Texas se convertiría en Las Vegas con nuevos casinos, pero ¿Quién se beneficia?

Hay algo más que suerte del lado de algunas personas dispuestas a participar si los casinos llegan a Texas.

Una propuesta del representante Charlie Geren, republicano de Fort Worth, establece el marco para el número de casinos comerciales que se permitirían en el estado, dónde se ubicarían y quién estaría probablemente en la fila para gestionarlos.

El proyecto de ley premiaría a quienes tuvieran una de las 10 licencias estatales para carreras de caballos o de galgos. Podrían abrir un casino sin competencia o vender el derecho a solicitar una licencia para que otro negocio pudiera hacerlo. (Solo cinco de los hipódromos tienen carreras programadas para 2023).

“Esa es otro asunto que he oído plantear a la gente: ¿por qué no abrimos todas estas licencias a una licitación abierta para maximizar los ingresos para el Estado?”, dijo el representante John Smithee, republicano de Amarillo, durante una audiencia de comisión en marzo, cuestionando cómo sabría el Estado que las licencias se están vendiendo por una cantidad justa.

¿Qué empresas estarán detrás de los casinos?

Un grupo de conocidas empresas de juegos de azar está impulsando la creación de un número limitado de casinos resorts de destino en Texas. Tendrán hoteles, restaurantes, espacios para reuniones, lugares de entretenimiento y centros comerciales.

Y el proyecto de ley de Geren, descrito por sus partidarios como un “compromiso” entre las empresas con intereses en el juego de azar —como la Nación Chickasaw, Penn Entertainment, la familia LaMantia del Sur de Texas, Fertitta Entertainment y el gigante de los casinos Las Vegas Sands— establece quiénes pueden solicitarlo. Las empresas y las personas afiliadas han donado aproximadamente $6 millones a candidatos en Texas desde 2020.

Los partidarios del proyecto de ley dicen que la estructura de licencias permitirá un desarrollo más rápido de los resorts de destino, al tiempo que impulsará la industria de las carreras de caballos. Pero el marco de concesión de licencias de casino también limita el proceso de licitación abierta y la transparencia. Algunos republicanos han calificado una versión de la medida como de “bienestar corporativo”.

Eso, si Texas llega a ampliar los juegos de azar.

El proyecto de Geren tendría que salir de la Cámara de Representantes, donde está convencido de que tiene los votos, y del Senado, donde el vicegobernador Dan Patrick dice que no los tiene. A continuación, la propuesta se presentaría a los electores como enmienda constitucional en las elecciones de noviembre.

Un proyecto de ley complementario del representante John Kuempel, un republicano de Seguin, también tendría que pasar y ser aprobado por el gobernador Greg Abbott. Ambos proyectos de ley fueron aprobados el lunes por la comisión de Asuntos Estatales de la Cámara.

¿Dónde se ubicarán los casinos?

El proyecto de ley de Geren permitiría ocho casinos de destino turístico en las áreas metropolitanas donde se encuentran los hipódromos: Dos en el área de Houston, dos en Dallas-Fort Worth, uno en San Antonio, otro en McAllen y uno más en Corpus Christi, así como uno en un lugar no especificado.

El casino no especificado pudiera estar en cualquier lugar del estado, siempre que estuviera al menos a 100 millas de alguna de las otras ciudades. Los electores de la zona también habrían tenido que aprobar los casinos en Texas. El propietario se elegiría mediante licitaciones.

Las personas o empresas que ya tuvieran una licencia para carreras de caballos y galgos a partir del 1º de enero de 2022 pudieran solicitar una licencia de casino o designar a una persona u organización externa para que la solicitara en su lugar, presumiblemente vendiendo los derechos a la persona o empresa, como Las Vegas Sands u otra compañía de casinos. Los titulares solo podrían tener dos licencias de casino.

De las 10 licencias de carreras que hay en Texas, la empresa de entretenimiento y casinos Penn Gaming posee tres y una de sus filiales otra, y la familia LaMantia, distribuidora de cerveza, tiene tres.

