De la tragedia de José Fernández a la alegría de los playoffs, la vuelta del Capitán está llena de recuerdos

Miguel Rojas tuvo que contenerse para que la emoción no se lo llevara por delante.

Cuando en el medio de la primera entrada los Marlins proyectaron un video con algunos de sus mejores momentos en Miami, el venezolano a quien todos llamaban “Capitán’‘ solo atinó a quitarse la gorra y saludar con ella al público presente en el loanDepot park.

Poco después, cuando vino a consumir su primer turno en el choque del martes, la ovación volvió a repetirse y otra vez los sentimientos fluyeron a raudales por dentro del venezolano que durante ocho temporadas pasara de ser un jugador de reemplazo a un titular de Grandes Ligas.

Ahora vuelve al lugar donde viviera de lo humano a lo divino, de la alegría a la tristeza, donde quedan muchos amigos y recuerdos. El lugar que desde hace mucho tiempo y aunque juegue para los Dodgers y saludar con ella al público presente en el loanDepot park.

Cuando te llamaban Capitán de los Marlins, ¿qué sentías?

“Era muy bonito escucharlo no tan solo de los fanáticos o los compañeros de equipo o de las personas que están alrededor del juego, sino de la misma gente que toma las decisiones. Creo que en el momento en que pude compartir con Kim Ng, con Derek Jeter, con los propietarios pasados , todo eso pasó aquí y no pasó de la noche a la manaña’’.

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¿Cómo fue ese proceso?

“Pasó gracias a estar al lado de personas como Martín Prado, peloteros como Curtis Granderson, como Ichiro Suzuki. Recuerdo muchos nombres que me ayudaron a ser la persona y el pelotero que soy ahora y por eso estoy realmente bastante contento’’.

Hubo más malos momentos que buenos y siempre dabas la cara. ¿No te cansaba?

“No, eso crea lo que es una personalidad y esa personalidad uno la tiene que ir haciendo durante todos los años que va jugando pelota. Dar la cara era una de las cosas a hacer si uno quería ser líder. Siempre lo quise y siempre lo pedí. Se me dio porque me lo gané. Al final del día siempre hay una voz que está presente para bien o mal y estoy contento de cómo manejé las cosas en mi tiempo aquí’’.

Dices que tu gran logro fue convertirte en jugador del diario.

“En el 2018 tuve la oportunidad de comenzar jugando prácticamente todos los días. Martín Prado se lesionó y me pasan a la tercera base y luego como torpedero. Ahí me di cuenta de que podía ser importante para un equipo y ayudarlo en esa posición. Me siento contento de cómo se desenvolvió todo y un par de años más tarde estamos aquí, jugando casi todos los días, con buena labor defensiva y mejorando con el bate’’.

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Además, son los Dodgers.

“Contento por jugar en un equipo que está 14 juegos por encima del segundo lugar del Oeste y 32 por encima de .500. De verdad que no puedo pedir más que eso’’.

No comenzaste bien y dijiste que debías hacer lo que hacías en los Marlins.

“Lo importante era redescubrir el cómo me sentía en esos años (2020/21), cuál era la posición en que estaba en el home. Fueron muchas cosas, pequeños ajustes que debía ir haciendo, pero a la misma vez no había conseguido ese sentido de qué es lo que debía hacer. Poco a poco lo fui encontrando y hoy en día me siento bastante mejor. Tuve un buen mes de agosto y empecé bien septiembre’’.

¿Qué fue lo peor de tu paso por Miami?

“El momento más duro definitivamente fue la muerte de José Fernández, que lo recuerdo cada vez que paso por aquí por el estadio. Recuerdo esa mañana en que me tuve que parar y recibir la noticia’’.

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¿Y el mejor?

“El momento más alegre fue llevar a los Marlins a los playoffs en un momento tan difícil como el 2020, cuando pasamos por tantas cosas, el COVID-19. Caímos muchos, pero nos levantamos más fuertes. Ese equipo se mantendrá unido por toda la vida. Recuerdo a Francisco Cervelli, recuerdo a Jesús Aguilar, a Jonathan Villar, a Starling Marte. Recordarlos me trae alegría’’.