‘Ha pasado mucho tiempo’. Alberto Ibargüen se retira de la dirección de la Fundación Knight

Alberto Ibargüen, presidente y presidente ejecutivo de la Fundación John S. and James L. Knight Foundation, la organización filantrópica con sede en Miami que ha influido profundamente en la cobertura de los medios de comunicación y en los programas artísticos y culturales de todo el país, se jubila, de anunció la Fundación el viernes.

Ibargüen, de 79 años y famoso por su energía, dijo que deja la Fundación pero subrayó que no pretende alejarse de los temas que ha defendido. Las razones de su decisión son numerosas, tanto profesionales como personales.

“En parte es una cuestión de tiempo en el cargo. Ha sido mucho tiempo: 18 años. Ha sido una carrera fantástica, una oportunidad fantástica”, dijo Ibargüen, quien fue editor de Miami Herald y Nuevo Herald antes de aceptar supervisar la multimillonaria dotación de la Fundación Knight.

Los “enormes cambios” en su vida personal —uno de ellos desgarrador— también jugaron un papel importante en su decisión.

En agosto de 2021, su esposa, Susana Ibargüen, líder cívica y presidenta del consejo de Pérez Art Museum Miami (PAMM), falleció a los 76 años luego de una batalla de dos años contra la esclerosis lateral amiotrófica (ALS), un trastorno neurológico conocido como Enfermedad de Lou Gehrig. Llevaban 53 años casados y casi seis décadas juntos. Reconoce que aún está asimilando la pérdida.

“No es algo de lo que uno diga ‘Bueno’ y ‘Eso fue entonces y esto es ahora’, pues no; es algo con lo que todavía estoy lidiando y todavía estoy explorando y tratando de pensar ‘¿Cuál es mi vida con ella en espíritu, pero no en persona?’ y cómo cambia eso”, dijo Ibargüen en una reflexiva entrevista de dos horas con Miami Herald.

“Cambiamos con el tiempo. Tuvimos temporadas en las que estuvimos muy cerca y temporadas en las que estuvimos más separados, pero siempre estuvimos comprometidos el uno con el otro”, continuó. “Las relaciones son complejas, no son lineales. Creo que estar casado con alguien tan interesante y desafiante fue, en cierto modo, liberador. Teníamos un hogar. No sé si tengo el vocabulario para esto, pero el hogar era seguro. [...] Todo lo demás era fácil, fácil de explorar”.

Su huella en su vida, dijo, es indeleble. “Lo que queda, por supuesto, es maravilloso: es un espíritu, es una actitud, es una fuerza, es un aprecio por las cosas, pero no es lo mismo”.

La misión Knight

Ibargüen dejó Miami Herald a los 60 años en julio de 2005 para supervisar el fondo multimillonario de la Fundación Knight, creada en 1950 por John S. y James L. Knight, hermanos que dirigieron una de las mayores y más exitosas cadenas de periódicos de Estados Unidos en el siglo XX, entre las que estaba el Miami Herald. Según la fundación, que trasladó su sede a Miami en 1990, la familia Knight “creía que una comunidad bien informada podía determinar mejor sus propios y verdaderos intereses y encomendaron a las futuras generaciones de fideicomisarios que hicieran precisamente eso”.

Ibargüen se tomó muy a pecho esa misión. Bajo su dirección, la fundación ha invertido $2,300 millones en medios de comunicación, desarrollo tecnológico y organizaciones artísticas y comunitarias a nivel local y en los estados en donde los Knight tenían oficinas, según la organización fundación.

Además de Miami, la Fundación Knight opera en otras siete ciudades: Akron, Ohio; Charlotte, Carolina del Norte; Detroit, Macon, Georgia; Filadelfia; San José, California y St. Paul, Minnesota. La fundación también colabora con fundaciones comunitarias locales en 18 comunidades de todo el país.

Ibargüen, quien fue voluntario del Cuerpo de Paz en Venezuela, dijo que admira el estilo de los Knight Ha intentado honrar su misión, pero a su manera y con una clara visión de los nuevos tiempos. Ibargüen se ha centrado especialmente en invertir en medios digitales y en arte y cultura.

“Ha sido visionario en su enfoque”, dijo Francisco Borges, presidente de la junta de la Fundación Knight. “La transformación digital nos ha empujado a encontrar nuevas formas de sostener nuestra democracia y Alberto nos ha proporcionado las herramientas para hacerlo”.

Durante su mandato de 18 años en la Fundación Knightla inversión de la fundación en las artes en Miami ha superado los $200 millones.

Ibargüen siguió una estrategia acorde con la misión de los hermanos Knight.

“Mi opinión desde el principio fue que esto era menos una organización benéfica y más una oportunidad de inversión social”, dijo. “En una obra de caridad, tradicionalmente, [pues usted] hace la donación, se va y será recompensado en el cielo. No me pareció que los hermanos Knight dirigieran así su empresa, [sino que] pensaban en esto como una inversión social. Ves la comunidad, ves cuáles son los problemas, decides en cuáles puedes hacer algo y en cuáles puedes tener algún impacto, a corto o largo plazo. Entonces te centras en ellos”.

