Sus curvas eran rotundamente prohibidas en los colegios

Durante muchos años en la romántica juventud de una generación, los periodos educativos fueron matizados y formados por la presencia de bellas y curvilineas mujeres en las portadas de los cuadernos escolares.

La temporada empezaba con la compañía de los padres a comprar los materiales y con el pretexto de que eran “cuadernos de moda” y que durarían todo el año, la juventud se ensañaba con las más hermosas y cotizadas modelos del momento fotografiadas en diminutos bikinis.

Muchas de las rectorías en los colegios latinoamericanos hacen una anotación a pie de página en las listas escolares solicitando no comprar de este tipo de cuadernos ya que, según ellos, ocasionan la perdida de la atención en sus alumnos.