NUEVA YORK.- El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, defendió este viernes las operaciones militares de su país ante la comunidad internacional durante su discurso en la Asamblea General de las Naciones Unidas. Con un tono firme, aseguró que Israel “está ganando” el conflicto en Medio Oriente y resaltó que su país se ha visto obligado a defenderse de los ataques lanzados por Hezbollah, quienes han disparado más de 8000 cohetes, así como de los ataques de los hutíes desde Yemen.

El mandatario israelí también elogió el sacrificio de sus soldados, describiéndolos como luchadores con “gran valor y heroísmo”. En un mensaje directo, expresó que “estamos ganando” y resaltó que Israel se enfrenta a Irán y a “siete frentes” en su defensa del país.

Durante su discurso, varios delegados de la Asamblea se retiraron en señal de protesta, en lo que se vio como una muestra del creciente rechazo internacional hacia las políticas israelíes en la región, especialmente en medio de la escalada con Hezbollah y los continuos bombardeos en la frontera con Líbano.

Netanyahu también destacó que Israel ha logrado traer de vuelta a 154 rehenes en manos de Hamas, 117 de ellos vivos, gracias a un acuerdo de tregua alcanzado en noviembre. Hablando directamente a las familias de los rehenes presentes en la sala, les pidió que se pusieran de pie mientras relataba las historias detrás de cada uno de los secuestrados, incluidos los cuyos cuerpos fueron llevados a Gaza y los sobrevivientes del festival de Nova.

“He venido aquí para decir: basta ya”, subrayó. “No descansaremos hasta que nuestros ciudadanos regresen sanos y salvos a nuestros hogares”, dijo, en referencia a los rehenes que continúan en manos del grupo palestino. “Hamas debe irse” de la Franja de Gaza, añadió el primer ministro israelí, al instar al grupo terrorista palestino a “deponer las armas” para poner fin a la guerra. ”Esta guerra debe acabar. Lo que debe hacer Hamas es rendirse, deponer las armas y liberar a los rehenes”, declaró. “Si [los combatientes de Hamas] no lo hacen, lucharemos hasta lograr la victoria, la victoria total. No hay alternativa”, advirtió.

Además, dijo que su país “seguirá degradando a Hezbollah” hasta cumplir sus objetivos en la frontera con el Líbano, reduciendo esperanzas para un cese al fuego con respaldo internacional. “Israel tiene todo el derecho de remover esta amenaza y permitir que sus ciudadanos regresen a salvo a sus hogares. Y eso es exactamente lo que estamos haciendo. Seguiremos degradando a Hezbollah hasta que todos nuestros objetivos se hayan cumplido”, expresó Netanyahu.

En su discurso, Netanyahu señaló que “la maldición del 7 de octubre” no se limitó a Gaza, sino que se extendió a otros seis frentes, y mencionó en particular los ataques de Hezbollah desde Líbano, los más de 250 ataques de los hutíes en Yemen, y las agresiones de milicias respaldadas por Irán en Irak.

Con tono desafiante, lanzó un mensaje directo a Irán: “Si nos golpean, los golpearemos. No hay lugar en Irán donde no pueda llegar el largo brazo de Israel”, advirtiendo que esto es aplicable a todo Medio Oriente.

Netanyahu afirmó que Israel ha destruido 90% de los cohetes de Hamas y ha matado o capturado a la mitad de sus fuerzas. “Esta guerra tiene que acabar ahora. Lo que tiene que pasar es que Hamas se rinda, entregue las armas y a todos los rehenes”, declaró. “Si no lo hacen, no nos detendremos hasta que logremos la victoria total. Israel también debe derrotar a Hezbollah en el Líbano”.

Sobre la escalada en Líbano, Israel seguirá sus ataques en Líbano hasta que “todos” los objetivos sean alcanzados dijo.

Guerra

Israel llevó a cabo este viernes decenas de bombardeos en Líbano contra Hezbollah, que disparó cohetes hacia el territorio israelí, después de que la propuesta de tregua presentada por Estados Unidos y sus aliados occidentales no prosperase.

Desde el pasado lunes, más de 700 personas han muerto en Líbano por los bombardeos israelíes contra el movimiento islamista libanés, apoyado por Irán y aliado del palestino Hamas, según el Ministerio de Salud libanés.

Ante esta situación, Estados Unidos, Francia, la UE y varios países árabes lanzaron un llamado a un alto el fuego de 21 días, que las autoridades israelíes rechazaron, asegurando que combatirán a Hezbollah “hasta la victoria”.

Desde el lunes, la Fuerza Aérea israelí ha bombardeado los bastiones de Hezbollah en todo el país, obligando a unas 118.000 personas a abandonar sus hogares, según la ONU.

Según la Agencia Nacional de Noticias, un medio oficial libanés, el ejército israelí intensificó sus bombardeos durante la noche, matando al menos a una familia de nueve miembros en el sur de Líbano.

Horas después, Hezbollah afirmó haber disparado cohetes contra la zona de Tiberíades, en el norte de Israel. El movimiento proiraní dijo haber respondido así a los bombardeos “salvajes” de Israel contra las localidades y los civiles libaneses.

El movimiento proiraní Hezbollah abrió un frente contra Israel en solidaridad con el movimiento islamista palestino Hamas, blanco de una ofensiva israelí en la Franja de Gaza desde el ataque de sus milicianos en el sur de Israel el 7 de octubre.

A mediados de septiembre, Israel anunció que el “centro de gravedad” de la guerra contra Hamas se estaba desplazando hacia la frontera con Líbano.

Su meta, según afirmó hoy Netanyahu, es asegurar el regreso a sus hogares de decenas de miles de habitantes del norte, desplazados por las hostilidades con Hezbollah.

En casi un año de violencia, más de 1500 personas han muerto en Líbano, según el departamento de catástrofes nacional. Este balance supera al de la guerra de 2006 entre Israel y Hezbollah, que dejó 1200 muertos en Líbano, civiles en su mayoría, y unos 160 en Israel, sobre todo soldados.

El miércoles, Estados Unidos, Francia, la UE y varios países árabes reclamaron un alto el fuego de 21 días en Líbano, al margen de la Asamblea General de la ONU en Nueva York, pero el gobierno israelí ignoró el llamado. Hoy Netanyahu asegur óque el ejército seguirá combatiendo a Hezbollah “hasta la victoria”.

Temor a una guerra total

Los enfrentamientos en Líbano han avivado los temores a que la guerra se expanda por todo Medio Oriente, máxime después de que grupos regionales respaldados por Irán prometieran que continuarán luchando contra Israel.

Pero, pese a las labores de mediación de los últimos meses, un alto el fuego en Gaza parece difícil de alcanzar.

El conflicto entre el Ejército israelí y Hamas en la Franja de Gaza estalló con el ataque de los milicianos islamistas del 7 de octubre, que dejó 1205 muertos en Israel, en su mayoría civiles, según un recuento de la AFP basado en cifras oficiales israelíes que incluye a los rehenes que murieron o fueron asesinados en cautiverio en Gaza.

De las 251 personas secuestradas, 97 siguen en Gaza, 33 de las cuales han sido declaradas muertas por el ejército.

En represalia, Israel lanzó una ofensiva en la Franja de Gaza que ha dejado hasta el momento 41.534 muertos, la mayoría civiles, según datos del Ministerio de Salud del gobierno de Hamas, considerados fiables por la ONU.

Agencia AP y AFP