Anuncios

Tarifas de estacionamiento ’imposibles’, facturas de restaurante desconcertantes: Tras los pasos de George Santos en Miami

Antes de que la historia de la vida de George Santos empezara a revelarse —sus espectaculares relatos sobre el estrellato en el voleibol universitario y su linaje en Wall Street le granjearon la reputación de ser quizá el mayor fabulador de Washington—, el congresista republicano no era más que un oscuro candidato que frecuentaba los restaurantes más de moda de Miami y se codeaba en el agua con los donantes de su campaña.

Lejos del distrito neoyorquino que ahora representa, Santos pasó varias noches en el lujoso hotel W South Beach. Comió en Nusr-Et en Miami, el restaurante de carnes propiedad del famoso chef conocido como “Salt Bae”. Le gustaba especialmente Miami Diner, en Miami Beach, un antiguo vagón restaurante con taburetes de bar y luces de neón que visitó en días consecutivos.

Al menos, eso es lo que sugieren los informes financieros de su campaña.

Pero a medida que varios detalles de la biografía de Santos se han ido desmintiendo y la recaudación de fondos y los gastos de su campaña han sido sometidos a escrutinio, el tiempo y el dinero que su campaña declaró haber gastado en el sur de la Florida también parecen tener omisiones.

Un estudio del Miami Herald sobre los gastos de Santos en la región plantea dudas sobre algunos de los reportes de su campaña y sobre lo que hizo exactamente aquí, aparte de celebrar una recaudación de fondos en un yate en Fort Lauderdale, como afirman los organizadores del acto.

El socio administrativo de un restaurante en el que la campaña declaró haber gastado más de $200 en días consecutivos dijo que no tenía recibos que coincidieran con las partidas de los informes de campaña.

Una estancia de $199.99 en el hotel de lujo W South Beach —donde las tarifas de las habitaciones suelen superar los $700 por noche— fue señalada por la organización sin fines de lucro Campaign Legal Center en una amplia denuncia ante la Comisión Federal Electoral (FEC) a principios de este mes como improbable, “salvo algún tipo de tarifa privilegiada privada que plantearía otras graves violaciones de la ley federal de financiamiento de campañas”.

Carmo Companies, una consultora de capital inmobiliario con sede en Nueva York, celebrará el miércoles la reunión sobre el sector inmobiliario de América Latina y Estados Unidos en el hotel W South Beach, situado en 2201 Collins Ave., en la imagen de arriba.
Carmo Companies, una consultora de capital inmobiliario con sede en Nueva York, celebrará el miércoles la reunión sobre el sector inmobiliario de América Latina y Estados Unidos en el hotel W South Beach, situado en 2201 Collins Ave., en la imagen de arriba.

Incluso los pagos en un estacionamiento público junto a la playa en Miami Beach, donde la campaña enumeró pagos tan pequeños como $3 y tan grandes como $100, fueron considerados desconcertantes por el departamento de estacionamiento de la ciudad.

Las aparentes discrepancias se suman al misterio de los vínculos de Santos con la Florida, donde sus reportes financieros de campaña sugieren que hizo varios viajes durante la misma y donde su empresa con sede en Nueva York, la Devolder Organization, está legalmente constituida.

“Quizá algunos de estos desembolsos no se produjeron en absoluto”, dijo Saurav Ghosh, director de la reforma del financiamiento de las campañas federales del Campaign Legal Center. “Esto plantea la pregunta: ‘Bueno, ¿cómo gastaron el dinero?’”.

Representantes de la oficina de Santos en el Congreso y un abogado que representa a Santos no respondieron a múltiples solicitudes de comentarios. Tampoco se pudo contactar con Nancy Marks, ex tesorera de su campaña.

Santos, quien ha admitido haber “adornado su currículo”, se ha esforzado por explicar completamente sus reportes de campaña, incluyendo cómo obtuvo el dinero para un préstamo personal de $700,000 a la campaña y si disfrazó los gastos enumerando docenas de artículos en $199.99, un centavo por debajo del umbral que exige que la campaña conserve los recibos.

Joe Murray, abogado de Santos, dijo en una declaración a CNN a finales de diciembre que la campaña de Santos cumplió la ley.

