Starmer inyecta optimismo a su visión para Reino Unido pero quedan dudas sobre el proceso

Judith Mora

Liverpool (R.Unido), 24 sep (EFE).- Tras ser criticado por su tono catastrofista, el primer ministro británico, Keir Starmer, logró este martes proyectar una visión optimista para el Reino Unido en su discurso ante las bases laboristas, pero le faltó concretar medidas y despejar las inquietudes sobre su gestión, según algunos analistas.

Starmer pidió unirse en una "lucha compartida" por "la renovación nacional", que requerirá "decisiones difíciles" con la eventual recompensa de más riqueza y mejores servicios públicos, en su primera intervención en un congreso anual del Partido Laborista desde que llegó al poder el 4 de julio.

El jefe del Ejecutivo, que consiguió una mayoría absoluta tras 14 años de mandato conservador, prometió centrar su Gobierno en el servicio a los ciudadanos, basado en la honestidad, y devolver el respeto a la gente trabajadora.

Aunque algunas de las iniciativas que planea se aclararán en el presupuesto del 30 de octubre, la politóloga Sophie Stowers echó de menos que hoy hiciera más anuncios a corto plazo, a fin de marcar ese camino a seguir para llegar, en palabras de Starmer, "a la luz al final del túnel".

Misiones a largo plazo

Stowers dijo a EFE que, al subrayar sus "misiones a largo plazo" para reconstruir el Reino Unido, el líder laborista "parece estar ofuscando las medidas inmediatas", quizás, señala, porque no hay consenso sobre algunas de ellas, como por ejemplo la polémica restricción de las ayudas energéticas a los jubilados.

La investigadora consideró que, aunque su mensaje seguramente sirvió para arengar a los diputados, no abordó lo que, para ella, es "el elefante en la cacharrería", la reciente controversia por su aceptación y la de varios colegas, legalmente declarada, de regalos de donantes de la formación.

A su parecer, este asunto seguirá haciéndole daño si salen más ejemplos, debido a que él se presentó durante la campaña electoral como una persona ante todo honrada, y por tanto es susceptible a acusaciones de hipocresía.

"Cuando se tiene una base electoral tan dispersa, hay que evitar que este tipo de alegaciones calen entre el público", afirmó Stowers, en alusión al hecho de que los laboristas obtuvieron solo un 34 % del voto en los pasados comicios, aunque, por el sistema electoral británico, se quedaron con 411 de 650 diputados.

Para Greg Thwaites, del centro de estudios Resolution Foundation, los donativos aceptados, como ropa y gafas, "si bien pueden perjudicar algo su imagen, no son un ejemplo de corrupción". En su opinión, "la mayoría de los británicos se preocupará más de que resuelva los desafíos acuciantes".

Según estos expertos, también queda el interrogante de si el líder laborista podrá restablecer su autoridad en su oficina en Downing Street, después de varios días de filtraciones a la prensa de fuentes internas anónimas contra su jefa de gabinete, Sue Gray.

Los sindicatos, aliados

Después de casi 15 años de sentirse ninguneados por sucesivos Ejecutivos conservadores, los sindicatos británicos se mantienen fieles en general al Partido Laborista, que ellos fundaron a principios del siglo XX y que en buena medida aún financian.

El secretario general de la confederación sindical TUC, Paul Nowak, juzgó que Starmer demostró en su discurso que "está decidido a generar un cambio para las comunidades de todo el país" y "a mejorar las condiciones de trabajo".

"Los sindicatos estamos dispuestos a colaborar con él y su Gobierno para reparar y reconstruir urgentemente" el Reino Unido, agregó.

Nowak aseguró entender que el actual Ejecutivo deba abordar "el legado económico tóxico" de los conservadores, pero alertó de que "han de ser las personas con los hombros más anchos las que carguen con el mayor peso" en los ajustes del gasto.

Ni la lluvia ni las recientes polémicas consiguieron estos días aguar la fiesta a los casi 20.000 afiliados laboristas que se dieron cita en Liverpool, que no dejaron de celebrar su arrolladora victoria electoral.

Aunque el congreso concluye el miércoles, Starmer partirá este noche a Nueva York para asistir a la Asamblea General de la ONU, donde expondrá sus prioridades para Ucrania y el conflicto en Oriente Medio.

(c) Agencia EFE