‘No es una telenovela’. El jurado decidirá si el actor mexicano Lyle infringió la ley con puñetazo mortal

Los jurados deliberarán en breve sobre la suerte del actor mexicano Pablo Lyle por el puñetazo mortal propinado al automovilista Jesús Ricardo Hernández hace tres años. Y el video de vigilancia del encuentro, fotograma a fotograma, segundo a segundo, será clave para su decisión.

Los abogados exhortaron el lunes a los jurados a interpretar el clip de diferentes maneras.

Los fiscales instaron a los jurados a condenar a Lyle por homicidio involuntario, diciendo que el video muestra claramente que Hernández volvía a su auto después de bajarse en un cruce y reprender al cuñado del actor por su mala conducción. El joven Lyle, en plena forma, corrió hacia Hernández, de 63 años. Le dio un puñetazo. Hernández cayó al suelo, se rompió el cráneo contra el suelo y murió cuatro días después en el hospital.

“Este video no es una escena de telenovela. No es una escena de una película. No está ensayada. No es un guión. Es real”, dijo la fiscal Gabriela Alfaro a los jurados el lunes durante los argumentos finales. “Muestra que lo que sentía no era miedo. Era ira. No era necesario para protegerse a sí mismo ni a nadie en ese auto”.

Pero el abogado defensora del actor, en cambio, destrozó a Hernández como el instigador, comenzando con el hombre golpeando el lado del conductor del SUV de la familia Lyle, aterrorizando a los niños pequeños adentro. “Mirando el video, el señor Hernández está tratando de abrir la puerta”, dijo el abogado defensor Philip Reizenstein a los jurados.

Cuando Lyle salió, dijo el abogado, vio a Hernández alejarse y no tenía idea de si podría volver a su auto para tomar un arma. Fue una decisión de una fracción de segundo, tomada para defender a su familia, dijo. “Uno ve el video y decide si, para Pablo, esto era un papel que interpretar, si estaba actuando”, dijo Reizenstein.

Los abogados presentaron sus argumentos finales el lunes, preparando el escenario para que un jurado de Miami decida si Lyle es culpable de homicidio involuntario en un caso que ha cautivado al público en toda la Florida y América Latina. El jurado, compuesto por seis personas, volverá a deliberar el martes. Si es declarado culpable, Lyle enfrenta 15 años de prisión.

Su equipo de defensa terminó de exponer su caso el lunes, y el propio actor declinó subir al estrado en su propia defensa.

Lyle, de 35 años, era un actor veterano aunque todavía prometedor en México, protagonista de varias telenovelas de Televisa y de una serie policíaca de Netflix llamada Yankee” Pero aunque su carrera se descarriló, su notoriedad creció tras su fatal encuentro con Hernández en una calle de Miami el 31 de marzo de 2019.

Ese día, Lyle y su familia estaban en un SUV que los llevaba al Aeropuerto Internacional de Miami el 31 de marzo de 2019, después de unas vacaciones de 10 días visitando a la familia. Lo conducía su cuñado, Lucas Delfino, quien se equivocó de salida y le cortó el paso a Hernández mientras intentaba llegar a un carril izquierdo para dar una vuelta en U.

Hernández tocó el claxon, se puso detrás de Delfino en el cruce, se bajó y se acercó al SUV. Delfino se bajó y los dos discutieron brevemente, antes de que el vehículo empezara a rodar en la intersección porque no estaba en posición de estacionado.

Delfino corrió hacia el SUV, mientras que Lyle se había bajado para intentar detener el rodaje. Fue entonces cuando corrió hacia Hernández y le dio un puñetazo: en su entrevista con la policía de Miami, Lyle dijo después que estaba “ansioso”.

Los fiscales han restado importancia a las acciones de Hernández, diciendo que “simplemente” quería expresar su “descontento”, y el video no lo muestra tratando de entrar en el SUV. También señalaron que Hernández levantó las manos tratando de defenderse en la fracción de segundo anterior al puñetazo.

“No les digo que les guste que la víctima saliera de su auto, pero escucharon a los agentes [decir] que esto no fue un crimen, y que no puso las manos sobre nadie”, dijo el fiscal Shawn Abuhoff.

Pero el abogado defensor dijo que el estado estaba minimizando la agresión injustificada de Hernández, y señaló el testimonio de la esposa de Lyle de que los niños dentro del SUV estaban histéricos ante los golpes y maldiciones del hombre.

“Quieren pintar [a Hernández] de una manera particular porque no les gustan los hechos”, dijo Reizenstein.