Tarjeta roja para lápices labiales rojos

Elegantes, pero daniños: la revista alemana "Öko-Test" analizó los ingredientes de 18 lápices labiales rojos mate. El resultado es desolador. Ocho de los labiales fueron considerados "deficientes" y otros cinco, "defectuosos". Ni uno de los labiales testeados alcanzó el resultado "muy bueno" o "bueno".

La razón es que todos los 18 labiales analizados contienen dióxido de titanio, entre ellos también los seis productos de cosmética natural que incluyó la prueba.

Esta sustancia, que en los productos cosméticos se reconoce con el código CI 77891, está bajo sospecha de tener un efecto mutágeno (es decir, que altera el ADN) en caso de ingestión vía oral. A nivel europeo ya fue prohibido como aditivo alimentario.

En la cosmética, el dióxido de titanio aún se puede seguir utilizando. Pero, según los expertos, cada mordisco, cada lengüetazo hace que una parte se desprenda de los labios y vaya a parar al organismo. Por eso, consideran que el dióxido de titanio en los labiales es "riesgoso".

Y ese no es el único punto crítico: siete labiales contenían además el colorante amarillo anaranjado S, que está bajo sospecha de generar en personas predispuestas reacciones alérgicas como asma o dermatitis.

Tres de los labiales estaban coloreados con tartracina. En personas sensibles, esa sustancia puede producir irritaciones en la piel.

Que tres cuartos de los productos además contengan derivados del petróleo como parafina como grasa portadora solo enturbia más la situación.

Sobre todo porque en tres de ellos se detectaron hidrocarburos de aceites minerales (MOH), que pueden contener componentes cancerígenos.

"Esto no tiene por qué ser así. Hay alternativas naturales como cera de abeja, con la que se puede sustituir la parafina", señalaron los expertos.

Por eso recomiendan utilizar lápiz labial solo de vez en cuando y en ocasiones especiales. De esa manera se reducen, al menos, las sustancias dudosas que llegan al organismo.