Durante una audiencia de la comisión celebrada en marzo, los legisladores se preguntaron cuánto costaría una licencia de casino y cómo sabría Texas que está consiguiendo el mejor trato si el proceso se reduce esencialmente a unos pocos licitadores, en lugar de un proceso abierto.

Un experto político calificó de “absurda” la idea de distribuir las licencias de casino a través de los hipódromos.

“Eso es entregar un enorme beneficio a un número limitado de personas anónimas en lo que respecta al público en general”, dijo Cal Jillson, profesor de ciencias políticas de la Universidad Metodista del Sur (SMU). “La idea de que estas valiosísimas licencias de casinos de destino tengan que ir unidas a las actuales licencias de hipódromos y canódromos no tiene ningún sentido. Y así, normalmente cuando hay un gran beneficio distribuido por un estado como Texas, sigues el dinero. Así que, ¿quién se va a beneficiar de esto?”.

Los solicitantes de una licencia de casino tendrían que pagar una tarifa al estado de hasta $2.5 millones, dependiendo de la ubicación. Solicitar una licencia no garantiza obtenerla. Uno de los requisitos es una inversión prometida de entre $250 millones y $2,000 millones.

El precio exacto que costaría una licencia de casino no está claro y dependería de factores como la ubicación, el número de posibles clientes y la uitlidad esperada, dijo Reilly White, profesor asociado de finanzas en la Universidad de Nuevo México. Espera que el precio varíe de un casino a otro. En las circunstancias adecuadas, es posible que la licencia valga millones o decenas de millones, dijo White.

¿Quiénes son los jugadores?

Las Vegas Sands

Las Vegas Sands es la empresa más mencionada en lo que se refiere a casinos resorts de destino en Texas. Sands, a través de su comité de acción política, ha donado más de $2 millones a demócratas y republicanos.

Para abogar por los megacasinos, también formó la Destination Resort Alliance, de la que son miembros Tilman Feritta Entertainment, la familia LaMantia, Penn Entertainment y la Nación Chickasaw.

Sands, valorada en más de $40,000 millones, vendió sus propiedades en el Strip de Las Vegas en 2022 y se ha centrado en expandirse en Asia y Nueva York, según Las Vegas Review Journal.

Pero Sands ya expresó su interés en la zona de Dallas y está en negociaciones para obtener una licencia de casino, dijo el vicepresidente de Relaciones Gubernamentales, J.T. Foley, a los legisladores en la audiencia de la comisión celebrada en marzo. No quiso dar más detalles sobre con quién están negociando.

“Algunas de las personas que tienen estas licencias de asociación de hipódromos no podrán usarlas todas para un casino, por lo que potencialmente podría haber otros jugadores que vengan y decidan formar parte de esto”, dijo Christopher Hughes, abogado de Sands. “Si yo fuera uno de los grandes operadores de casinos de Estados Unidos, probablemente estaría hablando con la gente sobre cómo entrar en este mercado”.

El vicepresidente sénior de Las Vegas Sands, Andy Abboud, no estuvo disponible para hacer comentarios.

La nación Chickasaw

La Nación Chickasaw tendría el camino más directo para abrir un casino de tipo resort en el norte de Texas.

Lone Star Park, un hipódromo de Grand Prairie, es propiedad de empresas subsidiarias de la Nación Chickasaw, la tribu que posee y explota el WinStar World Casino and Resort de Thackerville, Oklahoma.

La Nación Chickasaw se ha opuesto en el pasado a la expansión del juego de azar en Texas. Permitir que la tribu tenga un casino comercial en el estado pudiera aplacar esa oposición.

En una declaración del 3 de febrero, la tribu dijo que estaba interesada en trabajar con la Legislatura en el proyecto de ley. No hubo un representante disponible para hacer más comentarios.

“La Nación Chickasaw lleva mucho tiempo participando activamente en la economía de Texas y comprometida con la creación de empleos bien remunerados y de calidad para los texanos”, dijo la tribu. “Dado nuestro compromiso con Texas, esperamos comprometernos con su Legislatura sobre los beneficios económicos y las decenas de miles de empleos que los resorts de destino traerán al Estado de la Estrella Solitaria”.

