La tragedia de Relámpago: la muerte de un caballo en Tigre expone el drama de la tracción a sangre
Una de la madrugada del sábado pasado. El sonido del teléfono despierta a Florencia, una de las voluntarias de El Refugio sede Tigre. Es Nicolas, un vecino del Barrio Troncos, cercano a Villa Terrible, en ese partido. Le dice que un caballo agoniza en una zanja. Le informa que ya ha llamado a la Policía, pero que no pudieron hacer nada. Florencia se levanta. Está acostumbrada, como lo están sus seis compañeras, a ese tipo de llamados a esas horas. No cuentan con demasiadas herramientas, salvo el esfuerzo de las personas de buena voluntad, como quien da el aviso, y un veterinario que atiende dos veces a la semana. Tampoco cuentan con un malacate, un elemento imprescindible para levantar un caballo caído.
Florencia llega al lugar. Una chica de unos 20 años intenta darle agua al animal. Entre unos pocos, lograron arrastrarlo fuera de la zanja. Hay jóvenes alrededor. Urge levantarlo. Uno de los chicos dice que su papá tiene una máquina para cargar bolsas de cemento. Nicolás, el padre, trae el dispositivo, y el caballo es levantado y transportado hasta la vereda de su casa en el Barrio Troncos, no muy lejano a “Villa Terrible”, de donde, aparentemente, provendría el caballo. Todos saben a quién le pertenece: “él le pegaba todo el tiempo”, “no le daba de comer” y “se cayó ahí y se llevaron el carro y lo dejaron”.
Sábado, a las 13. Relámpago, como es bautizado el caballo, intenta comer y tomar agua, pero vuelve a caer al suelo. Lo vuelven a levantar con la ayuda de la máquina. Pero, ¿qué hacer? El caballo morirá allí, si no es atendido con urgencia. La Municipalidad de Tigre tiene un convenio con la organización Centro de Rescate y Rehabilitación Equino (CRRE). “En realidad, les prestamos el nombre a un grupo de voluntarias [de El Refugio sede Tigre], porque ellas no tenían personería jurídica, pero nosotros no tenemos nada que ver”, afirma Florencia San Pietro, fundadora y directora de la ONG. Y agrega: “Las ayudamos en lo que podemos, ellas hacen todo”.
Como El Refugio no cuenta con un veterinario que pueda acudir al llamado y el animal no puede ser llevado al campo de dos hectáreas de esta organización, porque allí no tienen los implementos para curarlo; salvo lo esencial. Finalmente, alguien ofrece llamar a Caballos de Quilmes, una organización de ese distrito conducido por la kirchnerista Mayra Mendoza. La ONG acepta recibir al animal.
¿Cómo transportarlo? Gisella Zamora, la esposa del Intendente de Tigre Julio Zamora, afirma: “Tenemos un batán veterinario y le damos al refugio fardos cada mes, y todo lo que haga falta”. Sin embargo, el vehículo transportador no está habilitado para circular fuera del área de Tigre, debido a que no cuenta con homologación. Nuevamente Caballos de Quilmes organiza el traslado de Relámpago. Serán casi tres horas de viaje.
Relámpago llega a la sede de la ONG ya de noche. Lo esperan veterinarios, estudios y, finalmente, queda en cuidados intensivos. Se hace todo lo humanamente posible, pero el animal muere a los cuatro días. La autopsia revela golpes, contusiones y otros traumatismos.
Sufrimiento atroz
Esa es la realidad del partido de Tigre, y de muchos otros municipios. Es la historia también de cientos caballos que viven y mueren con un sufrimiento atroz en todo el país. Mientras tanto son las organizaciones y los voluntarios que, con enorme esfuerzo, luchan para salvar algunos. A pesar de las reglamentaciones en curso, y muchas veces aprobadas por unanimidad, los recolectores de basura con carros de caballos son intocables, pese a que la reconversión por motos o carros eléctricos es una salida viable, efectuada en países como Colombia, por ejemplo.
Lorena, quien preside El Refugio recuerda los inicios de la organización. “Vivía en Benavidez con mi pareja y dos hijos adoptivos, cuando nos enteramos que había cuatro caballos en el agua en un terrenito, sin comer. El hombre me los entregó. Cuando veníamos trayendo los caballos caminando, una yegua empezó a abortar. La ayudamos cómo pudimos y salió adelante. Los tuvimos en el patio de casa casi dos años. Un dia encontramos un terreno baldío de dos hectáreas que hoy es El Refugio”. Y agrega: “En Tigre, no había nada. Hace tres años que lo tenemos. Estamos las 24 horas, pero nos faltan herramientas. La gente nos ayuda y la municipalidad nos da fardos. Además, ahora, nos dijeron que van a hacer un lugar con todo”.
Mientras tanto Segundo Cernadas, el candidato a intendente de Juntos por el Cambio, señala: “Nosotros presentamos un proyecto en el Concejo Deliberante, para que se prohíba la tracción a sangre. Este proyecto fue aprobado y votado. Cuando se aprobó, el Municipio pidió dos años de tiempo, para hacer la reconversión, porque esto no se podía hacer de un día para otro. Lo aceptamos. Esos dos años, se cumplirán en nueve meses. A partir de ahí no puede circular un solo carro de caballo más por Tigre”. Y completa: “Sé que no es fácil implementarlo, porque en Tigre muchas familias enteras viven de la recolección y transporte de residuos, pero estoy convencido que en un municipio como este tiene las herramientas para darles otro vehículo. Están destrozando los animales, es un maltrato enorme. Los caballos están mal alimentados, mal cuidados, llevando exceso de peso. Creo que en el año 2023 no puede seguir pasando esto. Si me toca la intendencia, me comprometo a terminar con la tracción a sangre. Sería una vergüenza que no lo hiciéramos”.
Mientras tanto, hay un proyecto de ley que busca prohibir la tracción a sangre en toda la Argentina y que fue presentado por el diputado nacional Alejandro Finocchiaro (Juntos por el Cambio). “La iniciativa se encuentra parada en el Congreso, porque el Kirchnerismo está en contra de eliminar la tracción a sangre. Ellos entienden que esto tiene que ver con estigmatizar la pobreza, lo cual es absurdo y falso. Calculo que es un proyecto que va a salir con la nueva composición del Congreso, cuando el kirchnerismo deje de tener la presidencia. En el proyecto, además, se da un plazo razonable, no es de un día para el otro, pero se comienza a caminar en el sentido para eliminar este flagelo para los animales. Y, además, estoy a favor de cualquier otro tipo de ley que termine con el sufrimiento animal”.
En tanto, este miércoles, a las 18, habrá una manifestación en el Congreso para pedir por la eliminación de la tracción a sangre y el maltrato de los caballos. De nosotros depende ejercer presión para terminar este flagelo para los animales.