Tahití ofrece un ambiente relajado para la segunda participación del surf en los Juegos Olímpicos

FOTO DE ARCHIVO. El Aranui 5, un crucero-carguero utilizado para alojar a surfistas olímpicos, cerca de Teahupo'o, Tahití, Polinesia Francesa

Por Lincoln Feast

TEAHUPO'O, Tahití, 23 jul (Reuters) - Tahití dio el martes la bienvenida a los Juegos Olímpicos de París de forma discreta. La idílica isla de la Polinesia Francesa dejó que su belleza natural y su ambiente relajado marcaran el tono de la segunda participación del surf a nivel olímpico.

Tahití, a unos 16.000 kilómetros de París, acogerá las pruebas de surf de los Juegos Olímpicos de París porque alberga una de las mejores olas del mundo y porque las playas de Francia suelen ser planas en esta época del año.

Los visitantes que llegaban al aeropuerto de la capital, Papeete, eran recibidos con carteles olímpicos, así como con canciones y música de ukelele, pero en otros lugares la presencia de los Juegos era mayoritariamente silenciosa.

A lo largo de la ruta que conduce a Teahupo'o, el lugar donde se practica el surf, entre montañas escarpadas y boscosas y una laguna de un azul resplandeciente, los carteles olímpicos se veían superados en número por los puestos de venta de pescado fresco, mangos y otras frutas.

"Hemos estado en Teahupo'o varias veces para ver las olas, para ver a los surfistas, pero obviamente hoy está bloqueado debido al gran evento", dijo el diseñador gráfico Meti Vukovic, que estaba con su familia disfrutando de un día en la playa a unos 10 kilómetros de Teahupo'o.

"Así que, por desgracia, no puedes acceder a ella a menos que tengas un pase".

"No sé mucho sobre el evento, sólo que es uno de los más importantes de Tahití. Creo que nunca antes se habían celebrado los Juegos Olímpicos en la Polinesia Francesa, al menos la edición de surf".

"Existe la competición anual Tahiti Pro, pero no se parece en nada a lo que está ocurriendo aquí", añade el australiano, afincado en Papeete desde hace cinco años.

En "The End of the Road", justo enfrente de la rompiente de surf, la infraestructura olímpica es más evidente, con puestos de control, zonas de aparcamiento y grandes tiendas blancas instaladas entre las casas de colores.

Aun así, los niños juegan en la playa y lanzan cañas de pescar, mientras los perros y las gallinas corren por los senderos de arena negra y los caminos de grava.

La mayoría de los surfistas y sus equipos de apoyo ya han llegado, algunos se hospedan en los mismos alojamientos familiares que utilizan para el Tahiti Pro anual.

Otros se alojan en un crucero híbrido llamado Aranui 5, que suele navegar entre las islas de la Polinesia Francesa. Está instalado en la laguna, a unos kilómetros de Teahupo'o, como pueblo flotante para los atletas olímpicos.

Ya están en marcha las sesiones de entrenamiento, en las que los surfistas tienen asignados tiempos específicos para perfeccionar sus habilidades mientras todos los demás permanecen fuera del agua, a diferencia de lo que suele ocurrir en las pruebas del circuito mundial.

Se habla mucho de las previsiones de surf para el periodo de espera, que va del 27 de julio al 5 de agosto, y la incertidumbre en torno a las condiciones significa que la competición podría estar muy abierta para los que persiguen la gloria olímpica.

"No lo sé, supongo que Kelly Slater", dijo Vukovic cuando se le preguntó por sus favoritos, sin darse cuenta de que el once veces campeón del mundo se había quedado fuera del equipo estadounidense.

"Vahine Fierro y Kauli Vaast", gritó su compañera tahitiana desde su toalla de playa, nombrando a las dos tahitianas locales que serán las principales esperanzas de medalla para el país anfitrión, Francia.

"Son increíbles. Aquí las adoramos".

(Reportaje de Lincoln Feast en Teahupo'o; edición de Peter Rutherford; editado en español por Benjamín Mejías Valencia)