“Los gastos de campaña para los miembros del personal, incluidos viajes, alojamiento y comidas, son gastos normales de cualquier campaña competente. La sugerencia de que la campaña de Santos incurrió en algún gasto ilegal de fondos de campaña es, en el mejor de los casos, irresponsable”, dijo Murray.

Gastos ‘imposibles’

Desde su elección, los informes han sacado a la luz numerosas declaraciones falsas de Santos, como que su madre escapó a los atentados terroristas del 11 de septiembre y murió más tarde de un cáncer relacionado con ellos, que asistió al Baruch College en Nueva York y fue estrella en el equipo de voleibol, y que trabajó para Goldman Sachs y Citigroup.

Grupos supervisores como el Campaign Legal Center han empezado a investigar los informes financieros de su campaña, encontrando discrepancias y lagunas en sus registros sobre quién dio dinero a su campaña y a dónde fue a parar.

Esos informes de campaña sugieren que Santos viajó con frecuencia a la Florida entre principios de 2021 y su elección el pasado noviembre. Se alojó en hoteles de West Palm Beach, Orlando, Tampa, Melbourne y Miami.

Publicaciones en las redes sociales lo muestran asistiendo a eventos en todo el estado que se alinean con al menos algunos de los informes, incluido un foro para candidatos al Congreso del Partido Republicano en el resort Mar-a-Lago de Donald Trump en Palm Beach en febrero pasado.

Pero no está del todo claro por qué Santos pasó tanto tiempo en la Florida, donde su campaña declaró más de $17,000 en gastos.

Al intentar seguir los pasos de Santos, el Herald identificó múltiples reportes confusos de su viaje en octubre de 2021.

La campaña de George Santos declaró haber comprado comida en Miami Diner, en 919 Alton Rd., en días consecutivos de octubre de 2021, pero el socio administrativo dice que no hay recibos que coincidan con las cantidades indicadas por la campaña. El restaurante, fotografiado el 30 de enero de 2023, se ha convertido desde entonces en un lugar de gyros griegos y panadería.

El 13 de octubre, los archivos dicen que la campaña pagó una cuenta de $199.99 en Miami Diner, un restaurante en Ninth Street y Alton Road que está ahora cerrado. Pero el restaurante no tiene constancia de ningún cheque por esa cantidad, según su socio administrativo, Alex Karavias, quien dijo al Herald que revisó los recibos de ese día y dijo que ninguna mesa gastó más de $127.35, propina incluida.

“Incluso esa cantidad es superior a la de una cuenta típica en el Diner en aquella época”, dijo Karavias en un correo electrónico, aunque señaló que la cantidad sería “bastante razonable” si hubiera varias personas en la mesa.

Al día siguiente, la campaña de Santos declaró haber gastado otros $75.79 en el restaurante. Pero tampoco había cheques correspondientes a esa cantidad, dijo Karavias.

Karavias no sabía con certeza si Santos o algún miembro de su equipo de campaña comieron alguna vez en el restaurante, que ya ha cerrado y fue sustituido por un restaurante griego de gyros y panadería.

La campaña también informó de una serie de gastos de estacionamientos a partir del 13 de octubre de 2021 en Miami Beach que son difíciles de explicar.

Nueve pagos se efectuaron en 4621 Collins Ave., un gran estacionamiento público justo al norte de los hoteles Eden Roc y Fontainebleau.

Según las autoridades municipales, estacionarse ahí durante un máximo de 24 horas cuesta $20. Los vecinos de Miami Beach registrados pueden pagar $6. Las tarifas incluyen una tarifa de transacción de 35 centavos cuando se paga a través de una aplicación móvil.

Pero la mayoría de los pagos que Santos reportó no coinciden con esas tarifas. Eso incluye dos gastos de $99.99, uno de $75 y otros de $8, $4 y $3.

La directora de estacionamientos de Miami Beach dice que los gastos declarados por la campaña de George Santos en este estacionamiento en 4621 Collins Ave. no son posibles.
La directora de estacionamientos de Miami Beach dice que los gastos declarados por la campaña de George Santos en este estacionamiento en 4621 Collins Ave. no son posibles.

Esas cantidades son “casi imposibles”, dijo la directora de estacionamientos de Miami Beach, Mónica Beltrán.

“Son imposibles si hablamos solo de ese lote”, dijo.

Otros viajes de Santos por el sur de la Florida fueron difíciles de verificar.