El estado de Oklahoma recaudó más de $191.5 millones en tarifas pagadas por las tribus para operar juegos tipo casino como parte de un pacto estatal en el año fiscal 2022, según un informe de la Unidad de Cumplimiento del Juego de Azar del estado. El pacto es requerido por la ley federal si las tribus quieren ofrecer ciertos juegos. Las tribus generaron más de $3,190 millones en ingresos.

Desde 2020, la tribu ha donado más de $1 millón a candidatos en Texas.

El proyecto de ley de Geren también permitiría negociaciones sobre un pacto tribal-estatal para permitir que las tribus federalmente reconocidas de Texas operen juegos estilo casino en el estado. Texas tiene algunos casinos tribales, pero el pacto les permitiría ampliar los tipos de juegos de azar ofrecidos.

Texas tiene tres tribus reconocidas a nivel federal: la Tribu Alabama-Coushatta de Texas en Livingston, el Pueblo Ysleta del Sur en El Paso y la Tribu Tradicional Kickapoo de Texas en Eagle Pass.

Los casinos de tipo resort de destino operados por la Nación Chickashaw en Texas se considerarían casinos comerciales y tendrían que cumplir las normas estatales de operación.

La familia LaMantia

Las empresas de la familia LaMantia son propietarias de las licencias para un galgódromo, el Gulf Coast Racing en Corpus Christi, el Laredo Downs en Laredo y el Valle de los Tesoros en McAllen, los hipódromos no han terminado de construirse. Solo el hipódromo de Corpus Christi tiene carreras programadas para 2023.

Su participación en el hipódromo de Laredo significa que, al igual que la Nación Chickasaw, la familia o su representante podrían tener ventaja a la hora de entrar en el negocio de los casinos del norte de Texas. Esto se debe a que el proyecto de ley establece que el titular de una licencia de carreras en Laredo pudiera abrir un casino en Dallas-Fort Worth. El proyecto de ley también permite al titular de una licencia de carreras de la zona de Brownsville-Harlingen abrir un casino en la zona de Houston. Todos los demás titulares de licencias de carreras solo podrían abrir un casino en su área metropolitana.

Greg LaMantia, presidente de la empresa propietaria de la mayor parte de Laredo Downs, escribió en un correo electrónico que no estaba disponible para hacer comentarios. Su hermano, Steve LaMantia, también accionista de los hipódromos de Corpus, Laredo y McAllen o de las empresas que los poseen, no devolvió la solicitud de comentarios.

La familia es más conocida por su empresa de distribución de cervezas Anheuser-Busch.

Morgan LaMantia es una demócrata de South Padre Island que cumple su primer mandato en el Senado de Texas y es sobrina de Greg LaMantia e hija de Steve LaMantia. Un vocero de la senadora dijo que se abstendría de participar en votaciones relacionadas con los juegos de azar parimutuales o la legislación sobre el alcohol.

Los miembros de la familia han hecho una serie de donaciones políticas en Texas a lo largo de los años, incluyendo al menos $360,000 desde 2020.

También cabe destacar: el expresidente de la Cámara de Representantes Joe Straus, republicano de San Antonio, y miembros de su familia tienen participaciones en los hipódromos de Laredo, Selma y McAllen. El abogado y donador demócrata Mikal Watts posee el 20% del hipódromo de Corpus Christi.

Penn Entertainment

Penn Entertainment, que de hecho posee el mayor número de licencias de carreras en Texas, también podría estar intentando abrir casinos en Texas o al menos designar a otra entidad para que lo haga.

Penn Entertainment de Wyomissing, Pennsylvania, posee licencias para pistas en Manor, Houston y Harlingen. Una empresa que adquirió en 2018 posee la licencia para una pista en Selma, cerca de San Antonio. Sus cuatro licencias de carreras significan que la empresa de entretenimiento de $4,500 millones pudiera salir como uno de los principales beneficiarios si el juego de azar se aprueba como se propone en el proyecto de ley de Geren.

La empresa, valorada en $4,500 millones, “espera tener la oportunidad de ayudar a traer resorts de categoría mundial a Texas”, un esfuerzo que pudiera generar más de 120,000 empleos relacionados con la construcción y más de 75,000 empleos permanentes, según Eric Schippers, Vicepresidente Sénior de Asuntos Públicos y Relaciones Gubernamentales de Penn.