Periodismo y medios digitales

El primer objetivo de Ibargüen después de incorporarse a ka Fundación Knight fue el periodismo, ya que consideraba que podía aprovechar sus 25 años de experiencia. Había dirigido periódicos como el Newsday de Nueva York, el Hartford Courant de Connecticut, el Miami Herald y el Nuevo Herald, que pasó de ser un suplemento de Miami Herald a una publicación independiente en español.

“Jack [Knight] —y yo— escribimos que el propósito de un gran periódico era informar e iluminar las mentes de los lectores para que el pueblo pudiera determinar sus verdaderos intereses. [...] Cuando están comprometidos pueden llegar a una democracia que funcione mejor, así que ese era el planteamiento general”, dijo Ibargüen.

Pero, en 1996, el año en que Herald lanzó su edición digital con noticias de última hora sobre el accidente del vuelo 592 de ValuJet en los Everglades, empezó a ver que la audiencia buscaba compromiso en otra parte. Intuyó que la revolución digital estaba a punto de cambiar para siempre el panorama de los medios de comunicación.

“Había visto este increíble cambio desde el asombroso dominio y la influencia de los periódicos. [...] Incluso marcaban la agenda de lo que iba a salir en las noticias de televisión esa noche y de repente ya no era así: la tecnología permitía que el público se fuera a otro lugar en busca de noticias”, dijo Ibargüen.

Los primeros pasos de la industria periodística en el mundo digital fueron realmente tropiezos, dijo.

“Al principio pensábamos que con poner el periódico en la web la gente confiaría en la marca, porque éramos una marca de confianza, y eso no funcionó. La información digital no se sometía al mismo riguroso proceso de edición que la del periódico”, dijo Ibargüen.

Su reconocimiento de los problemas del sector dio lugar a lo que se convertiría en Knight News Challenge, que pretendía encontrar y apoyar experimentos audaces con noticias e información difundidas a comunidades geográficamente definidas en plataformas digitales.

El discurso de Ibargüen a la junta de Knight fue solemne: dijo que tenían que admitir que eran los mayores formadores de periodistas del mundo —con 20 cátedras de periodismo en facultades de todo el país— y que aunque percibían lo que se avecinaba, no tenían ni idea de qué hacer al respecto.

“Pero tenemos algo que nadie más tiene: una cantidad de dinero en efectiva llamada dotación”, dijo Ibargüen. “Así que vamos a ofrecerla ver qué pasa. Entonces, con ese primer Knight News Challenge, con solo esas tres reglas relativamente claras pero indefinidas de geografía, digital y noticias e información locales, tuvimos miles de ideas en dos o tres años”.

Incluso los genios tecnológicos de MIT se convirtieron en beneficiarios de importantes subvenciones. Y las inversiones allí continúan: la inversión de Knight en tecnología solo en Miami en los últimos 10 años, desde 2012, supera los $60 millones, según cifras de la fundación.

En 2019, después de décadas de esforzarse por explorar diferentes enfoques para ayudar a las organizaciones de noticias locales a adaptarse a un entorno mediático drásticamente alterado, la fundación invirtió $300 millones en los cinco años siguiente es para reimaginar las noticias locales, construir nuevos modelos de negocio, reforzar el periodismo de investigación y conectar con las audiencias a través de la tecnología y el compromiso cívico.

“Knight asumió el papel de intermediario entre el periodismo y la tecnología y creo que lo hicimos bien”, dijo Ibargüen.

Arte y cultura

Las artes en el sur de la Florida se convirtieron en la otra misión impulsora de Ibargüen para la Fundación Knight. El impulso a la promoción de las artes y la cultura en Miami superó los $200 millones desde que dirige la fundación.

“Es difícil imaginar a alguien en la historia de esta comunidad que haya tenido más impacto en el firmamento cultural que Alberto”, dijo el filántropo, cineasta y coleccionista de arte Dennis Scholl.

Scholl fue vicepresidente de Arte de la Fudación Knight durante siete años, durante el mandato de Ibargüen. Scholl supervisó la distribución de casi $100 millones a organizaciones y entidades sin fines de lucro como la New World Symphony, la Escuela Frost de Música de UM, el Festival de Poesía O, Miami y el Festiva Borscht de Cine.

Scholl dejó Knight para dirigir Art Center/South Florida en Lincoln Road Mall de Miami Beach en 2017. Art Center, fundado por la fallecida Ellie Schneiderman, se convirtió en Oolite Arts, un estudio y espacio de exposiciones para artistas visuales. Scholl es su presidente ejecutivo.

“Era una persona increíble para la que trabajar. Vive, respira y cree en la cultura y el arte de esta comunidad y de muchas otras comunidades de Estados Unidos, pero en particular de Miami, donde está su corazón”, dijo Scholl sobre Ibargüen. “Es una deuda de gratitud por haber proporcionado el combustible que le ha permitido a nuestra comunidad cultural despegar”.

