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La cultura del testamento: los estadounidenses planifican, los mexicanos le rehuyen y los españoles quieren su parte ya

Last Will and Testament Document Ready to Sign. Last Will Document and Fountain Pen Closeup Photo.
La pandemia ha puesto sobre el tapete la importancia de planificar la repartición de bienes y expresar últimas voluntades cuando aún se goza de buena salud. (Getty Images)

Cuando pienso en mi muerte, lo primero que me viene a la cabeza es este poema del colombiano Kemel George, que popularizó la hispano-venezolana Soledad Bravo cuando yo era niña.

Hermano, voy a la guerra

me llevan muy obligado

Las cosas que dejé abiertas

recójanlas con cuidado.

No sea que algo se me pierda

cuando la vida me corten

en el momento que muera

quiero mis cosas en orden

Aclaro que amo la vida y que quisiera fallecer viejita. Pero cuando ocurra no quisiera que mis hijas se vieran en la difícil tarea de revisar cajas de papeles para diferenciar los documentos importantes y de la basura que acumulé por desorden y desidia. Y mucho menos que se peleen por dinero.

Y sé que solo pensar en el tema me hace un bicho raro en mi cultura. Aunque nadie es eterno, para los hispanos resulta una rareza tomar previsiones y expresar claramente qué deseamos hacer con nuestros bienes, nuestras creaciones y nuestra identidad digital cuando llegue el momento de morir.

Yo tengo claro (desde que llegué a la mayoría de edad) que deseo donar todos mis órganos a quien pueda necesitarlos, el cerebro a la investigación científica y que cremen el resto para ser devuelto a la tierra, pero no dentro de una urna sino como abono de un árbol ( o en cualquier monte verde y salvaje).

Y si de aquí a allá tengo alguna propiedad a mi nombre, pues no tengo dudas de que debe ser repartida equitativamente entre mis dos hijas.

El pragmatismo estadounidense

La pandemia ha puesto al mundo patas arriba y eso incluye a las sucesiones.

Los estadounidenses se han enfrentado al tabú de la muerte desde que llegó la COVID-19 y han puesto en marcha iniciativas para que las personas pongan al día sus finanzas y redacten sus testamentos sin dramas ni exponerse al virus.

"Todos deberíamos hacer el mayor esfuerzo posible y minimizar el nivel de ansiedad y estrés que podemos causar a nuestras familia al no arreglar nuestros asuntos con antelación", dijo Jack Newton, presidente de la firma de tecnología legal Clio, a una filial local de ABC News.

La mayoría de los estados de la federación ha impulsado leyes que facilitan el engorroso proceso de repartir bienes. Illinois permite las reuniones virtuales entre los abogados y los clientes que desean redactar sus testamentos, fundaciones o dejar sentada su voluntad en caso de que emerjan problemas de salud.

Las personas pueden mostrar su identificación a las cámaras y luego notariar documentos a distancia.

Los abogados insisten en que si deseas que se cumplan tus deseos debes expresarlos con claridad aunque hoy disfrutes de una estupenda salud. Y si te enfermas y te hospitalizan, tus doctores deben conocer si has firmado documentos sucesorales, porque seguramente tus familiares no podrán ingresar a las salas destinadas a los pacientes de Covid-19.

Los tercios españoles

La pandemia en España colapsó los hospitales y ha colocado a los pacientes y los familiares en circunstancias excepcionales en las que los notarios tienen prohibido trasladarse a los domicilios y centros asistenciales para redactar testamentos, aunque un decreto real sustituyó el control notarial por un estricto proceso de verificación posterior al deceso.

Teresa Duplá, profesora de Derecho de Esade, explicó en la web Do better que el código civil español contempla el testamento en tiempo de epidemia, en el que una persona expresa su voluntad sin presencia de un notario, siempre y cuando haya tres testigos mayores de 16 años.

Otra modalidad es el testamento ológrafo, en el que una persona reparte sus bienes y expresa su voluntad en un documento escrito de su puño y letra.

Y el testamento de peligro de muerte tampoco necesita la presencia de un notario pero resulta poco útil en estos tiempos de pandemia porque requiere que 5 personas testifiquen que la persona tenía altas probabilidades de morir.

Cada país tienes legislaciones específicas sobre cómo una persona puede disponer de sus bienes.

En España, las herencias se dividen en tres tercios. Un tercio se le conoce como la "legítima", que se divide de manera equitativa entre los descendientes directos del fallecido. Un tercio es el de "la mejora", en el que una persona puede beneficiar a uno o más herederos sobre los otros descendientes. El tercer tercio es de libre disposición y puede ser otorgado a cualquier persona, aunque no sea un familiar directo.

Lo que sí ha cambiado es la premura con la que los familiares solicitan la repartición de los bienes.

"Lo normal es que me llamara gente que se había muerto su padre, su madre, su tío... hace dos meses, hace seis meses... normalmente fallecidos de unos meses. Pero ahora estoy teniendo muchas consultas para iniciar trámites de herencia porque están todos peleados y con fallecimientos de hace dos días", dijo Javier Marqués del Castillo, abogado titular de Abogados Marqués del Castillo y experto en derecho sucesorio a La Opinión de Málaga.

También han aumentado las consultas de los ancianos para desheredar a los hijos porque se han sentido abandonados y desasistidos durante la pandemia. Pero Marqués del Castillo advierte que no es tarea fácil. "Tú no puedes desheredar a un hijo porque no te ha habido a ver, tiene que haber un maltrato real y demostrable".

El mes del testamento mexicano

La renuencia por el tema de las herencias es tal en México que las autoridades bautizaron septiembre 2020 como el "Mes del Testamento" para promover su otorgamiento entre los mexicanos y contribuir a una cultura de previsión, de certeza y seguridad jurídica en el derecho a heredar.

Los notarios públicos no habían notado un incremento particular en el otorgamiento de testamentos desde el inicio de la pandemia. Una de las causas podría ser el respeto de la población a las medidas de confinamiento y la otra la prohibición que tienen los notarios a atender a personas enfermas de Covid-19 y que deseaban hacer su testamento antes de morir, informó el diario El Sol de Toluca.

"La pandemia nos ha dado una gran lección para que la sociedad reflexione más en tener una previsión de sus acciones y la previsión es, literalmente, tener sus documentos en orden, sus escrituras, sus contratos, sus cuentas bancarias y sus beneficiarios de ellas, sus seguros, sus acciones, sus depósitos y también su testamento", dijo el abogado Ramos Campirán.

En México es particularmente importante planificar las herencias porque los hijos no tienen derechos directos sobre los bienes de los padres. Cada mexicano es libre de decidir a quien legará su patrimonio.

Así que mi necesidad de expresar a viva voz lo que deseo con mis restos y mis bienes después de mi muerte no es un acto descabellado sino una muestra de aprecio y cuido con los que quedarán atrás. Sigo pensando que "en el momento que muera quiero mis cosas en orden".

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