Con talento y diseño industrial rompen el molde de las máscaras

CIUDAD DE MÉXICO, junio 16 (EL UNIVERSAL).- Nunca antes en la historia de la lucha libre alguien se había atrevido a cambiar el modelo tradicional en la confección de la máscara de luchador hasta que apareció Makhia.

Y es que todos estamos acostumbrados al clásico mascarero que se encargaba de todo el proceso que implica realizar una capucha. Sin embargo, Makhia, diseñador industrial de carrera y sin contar con algún antecedente que lo ligue a las luchas, desde hace 4 años aceptó el reto de crear una máscara, junto a su equipo de trabajo.

Cada uno de los integrantes tiene una función en la cadena de producción: mientras Makhia se dedica a la cuestión creativa, Cris corta con tijeras o con ayuda de la cortadora láser —siendo la primera en introducir esta tecnología a la lucha libre— el material de los antifaces o aplicaciones que llevará el proyecto.

Luego, Eli cose las máscaras y por último "El Macha" realiza los acabados finales para que el producto quede terminado. Este gran equipo no sólo se especializa en crear capuchas, sino también equipos y presentaciones que han llegado a muchas partes del mundo.

Makhia ha hecho alianzas muy interesantes, una de ellas es la que actualmente tiene con Bendita Lucha Libre, con quien lanzó una línea de ropa y con ayuda del Dragón de la Red ha reforzado las redes sociales de ambas marcas.

Una de sus mayores fortalezas que tiene Makhia es que no tiene límites, ya que ha hecho realidad los diseños que sus clientes les han solicitado. Uno de ellos es Rugido, luchador profesional del CMLL, quien desde sus inicios ha confiado en este proyecto siendo su embajador en cada lugar que se presenta.