“Hemos mantenido algunas conversaciones preliminares con partes interesadas en relación con la venta privada de nuestras licencias excedentes, pero es prematuro hacer más comentarios dado que es una etapa muy temprana del proceso legislativo”, dijo en un correo electrónico en respuesta a preguntas escritas.

Schippers testificó a favor de la legislación.

Jay Snowden es director ejecutivo y presidente de la empresa, que cotiza en bolsa. La empresa cuenta con 43 casinos e hipódromos en todo el país y es propietaria de las empresas de apuestas deportivas theScore y Barstool Sports.

En la audiencia de marzo, la empresa se mostró a favor tanto de los casinos resorts de destino como de las apuestas deportivas en línea.

Los comités de acción política afiliados a Penn Entertainment han contribuido con unos $330,000 para candidatos en Texas desde 2020.

Tilman Fertitta

Representantes de Fertitta Entertainment también se dirigieron a los legisladores en la audiencia de la comisión de marzo, sugiriendo que ellos también podrían estar interesados en abrir casinos en Texas.

El multimillonario de Houston Tilman Fertitta es propietario de Fertitta Entertainment Inc., empresa matriz de Landry’s, compañía restaurantera, de hospitalidad y entretenimiento. Fertitta también es propietario de los Houston Rockets y del Golden Nugget Casino and Hotel de Lake Charles (Louisiana).

El yerno del vicegobernador Dan Patrick, Jared Scruggs, es cabildero de la empresa, según los registros de la Comisión de Ética de Texas. Scruggs fue contactado inicialmente por teléfono, pero no devolvió las solicitudes posteriores de comentarios. Un representante de la empresa no estuvo disponible para una entrevista.

Fertitta y un PAC afiliado han donado más de $2.1 millones a candidatos en Texas desde 2020, incluidos $400,000 a Patrick, según muestran los registros de la Comisión de Ética de Texas. Fertitta Entertainment también pagó $1,800 para que Patrick y su personal volaran a un mitin de Donald Trump el año pasado, muestran los registros.

“Ya no se trata solo de juegos de azar”, dijo Gerry Del Prete, director ejecutivo de juegos de azar de la compañía durante la audiencia de la comisión.

Del Prete explicó que la mayoría de sus casinos cuentan con hoteles, restaurantes, bares, espacios para convenciones, tiendas y un spa con piscinas. El 80% de los clientes de la empresa en Lake Charles proceden de Texas, dijo.

“Sabemos cómo administrar y construir casinos resorts de destino de primera clase que atraen al turismo de todo el mundo”, dijo Del Prete.

Charlie Geren

Geren no considera que su proyecto de ley elija ganadores y perdedores.

“Creo que todo el estado saldrá ganando, y hemos elegido zonas que creemos que apoyarán el desarrollo de grandes resorts”, dijo.

Y no todos los multimillonarios de Texas van a querer entrar en el juego de los casinos, dijo Geren.

“Hay que elegir a gente que entienda el negocio”, dijo.

Aunque hay otros funcionarios que han recibido sumas más grandes, Geren ha recibido algunos dólares de campaña de grupos involucrados en la campaña para expandir el juego de azar desde 2020: $10,000 de los PAC de Texas Sands y Penn Entertainment, $5,000 de la Nación Chickasaw y $2,500 de Tilman Fertitta, según los registros de la Comisión de Ética de Texas.

“Las contribuciones a las campañas no afectan a ninguno de los votos que he emitido”, declaró Geren.

Su esposa, Mindly Ellmer, es cabildera en Austin y representa a la Texas Restaurant Association, así como a TRT Holding, empresa propiedad del multimillonario de Dallas Bob Rowling de Omni Hotels and Resorts. No devolvieron la solicitud de comentarios.

Omni no tiene casinos, pero la industria hotelera y restaurantera son dos que pudieran beneficiarse de los resorts de destino.

Geren dijo que la representación que hace Ellmer de los grupos no representa un conflicto de intereses para él. Ellmer dijo al Star-Telegram que ninguno de sus clientes está involucrado en el esfuerzo de traer casinos de estilo resort de destino a Texas.

