Surfistas y residentes de Tahití se preparan para el inicio de Juegos Olímpicos

El brasileño Joao Chianca surfea durante una sesión de entrenamiento antes del inicio de las competencias de los Juegos Olímpicos 2024 en Teahupo'o, Tahiti el martes 23 de julio del 2024. (AP Foto/Gregory Bull)

TEAHUPO'O, Tahití (AP) — Desde saltar sobre las olas a construir reductores de velocidad caseros en los caminos de tierra, surfistas, residentes y trabajadores olímpicos en la Polinesia francesa utilizan los últimos días antes del inicio de los Juegos Olímpicos para prepararse — y a la isla — para las competencias de surf.

Desde el amanecer toda esta semana se ha podido ver a los competidores remando hacia las famosas olas de Teahupo'o para aprovechar el acceso exclusivo a la zona y entrenar antes del inicio de las competencias que están programadas para la próxima semana. Toda la semana continuarán entrenando.

Durante las sesiones de entrenamiento previas al inicio de los Juegos, los participantes tienen la oportunidad de familiarizarse y redescubrir las únicas y gigantescas olas que son consideradas entre las más pesadas del mundo. Algunos de los competidores tienen experiencia previa en Teahupo'o.

Los propios surfistas aseguran que las olas han sido menores que las que tuvieron durante el evento en mayo del World Surf League Championship Tour. Pero el martes las olas comenzaron a crecer y les dio una probada de los afamados remolinos que son el sello de presentación de Teahupo'o.

Los surfistas remaron hacia las olas durante todo el día, según el horario que se le otorgó a cada equipo nacional. Muchos participantes oscilaron entre las olas con facilidad, otros fueron vistos abandonando las olas que golpearon contra los arrecifes.

Al regresar a la playa tras la sesión de entrenamiento de medio día, la australiana Molly Picklum indicó que los entrenamientos y las mejores condiciones del martes le ayudaron para prepararse mentalmente a la competencia.

“Siento que hoy están saliendo todos los nervios, lo cual es bueno... es un buen ensayo hoy sólo para poder pasar el precipicio”, indicó. “Los nervios y la emoción, todo se suma”.

Debido a que las previsiones cambian de día a día, los entrenamientos en los días previos al inicio de las competencias es un mejor indicador de lo que les espera a los deportistas y aficionados cuando inicie el evento la próxima semana. Las pruebas durarán cuatro días entre el 27 de julio y 5 de agosto, dependiendo de las condiciones de oleaje. Aunque las condiciones mejoraron el martes, no se sabe cómo estarán las olas cuando inicie la ventana de competencias.

Durante estos días de entrenamientos, los competidores —como la costarricense Brisa Hennessy y el brasileño Filipe Toledo — compartieron videos de sus entrenamientos y rutinas en redes sociales. Otros, como el estadounidense John Florence, publicaron imágenes pasando tiempo con sus compañeros y revisando su equipo.

Pero los surfistas no son los únicos preparándose para el inicio de las competencias. En todo Tahití, los trabajadores olímpicos se esfuerzan a todas horas para poner los últimos toques en las sedes olímpicas de playa. Palmas tejidas están siendo colocadas en las rejas como decoración, los equipos de construcción están colocando las gradas metálicas, además de carpas y sombrillas para dar un poco de sombra, así como un lugar para que los espectadores se resguarden de la lluvia.

Otros preparativos se pueden visualizar desde el mar, incluyendo la primera Villa Olímpica flotante en la que se hospedarán algunos surfistas, al igual que la torre de jueces que sobresale en el mar —que generó críticas de grupos ambientalistas y que posteriormente el Comité Olímpico Internacional redujo en tamaño.

En Teahupo'o, los residentes han pasado estos ventosos días preparando al pueblo para el flujo de nuevas personas: familias han limpiado la basura y desechos en los caminos de la playa, extendieron los horarios de servicio, construyeron topes de tierra y pintaron carteles con recordatorios para los visitantes.

“Maneje lento”, dice en francés uno de los letreros que fue clavado a una palma cocotera. “Vivimos aquí”.