programas realizados con profesorado en ejercicio se han focalizado en la creación de propuestas de educación científica mediadas por el aprendizaje-servicio. También, como medio para concienciar sobre la importancia de la perspectiva de género en la educación STEM, creando recursos educativos dirigidos a visibilizar el papel de la mujer en la ciencia y la ingeniería. En todos los casos, los participantes revelaron una contribución al desarrollo de las habilidades blandas, una mayor confianza en su capacidad para diseñar propuestas innovadoras y una mejora en sus habilidades de colaboración en equipos docentes.

Por todo ello, el uso del hackathon educativo o educathon se perfila como una estrategia válida y prometedora para transformar la formación del profesorado y la competencia digital docente. Con su aplicación, se fomenta un clima de trabajo colaborativo que permite desarrollar las habilidades relacionadas con el diseño de propuestas didácticas y situaciones de aprendizaje.


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Este artículo fue publicado originalmente en The Conversation, un sitio de noticias sin fines de lucro dedicado a compartir ideas de expertos académicos.

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Cristina García Ruiz recibe fondos del Ministerio de Ciencia e Innovación, la Agencia Estatal de Investigación y el FSE+ (PID2022-140001OA-I00 y RYC2020-029033-I), y la Universidad de Málaga (JA-B2-02).