Por qué la Tizona fue la espada favorita del Cid Campeador
La tradición o la literatura atribuyen a la Tizona el hecho de ser la espada favorita de Don Rodrigo Díaz, conocido como el Cid Campeador. El héroe nació en Vivar (Burgos) en una fecha supuesta entre los años 1043 y 1048. Murió en Valencia, en combate, en 1099. Sus hazañas las relata El cantar de mio Cid, la primera obra poética extensa de la literatura española y el único cantar épico castellano conservado casi completo.
La Tizona es una espada real, aunque su genealogía es compleja y su datación y su contemporaneidad con el Cid ha generado controversias entre los especialistas. La espada, a lo largo de su historia, sufrió importantes modificaciones. Por ejemplo, su actual empuñadura está datada entre los siglos XV y XVI. Por otro lado, las inscripciones en latín de la hoja, que se imprimieron con ácido, son ligeramente anteriores a la empuñadura.
Qué dice el acero de la espada
Hasta hace poco, la datación de piezas de acero se basaba en la tipología y en la tecnología de fabricación. Puede que para ciertos casos esto suponga una aproximación razonable. Para otros casos, como el de la Tizona, genera incertidumbre. El Grupo de Tecnología Mecánica y Arqueometalurgia de la Universidad Complutense de Madrid, que dirigía el profesor Antonio José Criado Portal, pudo datar la hoja con precisión a través de diversas técnicas experimentales basadas en el envejecimiento natural de los metales. La antigüedad de esta hoja la colocaba 950 años en el pasado, esto es, en el siglo XI. Así se demostró que era contemporánea del Cid Campeador. Se trata de una hoja de acero andalusí, tipo jineta o tajadora, útil para el combate a caballo.
Cómo llegó al Cid
Sobre la historia de la espada y como llegó a manos del héroe hay diversas teorías. El Cantar de mio Cid cuenta cómo Tizona fue arrebatada al moro Malik Bucar. Por otra parte, un cronista árabe llamado Al-Hulal al-ma-divya narra cómo el emir de los almorávides Tusuf envió a su familiar Abubeker un estupendo presente de espadas magníficas. No se sabe el año de la entrega, pero nace una doble suposición conociendo el hecho de que el Cid luchó tanto en el bando musulmán como cristiano. Pudo arrebatársela al emir Abubeker o podría haber sido un regalo de este cuando combatió en este bando. También pudo ser fabricada especialmente para él, ya que según algunas crónicas se fabricaron 50 tizonas con empuñaduras de oro y plata.
Nacida en Sierra Morena
Una vez se ha datado la Tizona y contado sus posibles historias, se puede investigar la ubicación geográfica de la materia prima y el posible taller de fabricación. El grupo que dirigía el profesor Criado Portal en la Universidad de Complutense de Madrid pudo desvelar la procedencia del mineral primigenio.
A través de un análisis de la relación presente de isótopos estables de plomo en la hoja se dedujo que el enclave minero tuvo que estar en Sierra Morena. Por lo tanto, el taller donde se forjó pudo ubicarse en el sur peninsular, en zona andalusí.
¿Por qué tuvo tanto aprecio el Cid por la Tizona?
La clave de esta magnífica espada está en la fabricación de su hoja metálica, que la hace única. Está forjada con acero suave, con bajo contenido en carbono (hipoeutectoide). En la primera fase de su fabricación es un acero blando con malas propiedades mecánicas. La espada en ese momento no es apta para el combate. El secreto está en un proceso posterior: un tratamiento de carburación, también conocido como cementación. Esto hizo que el filo exterior fuese extremadamente duro, resistente e indesgastable. Pero su “alma” de acero suave hace que la espada mantenga la flexibilidad.
La cementación de la hoja de la espada
La dureza de la Tizona se consiguió con nueva tecnología. Consiste en utilizar un “cemento” con carbón vegetal, carbonatos de calcio o algún desecho animal: cuernos, pezuñas, etc. Con esto se prepara una mezcla con la que se recubre la hoja. Posteriormente se calienta a alta temperatura para que parte del carbono entre dentro de la estructura del hierro. Finalmente se deja enfriar a temperatura ambiente. La superficie queda endurecida manteniendo el núcleo blando.
Así, la Tizona que se expone en el Museo de Burgos, objeto de todos estos estudios, es contemporánea a la existencia del Cid Campeador. No tenemos evidencias para poder confirmar que es esta la espada del Cid, pero cualquiera de las tizonas que usara le hizo un buen servicio. Su cuidada tecnología de fabricación y excelentes propiedades mecánicas la hacen una tipo de espada única.
Este artículo fue publicado originalmente en The Conversation, un sitio de noticias sin fines de lucro dedicado a compartir ideas de expertos académicos.
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Investigador Principal del Grupo de Investigación INVITER: Investigación de Interespacios. https://gruposinvestigacion.unir.net/inviter/
Inmaculada Delage González no recibe salario, ni ejerce labores de consultoría, ni posee acciones, ni recibe financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y ha declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado.