Tragedia en Barcelona: en una ceremonia íntima, despidieron los restos de una de las gemelas argentinas

El pueblo Sallent, a unos 70 kilómetros de Barcelona, aún está en conmoción por la tragedia
El pueblo Sallent, a unos 70 kilómetros de Barcelona, aún está en conmoción por la tragedia - Créditos: @Captura

BARCELONA.-Familiares y amigos despidieron hoy los restos de Alana, la niña argentina de doce años que falleció el martes pasado luego de arrojarse por el balcón de su casa en el pueblo de Sallent, situado a poco más de 70 kilómetros de Barcelona. Mientras tanto, su hermana, Leila, que saltó con ella como muestra de solidaridad, está internada en la unidad de cuidados intensivos del Hospital Parc Taulí de Sabadell a causa de la caída. Todo apunta a que las gemelas habían sufrido durante meses acoso escolar en el colegio secundario al que asistían, el Institut Llobregat, cuya actuación está siendo ampliamente cuestionada.

Antártida: el centro del mundo se desmigaja como una galleta

El funeral, que empezó a las 11 en el Tanatorio de Sallent, fue un acto no religioso celebrado en la más estricta intimidad, tal como había solicitado la familia. En la ceremonia estuvieron los padres y abuelos de las niñas, además de otros familiares que llegaron desde la Argentina. También asistió el alcalde de la localidad, Oriol Ribalta, que decretó tres días de luto por la muerte de Alana. Está previsto que sus restos sean cremados en Sallent antes de ser trasladados a su tierra natal, en la Argentina.

Los Mossos d’Esquadra, la policía autónoma catalana, entregó ayer su informe al juzgado de instrucción en el que se indicaría que las gemelas fueron víctimas de bullying o acoso escolar, según se filtró a diversos medios catalanes. De momento, el juez mantiene el secreto de sumario. La noticia ocupa un lugar destacado en los medios de comunicación españoles, que intentan aportar luz a las incógnitas que todavía rodean al caso. La principal de ellas, por qué el colegio no activó el protocolo en casos de violencia escolar establecido por el Departamento de Educación de la Generalitat de Cataluña.

Por esa razón, en un primer momento el organismo negó que se trataba de un caso de bullying. Un día después, cambió de posición y abrió una investigación sobre la actuación del centro escolar por parte de los técnicos de la Unidad de Apoyo al Alumnado en situación de Violencia (USAV), que en actúa en paralelo a la judicial. LA NACIÓN intentó contactar al director del Institut Llobregat, pero rechazó hacer declaraciones, la misma actitud que mantiene con el resto de medios.

Desde el entorno familiar se exigen responsabilidades ante lo que consideran un abandono de las responsabilidades de las instituciones públicas, pues los padres se habían quejado tanto al colegio, como al Ayuntamiento e incluso a comisaría de la policía por la situación de violencia que padecían. “En el colegio tengo entendido que expulsaban a los niños unos dos días y luego volvían a clase, con eso no se soluciona el mundo... eso era un regalo para los niños, no se levantan temprano dos días y luego vuelven”, se quejó una familiar entrevistada por la cadena Telecinco.

El Chaltén. Con 5 escaladores muertos, el deporte se cuestiona y nos interpela: ¿por qué decidimos tomar riesgos?

El acoso

La familia era consciente de que las dos hermanas padecían burlas por su condición de extranjeras y su acento argentino, pero desconocía que una de ellas, Alana, había pedido a sus amigas que la llamaran Iván porque se autopercibía como un niño. Este hecho se convirtió en un motivo constante de provocación por parte de algunos compañeros, que la llamaban despectivamente “marimacho” o “Ivana”, algo que habían ocultado a sus padres. Aunque no activó el protocolo contra el bullying, el colegió sí hizo intervenir a una psicóloga, y a la vez requirió la intervención de un centro más especializado, la Fundación Althaia, situada en la vecina ciudad de Manresa.

De hecho, Alana tenía su primera cita el lunes pasado en la Fundació Althaia. Sin embargo, perdió el colectivo de primera hora de la mañana que debía conducirla allí, por lo que llamó para reprogramar la cita, que quedó anotada para el lunes siguiente. Una amiga suya explicó que después de esa visita, quería contar ya a sus padres la decisión de realizar una transición de género.

Según el diario El País, la familia pasaba por una situación financiera delicada, y se alojaba en una vivienda ocupada. La madre tenía un trabajo a tiempo parcial en una cafetería del barrio, pero el padre llevaba varios meses desempleado después de haber desempeñado dos trabajos temporales precarios. Los servicios sociales del Ayuntamiento estaban prestando “asesoramiento” a la familia, pero por razones de privacidad, no especificó qué tipo de problemas había detectado.

Según los expertos, nunca hay una sola causa que explique el suicidio, sino que suele haber una multiplicidad de factores. La tragedia de Sallent ha servido para poner de nuevo encima de la mesa la cuestión del crecimiento notable de trastornos mentales entre los chicos, y sobre todo los adolescentes, a partir de la pandemia de Covid-19. Los suicidios en menores de 15 años se han triplicado en tres años —de siete, en 2019 a 22, en 2021— y otros fenómenos que suelen preceder una tentativa de suicidio, como las autolesiones, también aumentaron.

Dónde pedir ayuda

  • Bullying : El Ministerio de Educación de la Nación cuenta con la línea telefónica gratuita 0800 de Convivencia Escolar (0800-222-1197). Este recurso permite que las familias, estudiantes, docentes y miembros de la comunidad puedan informar situaciones problemáticas que se desarrollan en el ámbito educativo. Además, desarrollaron una guía para docentes con material teórico para intervenir en estas situaciones. Se está trabajando en un plan de acción 2022-2023 que incluye un convenio de colaboración con el Ministerio del Interior de la Nación.

  • Riesgo de suicidio: dónde recurrir en busca de ayuda