Suecia aprueba una polémica ley que limita la difusión de información confidencial

Copenhague, 16 nov (EFE).- El Parlamento sueco aprobó este miércoles una polémica ley que implica un cambio constitucional que limitará el derecho a publicar información confidencial que pueda perjudicar las relaciones internacionales de este país nórdico.

La norma, que fue aprobada por 270 votos a favor y 37 en contra, introduce en el Código Penal nuevos delitos de espionaje y de revelación de datos secretos sobre cooperación internacional, castigados con hasta ocho años de cárcel en los casos más graves.

La controversia descansa en que esas mismas figuras delictivas se incluirán en la legislación sobre libertad de prensa y de impresión.

Eso implica que bajo ciertas circunstancias será punible revelar de forma no autorizada información confidencial que afecte a las relaciones internacionales suecas o que pueda perjudicar su relación con otro estado u organización supranacional.

La ley, que entrará en vigor el próximo 1 de enero, incluye excepciones en el caso de que la publicación sea defendible por motivos periodísticos o para desvelar ataques contra personas, algo que no ha contentado a los críticos.

Varios medios suecos, entre ellos las cadenas de televisión y radio pública, denunciaron que la nueva ley amenaza la democracia y la libertad de expresión.

"Es como abrir la caja de Pandora. Esto va a crear una enorme incertidumbre sobre qué se puede publicar y la gente va a acabar autocensurándose y sin atreverse a ser denunciantes", dijo hoy durante el debate parlamentario la diputada del Partido de Izquierda Jessica Wetterling.

Esta formación y el Partido de Medio Ambiente son las únicas que votaron en contra de la ley, después de que el Partido Liberal, ahora en el nuevo Gobierno de derecha, cambiase de postura.

El primer ministro sueco, el conservador Ulf Kristersson, defendió que los cambios son necesarios para mejorar la capacidad sueca de cooperar a nivel internacional y que no se trata de limitar el trabajo periodístico.

"Hace tiempo que nos advirtieron de una brecha en la legislación sueca que dificulta trabajar con otros países en operaciones internacionales. Por eso es razonable que si Suecia quiere ser parte de eso, tengamos las mismas leyes que otros países nórdicos", dijo Kristersson.

(c) Agencia EFE