Tajon Buchanan, la carta disruptiva de Canadá que puede preocupar a Argentina
ATLANTA (enviado especial).- Las luces siempre apuntan a Alphonso Davies en Canadá. Se lo vio en la sala de conferencias de este miércoles, en el Mercedes Benz Stadium, donde la prensa canadiense quiso saber todo de su líder futbolístico, que contestó con parsimonia y hasta cierto desinterés. No es para menos, el flamante capitán de la selección es la superestrella consagrada con Bayern Munich, precoz talento que a los 23 años tiene cinco temporadas en la espalda y varios títulos, entre ellos una Champions League. Pero detrás del gran Alphonso, Canadian Soccer (la federación de fútbol de ese país) apuesta por la explosión de otro joven valor que acaba de hacer pie en un gigante europeo y sobre el que Lionel Scaloni deberá tomar recaudos si no quiere tener un dolor de cabeza en el debut de Argentina en la Copa América.
Se trata de Tajon Buchanan, que llegó a Inter en el mercado de enero, luego de arduas negociaciones con Brujas (el dueño de su pase). El club italiano dejó atrás a competidores como Aston Villa y Crystal Palace para fichar al extremo derecho al que le habían echado el ojo durante el Mundial de Qatar.
A los 25 años, por poco menos de 8 millones de euros, Buchanan se convirtió en compañero de Lautaro Martínez en el equipo nerazzurro, y aunque no sumó tantos minutos como se esperaba, fue parte del scudetto conquistado hace un mes.
Descendiente de jamaiquinos, Buchanan perdió a su padre cuando tenía siete años. Oriundo de Brampton, Ontario, comenzó a jugar al fútbol de niño en su ciudad hasta que entró en Mississauga Falcons, un centro en el que potenció sus cualidades.
A los 15 años, viajó con un amigo y el padre de este a Estados Unidos para seguir progresando: entró en un programa de desarrollo de la US Soccer Academy en Colorado, y poco más tarde ingresó en la Universidad de Siracusa. Los estudios eran tan importantes como el fútbol.
Fue entonces cuando apareció un personaje crucial en su vida: Bruce Arena. Exfutbolista, Arena no solo tiene una vasta trayectoria como entrenador, en la que se destaca su larga gestión al frente de la selección de Estados Unidos, sino que es un conocedor profundo del fútbol universitario y formativo a lo largo del gran país del Norte.
Arena detectó a Buchanan en el draft de 2019 y lo fichó para New England Revolution, equipo de la MLS. Entonces, la carrera profesional del extremo despegó. ¿Qué vio Arena en él? “Era muy joven, pero lo más evidente eran su técnica y su atletismo, que, combinados, son bastante poco comunes a ese nivel”, le contó a La Gazzetta dello Sport. “Es muy fuerte en el uno contra uno, le gusta superar en velocidad a sus adversarios y ha mejorado con las asistencias”, agregó.
A principios de 2022, llamó la atención de Brujas, de Bélgica, que lo compró en poco más de 6 millones. En el medio de una destacada temporada inicial, llegó el Mundial de Qatar, donde Buchanan tuvo destacadas intervenciones en los tres partidos de la selección de Canadá, que se reflejaron en algunas estadísticas fuera de lo común. Fue entonces cuando entró en escena Inter.
Según Vincent Mannaert, director deportivo de Brujas, hubo que trabajar mucho en el aspecto de la participación colectiva de Buchanan. Su aporte era solo individual. “Es rápido como un rayo. Es fuerte. Tiene ganas de ganar. El principal punto de desarrollo fue el aspecto táctico y la conectividad con sus compañeros de equipo”, dijo Mannaret a The New York Times, e hizo hincapié en lo que tardó en adaptarse al trabajo en conjunto. “Intentaba ganar cada lucha hombre a hombre sin estar realmente conectado con los otros 10 jugadores de su equipo”, dijo Mannaert. “Eso fue un reto para nosotros. Necesitábamos conectarle y ayudarle a aprender a leer los partidos. En el momento en que estuvo abierto a integrar toda esa información fue cuando floreció”.
Llegó a Milan como una apuesta para el sector derecho, en un esquema de 3-5-2 que requiere de mucho sacrificio. En Canadá, Jesse Marsch lo utiliza en su posición natural de extremo, aunque en un 4-4-2 que también lo obliga a retroceder para colaborar con Alistair Johnson, el lateral por ese lado.
Es, de todo el seleccionado norteamericano, el futbolista más disruptivo y acaso el único que puede generar ruido con una acción individual. Algo de lo que seguramente Scaloni y su cuerpo técnico ya habrán tomado nota.