Geren, propietario de un restaurante, dijo que ha votado en contra de medidas que su esposa ha cabildeado y cuando puede haber un conflicto, se presenta, pero no vota a favor ni en contra del proyecto de ley. No cree que la medida del casino afecte a los clientes de Ellmer.

“No me preocupa su trabajo, ni a ella el mío”, dijo.

Ellmer ha representado anteriormente a PM Texas LLC, que abogó por los casinos en Texas a través del grupo Let Texans Decide. Ellmer ya no está registrada como cabildera del grupo, según la Comisión de Ética de Texas.

Los tres grandes

El gobernador Greg Abbott y el presidente de la Cámara de Representantes, Dade Phelan, se han mostrado abiertos a la instalación de casinos en Texas, si se siguiera el modelo de resort propuesto por Geren y otros. La senadora Carol Alvardo ha presentado un proyecto de ley similar en el Senado.

“Si se puede construir de una manera que sea una especie de operación profesional que proporcione una forma de entretenimiento para la gente, eso es algo a lo que puedo estar abierto”, dijo Abbott al Star-Telegram en una entrevista en febrero.

Geren afirma que su proyecto de ley cuenta con suficientes apoyos para ser aprobado en la Cámara de Representantes. El lunes fue aprobado por un grupo de representantes, lo que significa que pudiera debatirse en el pleno.

“Estamos tratando de elaborar un proyecto de ley que nos permita conseguir los 100 votos necesarios, y aquí es donde pensamos que teníamos que llegar para lograrlo”, declaró Geren.

Pero algunos miembros han dicho que no apoyan la expansión de los juegos de azar, y los intentos anteriores han fracasado. En un mensaje publicado el 19 de marzo en Twitter, el Texas Freedom Caucus se opuso a una versión anterior de la medida y a otro proyecto de ley que permitiría a los electores decidir si las apuestas deportivas en línea deberían ser legales.

“Esto es bienestar corporativo en su peor forma dando privilegios especiales a los ricos y a las empresas de apuestas y deportes profesionales”, decía el tuit. “Esto no es un mercado libre, y no vale la pena causar a las familias en Texas el daño que conlleva la adicción al juego”.

El miembro del Caucus representante Nate Schatzline, un republicano de Fort Worth, compartió la publicación, planteando preocupaciones sobre posibles aumentos en el tráfico de personas y drogas. En una entrevista, reiteró esas preocupaciones y dijo que la propuesta da ventajas a ciertos negocios.

“En última instancia, tenemos que proteger nuestro estado”, dijo Schatzline.

El representante Chris Turner, demócrata de Grand Prairie, hizo varias preguntas sobre cuánto cuesta una licencia de casino durante la audiencia de la comisión. No se ofreció una respuesta clara.

“Creo que hay mérito en lo que hemos oído de algunos de los testigos, que los titulares de licencias de hipódromos existentes tienen algunos conocimientos y experiencia y, obviamente, han cumplido con las normas reguladoras actuales”, dijo al Star-Telegram. “Así que tiene mérito empezar por ahí, pero al mismo tiempo... igualmente quiero asegurarme de que conseguimos el mejor trato para los contribuyentes, no nos limitemos en quién puede participar”.

Ve oportunidad para la participación, pero quiere estudiar más a fondo esa parte del proyecto de ley.

Aunque el proyecto de ley salga adelante en la Cámara de Representantes, todavía tiene que pasar por el Senado, donde se prevé un camino cuesta arriba. Podría ser el lugar donde los proyectos de ley mueran para este periodo de sesiones.

Patrick dijo en un episodio de 23 de marzo de The Chad Hasty Show, un programa de radio de Lubbock, que no hay suficientes votos en el Senado entre los republicanos para las apuestas deportivas o la ampliación de los juegos de azar.

“El vicegobernador Patrick ha repetido, una y otra vez en noviembre, enero y marzo, que el Senado no tiene los votos para ampliar el juego de azar”, dijo el vocero Steven Aranyi en un comunicado. “Nada ha cambiado. Ningún republicano presentó un proyecto de ley de juegos de casino en el Senado”.