Tiene 94 años de edad, trabaja en McDonald's y se niega a jubilarse

Loraine Maurer empezó a trabajar en McDonald’s por obligación: su marido se había visto obligado a quedarse en casa por culpa de una discapacidad. Pero 44 años más tarde no quiere dejar de hacerlo, por placer: está tan a gusto con sus tareas diarias que quiere seguir sirviendo hamburguesas a pesar de tener 94 años de edad.

Esta anciana, residente en la localidad de Evansville (Indiana, Estados Unidos), asegura que el principal motivo por el que no quiere retirarse es la relación que tiene con los clientes del negocio. Según asegura, ellos fueron los que más la ayudaron cuando su marido falleció en 1980.

Loraine Maurer (Twitter)
Loraine Maurer (Twitter)

La historia de Loraine se ha conocido gracias a un homenaje que le rindieron sus amados clientes y sus compañeros de trabajo la semana pasada, una fiesta en la que no faltó una gigantesca tarta con 44 velas, que conmemoran todos los años que han pasado desde 1973.

En declaraciones concedidas a ABC News, Loraine asegura que empezó a trabajar porque se veía demasiado joven como para estar metida en casa. Pudo conseguir un pequeño turno que le permitió cuidar de su marido enfermo y tener unos ingresos.

Sus jefes están encantados con ella. Sobre todo porque su presencia es todo un reclamo. “Tiene muchos seguidores que vienen al restaurante a verla”, asegura Katie Kenworthy, la dueña del establecimiento, en declaraciones concedidas al mismo medio.

Lo más increíble de esta historia es que los cuatro hijos de Loraine ya se han jubilado, pero ella sigue trabajando, a pesar de tener 6 nietos y 7 biznietos. Y aunque parezca mentira, ella no es la empleada más senior de la cadena. Ese honor recae sobre Harriett Clopper, de Maryland (también en Estados Unidos) que sigue acudiendo a su puesto con 95 años de edad.