Teorías de conspiración ponen en duda el Juego 4 de las Finales de la NBA

Steph Curry abandona después de la derrota en el Juego 4. Foto: NBA
Steph Curry abandona después de la derrota en el Juego 4. Foto: NBA

El Juego 4 fue bizarro por varias razones: se produjo una explosión ofensiva sin precedentes en unas Finales de la NBA y ejecutada por Cleveland Cavaliers ante la mejor defensa de la liga, hubo muchísimo juego de contacto, estadísticas poco convencionales, se batieron varios récords y los árbitros tomaron decisiones extrañas, polémicas y muy discutibles.

¿Adivinan cuál de todos los puntos anteriores es el que más conversaciones está generando?

Los Cavaliers evitaron la temida barrida (3-1) y agarraron algo de oxígeno para soñar con la remontada gracias a la gran actuación de su ‘Big Three’. Kyrie Irving (40 puntos), LeBron James (31 puntos) y Kevin Love (23 puntos) combinaron 94 unidades, mientras que Golden State Warriors se desmoronó ante el arsenal perimetral de Cleveland. Nunca antes unas Finales se habían anotado 24 triples, en el que fue uno de los ocho récords que se batieron durante el encuentro.

Hubo otras marcas para la historia, como el mayor número de puntos convertidos por un equipo (Cavs) en un solo periodo (49) y en una mitad (86); la cifra combinada más alta jamás lograda en dos cuartos (154) o el máximo número de triples dobles en diferentes Finales (James con nueve, quien superó a Earvin ‘Magic’ Johnson). Incluso hubo una marca que se cortó de raíz, como el que los Warriors se convirtieran en el primer equipo en ganar un campeonato sin perder un encuentro.

¿Se imaginan ahora cuál es el tema de conversación?

Las siete faltas técnicas técnicas combinadas, con la mención especial al esperpento vivido con Draymond Green, quien fue sancionado con la que todos pensamos fue su segunda falta técnica hasta que los oficiales optaron por romper los moldes:

“La primera fue para Steve Kerr, no para Green”. Esa fue la explicación de los oficiales. No hicieron falta los redobles y los platillos para amenizar el circo, y hasta el propio coach quedó sorprendido. El alero no fue expulsado.

Algo más previsible fue la técnica a LeBron y Kevin Durant, quienes se enzarzaron en una acalorada discusión que acabó con una por barba. Claro que para enzarce, el de Zaza Pachulia con Iman Shumpert y el golpe en la ingle que recibió el jugador de los Cavs. Ni el visionado en el monitor fue suficiente para determinar una merecida flagrante contra el pívot de los Warriors. La jugada en la que Love golpeó de manera fortuita a Durant en un bloqueo fue una caricia comparada con acción de Pachulia.

Los errores arbitrales se fueron encadenando y los 26 tiros libres a favor de los Cavaliers se vieron con recelo por parte de los Warriors. A los árbitros se les escapó el partido y Twitter se llenó de teorías conspirativas que apuntaron directamente a la NBA. En este espectáculo mundial, a todos les benefició un Juego 5 en Oakland, a los Warriors, por llenar sus arcas y tener la opción de celebrar el campeonato en su feudo, a los Cavaliers por motivos obvios y a la liga por alargar la fiesta de las Finales.

Entremos en razón, no hay imán que atraiga la pelota naranja a pasar por el aro y la victoria de los Cavaliers no tiene paliativos, sin embargo, este tipo de actuaciones arbitrales alientan el que las conversaciones vayan por el lado por el que nunca deberían ir.

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