Además de la estancia de $199.99, la campaña de Santos reportó dos estancias distintas en el W South Beach cuatro días después, una de $202.74 y otra de $514.02. Los representantes del W South Beach, propiedad de Marriott, no respondieron a la pregunta del Herald sobre si Santos se alojó realmente ahí o si los gastos declarados habrían sido posibles en el hotel.

Otros hoteles y restaurantes mencionados en los informes de Santos no respondieron a las solicitudes de verificación del Herald.

Entre ellos está Nusr-Et Steakhouse de Salt Bae, donde la campaña declaró haber gastado $300 el 15 de octubre de 2021.

Recaudación de fondos en un barco

La campaña de George Santos para el Congreso celebró una recaudación de fondos en 2021 a bordo de un yate atracado en el Marina Bay Yachting Center, en 2525 Marina Bay Dr., Fort Lauderdale, FL.
La campaña de George Santos para el Congreso celebró una recaudación de fondos en 2021 a bordo de un yate atracado en el Marina Bay Yachting Center, en 2525 Marina Bay Dr., Fort Lauderdale, FL.

Una escala de la campaña en el sur de la Florida que el Herald pudo confirmar fue en Fort Lauderdale, donde Santos celebró una recaudación de fondos en un barco en Marina Bay, un puerto deportivo de lujo en la bifurcación sur del New River.

Marc Goldman, empresario de Boca Ratón y ex presidente de Farmland Dairies, dice que ayudó a organizar el evento el 13 de octubre de 2021.

“Lo que recuerdo es que tuvo una buena concurrencia”, dijo Goldman, miembro de la junta de la Republican Jewish Coalition. “Estaba agradecido con todos los que le apoyaron. Quería hacer el bien al país”.

Los boletos de admisión general costaron $500, según un anuncio publicado en las redes sociales, y los asistentes abordaron un barco llamado “Longshot”; un aparente guiño a la situación de Santos, quien no era el favorito en ese momento.

Otro organizador, Derek Utley, quien reside en Palm Beach y trabajó anteriormente en un comité conjunto de recaudación de fondos que apoyó a Donald Trump, dijo que no recuerda gran cosa.

“No recuerdo los detalles de la misma y no he visto a George desde entonces”, dijo Utley en un mensaje en Twitter.

Un año después, el 9 de octubre de 2022, la campaña reveló una estancia en un Hilton de Miami, aunque publicaciones en las redes sociales indican que Santos estaba asistiendo a varios eventos en Long Island en ese entonces.

Ghosh, del Campaign Legal Center, dijo que era “un poco inusual”, pero factible que un miembro del personal de la campaña estuviera en la Florida mientras Santos estaba en Nueva York.

“En este momento tenemos muchas más preguntas que respuestas”, dijo.

¿Residente a tiempo parcial en la Florida?

Santos, de 34 años, tiene otros vínculos con la Florida.

Estuvo brevemente registrado para votar en Orlando en 2016. Dijo que cuatro personas de su empresa murieron en el tiroteo de la discoteca Pulse ese año, una afirmación de la que Santos se retractó más tarde después de que The New York Times informara que ninguna de las 49 víctimas parecía haber trabajado en ninguna de sus empresas.

Una pequeña empresa de inversión en la que Santos trabajó en Nueva York, Harbor City Capital, también tenía su sede en la Florida hasta que sus activos fueron congelados en 2021, cuando la Comisión de Bolsa y Valores (SEC) la acusó de dirigir un “esquema piramidal clásico”.

Y el congresista ha dicho que el dinero para su préstamo a la campaña de $700,000 provino de la compañía que formó en la Florida para conectar con personas adineradas que buscaban comprar y vender bienes como barcos y aviones.

En un intercambio en Twitter en diciembre de 2020, Santos también dijo que era residente a tiempo parcial de “Sunny Isle”, una aparente referencia a Sunny Isles Beach, la ciudad de rascacielos de lujo a lo largo de Collins Avenue.

“Soy residente a tiempo parcial de Sunny Isle y ME ENCANTA”, escribió Santos, en respuesta a un tuit que ya ha sido borrado. “¡A ti te encantaría! Quédate en Collins”, añadió.

El Herald no pudo verificar de inmediato si Santos había vivido alguna vez ahí.

La reportera de datos del Miami Herald Ana Claudia Chacín contribuyó a este artículo.