‘The Handmaid’s Tale’, temporada 5: los 4 puntos de conversación más importantes del episodio 1

Por primera vez en mucho tiempo (básicamente cuatro temporadas completas), un episodio de The Handmaid's Tale me ha dado esperanza en el destino de June Osborne. En el final de la cuarta temporada, ella y su heterogéneo grupo de rebeldes, todos refugiados de Gilead, se unieron para matar a Fred Waterford, un hombre tan consistentemente malvado que ningún espectador lo extrañará, ni siquiera un poco.

En el estreno de la quinta temporada, parece casi seguro que June se saldrá con la suya con el crimen sanguinario, a pesar de sus mejores y más agravantes esfuerzos para que los canadienses la procesen. June es tan frustrantemente June en ocasiones.

“Todo sabe mejor cuando Fred está muerto”

El episodio continúa donde terminó la cuarta temporada, cuando June (Elisabeth Moss) acaba de cumplir su promesa de matar a Fred. Está en una especie de trance en la que no existe nada ni nadie más que su pequeña hija Nichole. No puede escuchar los gritos de su nervioso esposo Luke (O-T Fagbenle) ni los de su frenética mejor amiga Moira (Samira Wiley). Ni siquiera puede reaccionar para lavarse la sangre de Fred: la evidencia que tiene de lo poderosa que se ha vuelto.

Ella se apura para reunirse con su camarilla asesina de sirvientas y comer panqueques en la cena, y le dan una atención más como si fuera el capo de la mafia que una líder rebelde. Ella usa una cantidad muy normal de jarabe. Pero el resto del grupo no está tan satisfecho con la muerte de Fred como lo está June. Tienen sus propias listas de objetivos enemigos; uno incluso tiene una pista sobre dónde pueden conseguir un arsenal de armas. La insurrección parece inevitable y, lo que es peor, June ha perdido a Emily (Alexis Bledel), su teniente de mayor confianza.

En la línea narrativa más triste del episodio, llamado “Morning”, nos enteramos gracias a la esposa de Emily, Sylvia (Clea DuVall), que Emily tomó la decisión desquiciada de volver a Gilead. Ni siquiera se despidió de su hijo. “Ella volvió para pelear, creo. Para encontrar a la tía Lydia, si puede. June insiste en que puede solucionarlo, pero Sylvia sabe que Emily está en una misión suicida. Lo que quiere de June, comprensiblemente, es que la dejen en paz.

June se reivinidica

Loca de ira por la noticia, June se enjuaga improvisadamente en un lago helado en las afueras de Toronto. Un transeúnte preocupado llama a la policía, que le pide a Luke que vaya a la comisaría. June le dice que Emily sintió que “Gilead la llamaba” y, en uno de los presagios más angustiosos hasta la fecha, June y Luke están de acuerdo en que también lo sienten.

Es en este estado que June toma la decisión de entregarse a la policía montada, en parte porque no puede vivir con la amenaza de que algún día la policía quizá venga a buscarla y en parte porque tiene miedo de lo mucho que le gustó matar a Fred. Afortunadamente, a los canadienses no les importa ni tienen jurisdicción. Fred ni siquiera fue asesinado en Canadá, sino en un territorio en disputa. June recibe una multa de US$88 por colocar una “muestra biológica no segura” en el correo canadiense (más sobre esto adelante). Un castigo bastante indulgente, incluso para Canucks.

Elisabeth Moss en ‘The Handmaid’s Tale’ (Hulu)
Elisabeth Moss en ‘The Handmaid’s Tale’ (Hulu)

“Nolites te bastardes carborundorum”

No le toma mucho tiempo a Serena (Yvonne Strahovski) delatar a la asesina, especialmente después de que June le envía el dedo anular cortado de Fred, un guiño a la época en la que Fred (Joseph Fiennes) le cortó el dedo a Serena por atreverse a leer un libro. Las exsirvientas también marcaron el lugar de la muerte de Fred con esa frase latina sin sentido que June descubrió dentro del armario en la casa de Waterford. “Nolite te bastardes carborundorum”, que significa algo así como “no dejes que los bastardos te machaquen”. June se hizo de una tarjeta de visita.

Serena está bastante destrozada por el deceso, especialmente considerando que él era un esposo terrible y aún peor misógino. Culpo a las hormonas del embarazo. Al igual que Emily, decide probar suerte en Gilead, lejos del alcance de June. Probablemente también contribuya que ella espera ser tratada como una santa cuando llegue allí: una mujer que nunca abandonó a su esposo y fue recompensada con un hijo por su fe.

Max Minghella en ‘The Handmaid’s Tale’ (Hulu)
Max Minghella en ‘The Handmaid’s Tale’ (Hulu)

De vuelta en el hogar

Obtenemos un vistazo breve e inesperado a la vida hogareña de Nick (Max Minghella) con su nueva esposa, quien parece simpatizar con la rebelión de Gilead, si no es que ella misma es una rebelde. Él claramente confía en ella. Ella sabe sobre June y tal vez incluso los detalles de la violenta venganza de June contra Fred. Este es el único vistazo de Gilead que tenemos en la apertura de la temporada. Sin Emily, sin Lydia. No hay seguridad de que la hija mayor de June, Hannah, esté bien.

De vuelta en Toronto, luego de que June pagó su multa, Moira y Luke se adaptan a la vida con una asesina declarada en casa. Incluso la dejaron bañarse con Nichole. Y si sirve de algo, Mark (Sam Jaeger), el diplomático que ha estado lidiando con Serena, le da a la venganza extrajudicial de June su sello de aprobación. Incluso le da a June algo que probablemente quiera aún más: la satisfacción de saber que logró asustar a Serena todo el camino de regreso a Gilead.

Los episodios uno y dos de The Handmaid's Tale están disponibles en EE.UU. en Hulu. Aún no se ha confirmado una fecha de emisión en el Reino Unido.