La tensión política entre Serbia y Kósovo alimenta la carrera armamentística en la región

La tensión política entre Serbia y Kósovo alimenta la carrera armamentística en la región

Las autoridades serbias se sienten presionadas tras la votación de la asamblea parlamentaria del Consejo Europeo para admitir a Kósovo como futuro miembro de la UE. Así, Belgrado ha anunciado que va a llevar a cabo un gran simulacro militar en la meseta de Pešter, en la frontera con Kósovo.

"Demostraremos que nuestro país no es un saco de boxeo, y que nadie nos humillará. Su vergüenza por todo lo que están haciendo en el Consejo Europeo y en la ONU durará para siempre", declara Miloš Vučević, ministro de Defensa de Serbia.

Tensión política y aumento de la desconfianza entre las autoridades de los países balcánicos

Las tensiones políticas en la región aumentan desde hace dos años. La guerra en Ucrania ha disparado la desconfianza en los Balcanes y ha desencadenado una carrera armamentística regional. A principios de esta semana, el primer ministro de Kósovo, Albin Kurti, anunció el refuerzo de los cuerpos de seguridad de Kósovo.

"En un momento en el que hay una guerra en Europa y amenazas a la seguridad, por parte de nuestro vecino del norte, hemos respondido duplicando el presupuesto militar y triplicando el presupuesto para armamento. Hemos comprado drones Bairaktar y misiles antitanque Javelin. Contamos con 1.852 nuevos soldados en los cuarteles, a los que se sumarán 600 nuevos reclutas este año", afirma Albin Kurti.

Según las normas de la ONU relativas a Kósovo, la seguridad del país está bajo el control de la KFOR, las fuerzas militares de la OTAN presentes sobre el terreno. Estados Unidos, Alemania, Turquía y el Reino Unido ven con buenos ojos el rearme de Kósovo.

Fuerzas para garantizar la seguridad en la región

"Consideramos que nuestra relación con las fuerzas de seguridad de toda la región es una relación importante que queremos desarrollar, y que sus prestaciones deben contribuir a la seguridad de la región. No consideramos específicamente los misiles Javelin como un arma ofensiva, sino como una herramienta defensiva", señala Rick Holtzapple, jefe adjunto de la misión de Estados Unidos ante la OTAN.

Kósovo compró drones Barjaktar a Turquía el año pasado, y misiles antitanque portátiles Javelin a Gran Bretaña en 2022. Otros 246 misiles Javelin, así como equipos de rastreo procedentes de Estados Unidos, están pendientes de entrega. Kósovo cuenta actualmente con unos 3.300 soldados. En 2028 deberían ser 5.000, y el Parlamento y el Gobierno están estudiando la introducción del servicio militar obligatorio.