WINDER.- Colt Gray era visto por sus compañeros como un chico reservado que apenas hablaba o asistía regularmente a clases. Había sido investigado hace más de un año por amenazas de un posible tiroteo escolar, aunque el caso fue desestimado por falta de pruebas. Este miércoles volvió a ser noticia cuando abrió fuego en Apalachee High School en Georgia y mató a cuatro personas.

Chris Hosey, director de la Oficina de Investigación de Georgia, dijo que el tirador de 14 años será procesado como un adulto y que había utilizado un “arma estilo plataforma AR”, un rifle que se ha utilizado habitualmente en tiroteos masivos. Las autoridades seguían investigando cómo había accedido al arma.

El adolescente está siendo acusado por las muertes de los estudiantes Mason Schermerhorn y Christian Angulo, ambos de 14 años, y de los profesores Richard Aspinwall, de 39, y Christina Irimie, de 53, según dijo Hosey en una conferencia de prensa.

Al menos otras nueve personas -ocho estudiantes y un maestro de la escuela en Winder, a unos 90 minutos en auto al noreste de Atlanta- fueron trasladadas a hospitales con heridas. Se esperaba que todos sobrevivieran, según el sheriff del condado de Barrow, Jud Smith.

Lyela Sayarath, una estudiante de tercer año del Apalachee High School que dijo que se sentó junto al tirador en el pasado, lo describió como un “chico tranquilo” que se había trasladado recientemente al instituto y que solía no ir a clase, según dijo a CNN.

“En realidad nunca hablaba. Era bastante callado. La mayoría de las veces no estaba, simplemente no venía al colegio o se saltaba las clases. Pero incluso cuando hablaba, eran respuestas de una palabra o solo frases cortas”, dijo. “No podría decirte cómo sonaba su voz, ni siquiera describirte su cara. Solo estaba ahí”.

Sayarath dijo que no le sorprendió que él fuera el tirador. “Cuando piensas en los tiradores y en como actúan o las cosas que hacen, normalmente es el chico callado o ese es el estereotipo, y él era el que se ajustaba a esa descripción en nuestra clase”, declaró.

Amenaza

Los investigadores federales dijeron el miércoles que el sospechoso había estado en la mira de la policía durante más de un año, en relación con amenazas de tiroteo en un colegio publicadas en Internet, según el FBI.

No se sabe mucho más del sospechoso. Se desconoce el móvil por el que actuó o si hubo algún detonante para que casi un año y medio después haya cumplido aquellas amenazas.

En ese momento, las autoridades fueron conducidas a Colt Gray, que tenía 13 años, después de que el Centro Nacional de Operaciones de Amenazas del FBI recibiera varias pistas anónimas en mayo de 2023 informando de amenazas que habían sido publicadas en un sitio de juegos en línea advirtiendo de un tiroteo en una escuela en “un lugar y hora no identificados”, según declaraciones de la oficina de campo del FBI en Atlanta y de la policía local. Las amenazas incluían fotografías de armas.

Los investigadores de la oficina del sheriff del condado de Jackson, en Georgia, entrevistaron al sospechoso y a su padre, según el FBI. Su padre dijo que tenía armas de caza en la casa, pero afirmó que su hijo no tenía acceso no supervisado a las armas. El sospechoso negó haber hecho las amenazas.

El condado de Jackson alertó a las escuelas locales para que siguieran vigilando al adolescente. “En ese momento, no existían motivos fundados para proceder a su detención o para llevar a cabo una acción policial adicional”, aseguran las autoridades.

El colegio Apalachee High School, donde tuvo lugar el tiroteo y el sospechoso era estudiante este año, está en otro condado -en el de Barrow- y aparentemente la información no fluyó.

Según informó la emisora local WSB-TV, una vecina de la familia vio al chico tomar el micro escolar este miércoles con una remera y una mochila, aunque lo habitual era que su padre lo llevase al colegio.

Hosey dijo que la División de Servicios para la Familia y los Niños del estado también tuvo contacto previo con el adolescente e investigará si eso tiene alguna conexión con el tiroteo. Los medios locales informaron que las fuerzas deregistraron el miércoles la casa familiar del adolescente en Bethlehem, Georgia, al este de la escuela secundaria.

Crónica del asalto

Armado con un rifle de estilo asalto, Gray disparó ayer a los estudiantes en un pasillo de la escuela cuando sus compañeros se negaron a abrir la puerta para que regresara a su clase de álgebra, según su compañera Lyela Sayarath.

El adolescente salió del aula de álgebra durante la segunda hora, y Sayarath pensó que el estudiante callado, quien se había transferido recientemente, estaba saltándose la clase de nuevo. Pero regresó minutos después y quiso volver a entrar al aula. Algunos estudiantes intentaron abrir la puerta cerrada con llave, pero retrocedieron cuando, al parecer, vieron el arma.

Cuando Sayarath lo miró a través de una ventana en la puerta, vio al estudiante girarse y escuchó una ráfaga de disparos. “Fueron como 10 o 15 disparos de una vez, uno tras otro”, dijo.

Dos oficiales encontraron al tirador minutos después de que se reportaran los disparos, dijo Hosey. El adolescente se rindió de inmediato y fue detenido.

Las autoridades seguían investigando cómo el adolescente obtuvo el arma utilizada en el tiroteo y cómo la introdujo en la escuela, que tiene unos 1900 estudiantes en el condado de Barrow.

El tiroteo fue el episodio de violencia escolar más mortífero en la historia de Georgia, y provocó una oleada de indignación. El presidente Joe Biden, en un comunicado, lamentó el ataque como “otro horrible recordatorio de cómo la violencia armada sigue destrozando nuestras comunidades”.

Fue el último de decenas de tiroteos escolares en los Estados Unidos en los últimos años, incluyendo los especialmente mortales en Newtown, Connecticut; Parkland, Florida; y Uvalde, Texas. Las matanzas en las aulas han desatado intensos debates sobre el control de armas y han desgastado los nervios de los padres cuyos hijos están creciendo acostumbrados a simulacros de tiradores activos en las aulas. Sin embargo, poco se hizo para impulsar cambios en las leyes nacionales sobre armas.

El adolescente, que ahora tiene 14 años, iba a ser trasladado el jueves a un centro de detención juvenil regional.

Agencias AP, diarios The New York Times y El País