Tensión en Polonia tras cinco días de protestas por un fallo judicial que restringe el derecho al aborto

VARSOVIA.- Desde la capital a las ciudades más pequeñas del país, cientos de polacos se manifiestan desde el jueves pasado en las calles para protestar contra una sentencia judicial que suprime el derecho al aborto, y que restaura así uno de los regímenes más inflexibles de Europa en materia de interrupción del embarazo.

La situación tomó temperatura desde que, en un resistido fallo, la Corte Constitucional suprimió la semana pasada el derecho a la interrupción del embarazo y desató las protestas, hasta ahora pacíficas, contra la cuales el gobierno eligió la línea dura.

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El primer ministro conservador, Mateusz Marawiecki, pidió la intervención del Ejército para contener las protestas, sobre la base del fuerte brote de coronavirus que sacude al país, así como la "barbarie" y el "vandalismo" de las marchas.

En tanto, el Covid-19 muerde como nunca antes: justamente este martes se llegó a un nuevo récord con 16.300 contagios y 130 muertos en 24 horas, y el país ya está en la "zona roja", con un límite a las reuniones de cinco personas.

Pero el veto que no frenó las protestas. En Varsovia, el lunes, según estimaciones, se manifestaron cerca de 250.000 personas. Y en Breslavia fueron alrededor de 60.000, con multitudinarios ecos en decenas de ciudades.

Morawiecki condenó las "barbaries y actos de vandalismo", afirmando que teme "una escalada de la tensión social". Y el vicepremier, Jaroslaw Kaczynski, fue todavía más beligerante al referirse a la acción de algunos grupos que entraron a iglesias e interrumpieron las misas en curso el domingo pasado.

"¡Llegó el tiempo en el que debemos saber decir 'no' a quien quiere destruirnos, defendamos a Polonia!", clamó el dirigente, y solicitó a "sus seguidores y simpatizantes a defender las iglesias, atacadas por primera vez en la historia de Polonia".

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La decisión de la Corte Constitucional, que impugna el recurso al aborto en los casos graves e irreversibles patologías del embrión, debería convertirse en ley y los hospitales ya comenzaron a enviar a sus casas a las mujeres que piden abortar y que se hallan en esa categoría.

"La nuestra es una lucha por la libertad -dijo Marta Lempart, una de las líderes de las manifestaciones-. La batalla del aborto es un símbolo. Queremos una Polonia que respete los derechos de todos. No nos asustan con el Ejército", señaló la activista. Según sondeos de opinión, el 69% de la población es favorable al aborto.

Agencias AP y ANSA