StopCovid, la app del gobierno francés para rastrear contactos de personas contagiadas de COVID-19

Los parlamentarios franceses votaron este miércoles en favor del lanzamiento de StopCovid, una aplicación para teléfonos móviles diseñada para ayudar a luchar contra la epidemia de coronavirus rastreando a las personas que han estado en contacto con contagiados.

Esta aplicación, cuya instalación es voluntaria, alertará automáticamente a todos los usuarios que hayan estado en “contacto prolongado” recientemente con una persona que haya dado positivo al virus, a menos de un metro y durante más de 15 minutos, para que se sometan a un test.

Utiliza la tecnología Bluetooth del teléfono (que permite a los dispositivos electrónicos dialogar a corta distancia), no la geolocalización.

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El Senado aprobó el texto por la noche, después de la Asamblea Nacional. Ninguno de los dos votos es vinculante, pero muy simbólicos para el gobierno.

La ministra de Justicia, Nicole Belloubet, insistió en las “garantías” de esta aplicación “temporal, de instalación voluntaria, que no identifica y transparente”.

La Comisión Nacional de Informática y Libertades (CNIL) dio el visto bueno el martes. Estima que StopCovid respeta la legislación sobre la privacidad, pero pide una evaluación regular y una información detallada para los usuarios.

La aplicación suscita debate incluso en el partido del presidente Emmanuel Macron.

En la oposición, la derecha francesa está dividida: “masivamente en contra” en la Asamblea, pero más bien a favor en el Senado. En la izquierda, los distintos grupos parlamentarios se oponen a ella.

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Varias organizaciones de defensa de las libertades en Francia se han posicionado en contra.

A diferencia de otros países, el gobierno francés ha optado por no pasar por las soluciones de los gigantes estadounidenses de la informática Google y Apple, y recurrir a una herramienta construida por investigadores del Instituto Nacional de Investigación en Informática y en Automática (INRIA).

Los desarrolladores tuvieron que buscar la manera de que la solución fuera compatible con el mayor número posible de teléfonos móviles, sobre todo los iPhone de Apple.