Suben a 55 los muertos en el incendio de Maui y se intensifica búsqueda de víctimas

Imagen aérea de la localidad de Lahaina arrasada por un incendio, en Maui, Hawái, EEUU.

Por Marco Garcia

KAHULUI, EEUU, 11 ago (Reuters) - Los equipos de búsqueda de Maui rastrearán el viernes las ruinas calcinadas de Lahaina en busca de más víctimas del incendio forestal que arrasó la antigua capital del Reino de Hawái, y las autoridades esperan que haya más víctimas mortales que las 55 encontradas.

El infierno, que estalló el martes, redujo la pintoresca ciudad turística a montones de escombros humeantes, quemó 1.000 edificios y dejó a miles de personas sin hogar en lo que fue el peor desastre natural de la historia del estado de Estados Unidos.

Perros detectores de cadáveres de los estados de California y Washington ayudarán en la sombría tarea de recuperar restos humanos de las ruinas el viernes, mientras los bomberos trabajan para extinguir los focos de calor y los incendios más pequeños.

Según las autoridades, el incendio estaba controlado en un 80% en la noche del jueves.

"Entiendan esto: Lahaina Town es tierra sagrada en este momento", dijo el jefe de policía de Maui, John Pelletier, refiriéndose a los restos humanos que aún no se han recuperado. "Tenemos que sacarlos".

Además de buscar a los que siguen desaparecidos, las autoridades estaban elaborando un plan para alojar a los nuevos sin techo en hoteles y propiedades de alquiler turístico. La isla cuenta actualmente con cuatro refugios en funcionamiento para los desplazados.

Las autoridades también tuvieron que hacer frente a un problema generalizado de falta de electricidad y agua en toda la comunidad.

Los testigos del incendio que asoló Lahaina hablaron de su terror mientras el fuego consumía una ciudad en lo que a muchos de ellos les parecieron minutos. Algunos escaparon de las voraces llamas entrando al mar.

Miles de turistas y lugareños fueron evacuados de la parte occidental de Maui, que tiene una población anual de unos 166.000 habitantes. Los turistas acamparon en el aeropuerto de Kahului, a la espera de sus vuelos de regreso a casa.

Muchas más personas sufrieron quemaduras, inhalación de humo y otras lesiones.

"Hacía tanto calor a mi alrededor que sentía como si mi camisa estuviera a punto de incendiarse", dijo Nicoangelo Knickerbocker, un residente de Lahaina de 21 años, en uno de los cuatro refugios de emergencia abiertos en la isla.

Knickerbocker oyó explotar autos y una gasolinera, y poco huyó de la ciudad con su padre, llevando consigo sólo lo puesto y el perro de la familia. "Sonaba como si hubiera una guerra", dijo.

El gobernador Josh Green dijo que el alcance del desastre superaría al de 1960, un año después de que Hawái se convirtió en estado de Estados Unidos, cuando un tsunami mató a 61 personas en la Isla Grande.

"La reconstrucción de Lahaina llevará muchos años", dijo Green en una rueda de prensa.

La iglesia Waiola de Lahaina, de 200 años de antigüedad, fue una de las estructuras destruidas por el incendio, informaron medios locales. Según la página web de la iglesia, era el centro del cristianismo en Maui y el lugar de enterramiento de los primeros miembros de la familia real del Reino de Hawái.

El destino de otros tesoros culturales de Lahaina sigue sin estar claro. El histórico baniano de 18 metros de altura que marcaba el lugar donde se alzaba el palacio del rey hawaiano Kamehameha III en el siglo XIX seguía en pie, aunque algunas de sus ramas parecían carbonizadas, según un testigo de Reuters.

(Reporte adicional de Brendan O'Brien en Chicago; editado en español por Javier López de Lérida)