Trabajadoras denuncian por violencia de género al director de Culturas Populares; Secretaría de Cultura investiga los casos

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La Secretaría de Cultura federal investiga quejas contra el director del área de Culturas Populares, a quien al menos siete trabajadoras denunciaron por tener tratos violentos en el espacio de trabajo —particularmente contra mujeres—. Algunas de las afectadas incluso prefirieron renunciar a la dependencia, de acuerdo con la relatoría de hechos de una de las denunciantes.

Cuestionada al respecto, la secretaría señaló que actualmente indaga tres denuncias presentadas y que tiene una política de “cero tolerancia a la violencia en cualquiera de sus modalidades”.

Las quejas contra el director

En una de las quejas presentadas —a la que tuvo acceso Animal Político—, se menciona que el funcionario Jesús Antonio Rodríguez Aguirre, quien llegó al cargo el 3 de enero de 2022, se comporta con “pasivo-agresividad verbal, humillaciones públicas, lenguaje corporal agresivo, hace caso omiso de los correos electrónicos laborales que he enviado, amenazas al equipo y contratación de personal que ha duplicado las funciones”.

De acuerdo con la denunciante, el expresar su desacuerdo por las actitudes del director de Culturas Populares motivó que le exigieran firmar su renuncia a la secretaría. Ella no accedió, por lo que fue amenazada con que se le iniciaría una investigación para conseguir su salida.

Otra de las denuncias presentadas indicó que Rodríguez Aguirre “ha tenido una actitud de acoso laboral, discriminación laboral, discriminación de género, faltas de respeto que incluyen agresiones verbales, gritos, ridiculización, entre otros. En diversas ocasiones ha demeritado el trabajo de las directoras de área diciendo que solo se la pasan viendo Netflix”. La denuncia indica que los hechos ocurrieron durante reuniones convocadas por el acusado.

“No omito mencionar que yo ya había recibido comentarios del personal con el que trabajó anteriormente J. A. R., en los que me recomendaban que tuviera cuidado con él, ya que era una persona agresiva, que había maltratado a mucha gente allá también”, dice el documento.

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Estos señalamientos coinciden con los de la tercera denunciante, quien indicó que, durante una reunión, el director la cuestionó junto con otra funcionaria sobre “si estábamos haciendo un buen trabajo” y, haciendo muecas, descalificó sus labores y las amenazó con que iban a dejar de pagarles su salario.

“Lo sentí como una especie de enjuiciamiento sin razón, como un interrogatorio a puerta cerrada. Me sentí amedrentada, vulnerada, descalificada y amenazada, ya que si no hacíamos lo que él quería como él quería que lo hiciéramos, mencionó que ya no nos iban a firmar nuestros informes y recibos mensuales, que no nos iban a pagar”, relató.

“Una persona violenta no debería estar en una dirección”

Una de las denunciantes —quien pidió reservar su identidad por temor a represalias— comentó en entrevista que lleva años trabajando en la Dirección de Culturas Populares y que solo ha sido durante el tiempo que ha tenido como jefe a Rodríguez Aguirre que ha vivido situaciones de violencia.

“Si bien en muchos momentos la dinámica de trabajo estaba marcada por el estrés laboral, jamás recibí por parte de mi director ni por parte de otros jefes o compañeros ningún tipo de agresión o comportamiento violento contra mi persona o contra mi equipo”, afirmó.

La funcionaria explicó que decidió presentar la denuncia después de recibir un correo electrónico con amenazas en su contra y de su familia, acompañado de cuestionamientos sobre su trabajo y por las quejas que se han presentado contra Rodríguez Aguirre.

“Hace una semana, en la mañana todas las denunciantes recibimos un correo electrónico anónimo lleno de groserías y amenazas contra nosotras y nuestras familias, que porque a él nadie lo va a quitar porque él sí es de la 4T. Fue por eso que decidí ir ante el Órgano Interno de Control y el Comité de Ética, por miedo, no solo a quedarme sin sustento, sino porque además esta persona tiene un lenguaje corporal muy agresivo”, dijo. 

La entrevistada agradeció el acompañamiento que les ha brindado la secretaría para presentar sus denuncias y actuar contra el presunto agresor, y confió en que las conclusiones del Comité de Ética y el Órgano Interno de Control no ignorarán las evidencias y los testimonios, ni tampoco se normalizarán actitudes de maltrato verbal y hostigamiento.

“Las compañeras y yo hemos padecido momentos de ansiedad, de crisis, por el temor a las represalias o a que continúe siendo violento mientras realizamos nuestro trabajo, las mujeres no queremos seguir laborando bajo actitudes de acoso. Una persona violenta no debería estar en una dirección, porque es un peligro con todo el que tenga que tratar con él”, indicó.

Mientras se da la resolución del caso, las denunciantes recibieron la promesa de que se tomarán medidas para que acudan a laborar sin ser molestadas, “pero por ahora solo nos queda la espera de ver cómo se desarrollan los hechos”.