La “superfruta” con más vitamina C que la naranja y efecto detox: seis beneficios y cómo se consume
Las naranjas son conocidas por ser una fuente importante de vitamina C, un micronutriente esencial para fortalecer las defensas del cuerpo y cuidar la piel. Sin embargo, existe otra fruta menos conocida que supera ampliamente esa cantidad de vitamina. Se trata de la acerola, un pequeño tesoro de la naturaleza oriundo de Centroamérica que ofrece múltiples beneficios para la salud.
Con una forma similar a la cereza y un sabor ácido que la distingue, esta pequeña fruta ha ganado popularidad en los últimos tiempos gracias a sus impresionantes beneficios para la salud. En ese sentido, se ha convertido en un recurso natural invaluable para prevenir infecciones, reducir la fatiga y desintoxicar el cuerpo.
Según National Library of Medicine, la acerola es una de las fuentes naturales más ricas de ácido ascórbico y contiene una gran cantidad de fitonutrientes como carotenoides fenólicos, antocianinas y flavonoides, que son antioxidantes naturales. Estos compuestos proporcionan una variedad de propiedades biofuncionales interesantes, como el efecto blanqueador de la piel, actividad antienvejecimiento y capacidad de revertir la resistencia a múltiples fármacos.
Las acerolas tienes hasta 20 veces más vitamina C que las naranjas
Este interés creciente ha llevado a un aumento en la investigación científica y la exploración de sus propiedades beneficiosas. Lo más sorprendente es su asombrosa concentración de vitamina C, que puede ser hasta 20 veces mayor que la de las naranjas. Según estos estudios, la fruta contiene entre 1500 y 4500 mg de ácido ascórbico por cada 100 g, lo que la convierte en una verdadera potencia en términos de contenido de vitamina C.
Por eso, países como Brasil han reconocido el potencial de la acerola y comenzaron a explotarla comercialmente, estableciendo un mercado estructurado de base agroindustrial. Este enfoque estratégico ha permitido aprovechar al máximo los beneficios de esta fruta única y llevarla a un público más amplio en todo el mundo.
Los beneficios de la acerola
La acerola, considerada una “superfruta”, ha despertado el interés de la comunidad científica y la industria farmacéutica debido a sus múltiples nutrientes positivos para la salud.
Reduce la fatiga: gracias a su alto contenido de vitamina C y otros nutrientes esenciales, la acerola puede ayudar a reducir la fatiga y mejorar los niveles de energía en el cuerpo.
Ayuda al sistema inmunitario: además de su abundancia de vitamina C, la acerola también ayuda al funcionamiento normal del sistema inmunitario. El consumo diario de 200 miligramos de vitamina C además de la ingesta recomendada, puede ser beneficioso, en especial durante y después de la actividad física.
Interviene en la formación del colágeno: la vitamina C también es necesaria para la formación del colágeno, un componente estructural clave de los huesos, la piel y los vasos sanguíneos. Consumir acerola puede contribuir a mantener la salud y la elasticidad de estos tejidos.
Brinda nutrientes esenciales: la acerola no solo es rica en vitamina C, sino que también proporciona otros nutrientes esenciales como hierro, calcio y fósforo.
Aporta de proteínas, grasas y vitaminas del grupo B: además de los nutrientes mencionados anteriormente, también aporta proteínas, grasas y vitaminas del grupo B, como la tiamina (vitamina B1) y la riboflavina (vitamina B2).
Regulan el humor: algunos componentes, como los fitonutrientes y las vitaminas del grupo B, están implicados en la síntesis de productos químicos del cerebro que desempeñan un papel en la regulación del estado de ánimo. Consumir acerola puede ayudar a mantener un equilibrio emocional saludable.
¿Cómo consumir la acerola?
La acerola también ayuda a controlar el peso, evitar la retención de líquidos y frenar el proceso de envejecimiento. Para aprovechar cada uno de sus nutrientes, los expertos aconsejan comer la fruta fresca y entera. Aunque en algunos países de Centroamérica acostumbran a utilizar las hojas secas para hacer tés, aprovechan la pulpa para hacer jugos y mermeladas.