Ibargüen nació en Puerto Rico, creció en Nueva York y estudió en la Universidad Wesleyan y en la Facultad de Derecho de la Universidad de Pennsylvania. Se dio cuenta que, como él, tres cuartas partes de la población de la zona tenían raíces en oros lugares. Vio en las artes una forma de cohesionar la comunidad multicultural de la región.

“Eso significa que tenemos que encontrar la manera de unirnos para descubrir el nuevo Miami, para descubrir quiénes somos”, dijo Ibargüen. “¿Cuál es el Miami de nuestros sueños? [...] Al final nos decidimos por las artes y la cultura como el lugar en donde todo el mundo en Miami tuviera algún tipo de participación”.

Ya existían fuertes huesos artísticos, algunos con décadas de antigüedad. Las discográficas de música latina, incluido el estudio de grabación de Gloria y Emilio Estefan en Bird Road, tienen oficinas aquí en Miami. La música de fama mundial, desde Aretha Franklin hasta James Brown, desde Rumours de Fleetwood Mac hasta Hotel California de los Eagles, pasando por la febril racha de éxitos de los 70 de los Bee Gees, se ha grabado en Criteria Studios en North Miami desde su apertura en 1958.

Además, “el Festival Internacional de Cine de Miami iba viento en popa y el Miami Dade College (MDC) intervino y salvó una magnífica institución en esta ciudad, gracias a Nat Chediak y Eduardo Padrón”, dijo Ibargüen. “Tuvimos una de las mayores ferias del libro. Gracias, Mitch Kaplan. Esta increíble feria del libro en un lugar que, ya sabes, no tenía exactamente la mejor reputación como un grupo de ratones de biblioteca”.

“Y tuvimos una comunidad de coleccionistas impresionante y de muy alta calidad, que es una de las cosas que inicialmente atrajo a Sam Keller [director de la Fundación Beyeler] de Art Basel en Suiza. La comunidad de coleccionistas se volcó al máximo para romper Art Basel aquí, liderada por Norman Braman, pero también por [Carlos y Rosa] de la Cruz, los Margulies y Rubell. Esta gente fue increíble por la forma en la que abrieron las puertas de sus casas y de sus colecciones para traer Basel aquí”.

Ibargüen, a través de la fundación, ayudó a financiar PAMM, Institute of Contemporary Art (ICA), Sweat Records, Coral Morphologic y The LAB Wynwood.

“Sin Alberto Ibargüen no existiría Give Miami Day, punto”, le dijo Javier Soto, ex presidente ejecutivo de The Miami Foundation, al Miami Herald en noviembre de 2021, en el décimo aniversario del día dedicado a la filantropía en la Ciudad Mágica.

Aprovechar las atracciones

También es el impulsor de la financiación con $4.5 millones de la digitalización de los archivos de Motown para Museo Motown en Detroit, como parte de una inversión de $23 millones en el futuro digital de las artes en Detroit. La idea se le ocurrió a Ibargüen cuando escuchó cintas de trabajo inéditas de Marvin Gaye y los músicos cortando la histórica grabación de 1971 What’s Going On en los estudios de Los Ángeles y Detroit. “Hablé con la mujer que dirige el Museo Motown y le dije ‘Todo el mundo debería poder escuchar esto’”.

“Un líder visionario”

Borges, el presidente de la junta de Knight, dijo que “Alberto ha sido un líder firme y visionario de la Fundación Knight y ha trabajado incansablemente para transmitir la visión de John y James Knight en una época que ellos solo podían imaginar. Su apasionada búsqueda de ideas innovadoras y audaces que apoyen la misión de la fundación, independientemente de las presiones y los retos que enfrenta nuestra democracia y nuestra sociedad, es su legado”.

Su antiguo jefe en Herald compartió de estos pensamientos.

“Una de las mejores cosas que hice en mi vida fue contratar a Alberto Ibargüen en 1995 como editor de el Nuevo Herald”, dijo David Lawrence Jr., entonces editor del Miami Herald y ahora presidente del Movimiento Infantil de la Florida. “Me reemplazó como editor cuando me jubilé en 1999 y fue un líder sencillamente magnífico para el Herald y posteriormente para la Fundación Knight: inteligente, sabio, tenaz en el mejor de los sentidos y un gran colaborador con una visión para un Miami cada vez mejor”.

Por ahora, Ibargüen no ha concretado sus planes a largo plazo. “Sinceramente, no sé qué será lo próximo que haga, sé si haré algo. Sospecho que algo habrá”.

Sabe que piensa quedarse en Miami, la ciudad que adoptó y en la que ha ejercido una profunda influencia cultural durante casi 30 años. Dijo que dividirá su tiempo entre aquí y Nueva York, en donde viven su hijo Diego, de 47 años, su nuera y sus tres nietos. También se quedará por aquí mientras el patronato dela Fundación Knight busca un sucesor que siga llevando a cabo la misión de los hermanos Knight.

“Tengo la intención de pasar por esa línea de meta, como si estuviera empezando la carrera”, dijo Ibargüen. “Y quien piense lo contrario es que no está prestando atención a las cosas que seguimos financiando y que seguimos desarrollando”.