Durante años, el magnate de la minería australiano Clive Palmer ha soñado con una sola cosa: construir una réplica del Titanic, cuyo hundimiento en 1912 tras chocar contra un iceberg produjo la trágica muerte de unas 1500 personas.

Palmer, presidente de la compañía Blue Star Line, manifestó sus deseo de construir el Titanic II por primera vez en 2012. Pero su proyecto nunca se concretó. En 2018, hizo otro anuncio pomposo. Sin embargo, la llegada de la pandemia echó por tierra sus planes nuevamente.

El multimillonario espera ahora que la tercera sea la vencida. Este miércoles alquiló una sala en la Ópera de Sídney para hacer saber al mundo una vez más que su visión de construir una réplica a escala del condenado transatlántico finalmente se llevaría a cabo.

Aunque reconoció que todavía no había asegurado un astillero, Palmer, a punto de cumplir 70 años, dijo que ahora tiene más dinero para afrontar los contratiempos y prometió este miércoles que no morirá sin haber hecho nada.

“Es mucho más divertido hacer el Titanic que estar en casa contando mi dinero”, dijo a los presentes el australiano, quien gana casi 500 millones de dólares al año en regalías mineras.

En 2015, el proyecto había sido suspendido después de una disputa de pagos entre una de las empresas de Palmer y la compañía china Citic, que lo dejó sin fondos.

Los planos que presentó ahora son muy similares a los de las versiones anteriores, con algunas actualizaciones para garantizar que cumplan la normativa vigente.

Palmer espera confirmar un astillero para finales de este año y así empezar las obras en el primer trimestre de 2025. Por el momento, el empresario espera que los adjudicatarios tengan su sede en Europa. No cree que los estándares chinos estén a la altura de la tarea, declaró a los periodistas.

La compañía finlandesa de diseño de barcos e ingeniería marina Deltamarin estaba entre las empresas que apoyaban el proyecto, afirmó Palmer.

En el evento de relanzamiento, su equipo compartió un video de ocho minutos que lleva varios años circulando y que muestra la distribución del barco y el aspecto de cada habitación, con actores vestidos de época. Se animará a los pasajeros a vestirse como en la época de 1900, pero no es obligatorio, aseguró un vocero.

Cómo será

El barco tendrá 269 metros de largo y 32,2 metros de ancho, un poco más ancho que el original y la capacidad será de 2345 pasajeros repartidos en nueve cubiertas con 835 camarotes. Casi la mitad de ellos estarán reservados para pasajeros de primera clase.

Los pasajeros de tercera clase comerán estofado y puré en largas mesas de un comedor común, como en el barco original, aunque el vocero dijo que también habrá otras comidas disponibles para quienes deseen una experiencia menos auténtica.

El Titanic original chocó con un iceberg a mitad de su viaje inaugural a través del Atlántico y se hundió el 15 de abril de 1912, lo que resultó en la muerte de aproximadamente 1500 pasajeros y tripulantes.

La historia fue inmortalizada con el estreno de la exitosa película romántica de James Cameron en 1997, Titanic, protagonizada por Leonardo DiCaprio y Kate Winslet como los amantes desafortunados Jack y Rose.

Dirigiéndose a los periodistas el miércoles, Palmer dijo que la historia de amor de Jack y Rose era “una que tocaba los corazones de todos”.

El Titanic también ha fascinado a exploradores aficionados en todo el mundo. Una misión acabó en una tragedia en junio del año pasado cuando los cinco pasajeros a bordo del submarino Titán murieron luego de que la nave tuviera una implosión catastrófica cuando iba camino a los restos del naufragio.

Palmer espera reescribir la historia. “El Titanic ll es algo que puede proporcionar paz. Puede ser un barco de paz entre todos los países del mundo. Millones de personas han soñado con navegar en él, verlo en puerto y experimentar su majestuosidad única. El Titanic ll será el barco en el que esos sueños se hagan realidad”, aseguró.