‘La soprano calva’, una comedia del teatro del absurdo que no pasa de moda
En su afán de sorprender a su público con propuestas novedosas los actores Larry Villanueva y Alexa Kuve juntan fuerzas una vez más para presentar La soprano calva (1950), un clásico del teatro del absurdo, original de Eugene Ionesco (1909-1994), que ocupará el On. Stage Black Box del Miami-Dade County Auditorium a partir del 17 de noviembre.
La puesta en escena, dirigida por Villanueva y producida por Kuve, para Arca Images, cuenta con las actuaciones de Gilberto Reyes, Laura Alemán, Ariel Texidó, Claudia Tomás, Andy Barbosa y la propia productora.
¿Cómo surgió la idea de revivir el clásico?, ¿cuál es la vigencia del texto?, ¿cómo se concibió el montaje? Cuando ya faltan pocos días para la presentación la dupla respondió estas interrogantes a el Nuevo Herald.
Larry: La soprano calva fue la obra que marcó un punto de giro en mis inicios en el teatro. La que me abrió una puerta hacía dentro para comprender mi propio lenguaje. Aún más jóvenes que ahora y cuando Alexa y yo soñábamos con hacer teatro, le propuse una lectura de la obra y la atesoramos en secreto para un día interpretar juntos a los personajes de los Señores Martin. Pero no pude esperar y se la dirigí a mis alumnos del Arts & Minds con gran éxito.
Después de casi una década, Alexa me vuelve a proponer rescatar el viejo sueño y como todavía necesito regocijarme en el absurdo de Ionesco, sin importar atravesar su mundo como actor o como director, el entusiasmo de aquel adolescente marcado por aquella experiencia del primer encuentro con la obra volvió a saltar dentro de mí.
¿Podrías describir el argumento?
La soprano calva no tiene un argumento lineal. Pertenece al mundo onírico y al del vacío, pero como el teatro intenta ser espejo de nuestra existencia, la obra es un fragmento del reflejo de quienes somos. Para poder explicarlo pudiera ponerlo de la siguiente manera: los Señores Smith reciben una visita que resolverá unos asuntos cotidianos hasta que llega un bombero que lo pone todo patas arriba.
¿Qué fue lo que más te impresionó del texto?
Descubrí que tanto los personajes como nosotros mismos hablamos a menudo sin sentido y limitados por la palabra que no comunica nada. Seguimos entorpeciendo el silencio, que a veces es capaz de comunicar mejor una idea, solo por ‘decir algo’ y tal vez para quedar bien.
¿Recuerdas algún momento en especial?
La obra es un regalo para el actor y así es mi propuesta teatral. Los momentos más impactantes son aquellos en que los actores se comunican con el subtexto de las situaciónes y logran mover al público y hasta hacer reír.
¿Qué criterio seguiste en la selección de los actores?
El actor de esta obra debe estar dispuesto al juego y al ridículo. Debe tener tabla o cancha escénica, ritmo, y disfrutar la comedia escondida en el texto. También debe entregarse a la visión del director como si fuera un instrumento musical para hacer fácil la travesía de un texto difícil de encarnar. Más que en ninguna otra obra que he dirigido, aquí hago el papel de un conductor de orquesta que dirige una sinfonía que bien pudiera ser de Phillip Glass.
¿Primera vez que diriges al elenco?
Es la primera vez que dirijo a Gilberto Reyes y a Claudia Tomás, una joven cubana que acaba de llegar a nuestra ciudad y que se ganó un sitio en Arca después de su prueba para el papel de la Sra. Martin. Pero antes había trabajado con Andy Barbosa, Laura Alemán, Ariel Texidó y Alexa, quienes han demostrado la soltura necesaria para encarar la obra.
¿Qué puedes comentar sobre la puesta en escena?
Mi propuesta escénica es muy sencilla y funcional. A Ionesco lo marcó el teatro guiñol y de alguna manera se refleja en los personajes. Eso me inspiró a buscar en la estética actoral del cine silente que tiene un poco de ese elemento que provocó al autor. Ubico la obra a finales de La Belle Époque, antes de la Primera Guerra Mundial. Lo hago por una intuición muy personal del estilo de vida de aquel momento y porque el texto hace un guiño a la idea de que la clase burguesa e intelectual de la época, de alguna manera, fueron responsables de algunos horrores sociales. Aprovecho para reconocer la labor de William Vallenilla en la realización de la escenografía y la de Gema Valdés en el vestuario.
¿Cuál es la vigencia de la obra?
El absurdo sigue vigente tanto en la obra de Ionesco como en la actualidad. Un ejemplo, entre tantos otros absurdos que vivimos hoy en día, está en el intento de algunos activistas de transformar el idioma castellano sin previo aviso y así igualar los géneros masculino y femenino, poniendo ‘ellxs’ en lugar de ‘ellos’ o ‘ellas’.
¿Cuáles fueron los retos que plantea la obra a nivel de producción?
Alexa: El primer riesgo que tomé como productora fue la elección misma de la obra. Es una pieza muy difícil de abordar con la seriedad que esconde tras estos personajes que parecen hablar sin sentido. Vale recordar que Ionesco, cuando se refiere a La soprano calva, dice que es un drama. Sin embargo, el lenguaje y las situaciones que escoge para plantear el ‘drama de la incomunicación’ pueden llevar a la risa fácil y al ridículo por el ridículo.
¿Qué te ha aportado como actriz?
El gran reto de interpretar un papel de caracterización como la Sra. Smith es lograr que sea totalmente humano y creíble. Que sea una de esas señoras ‘raras’ que todos conocemos y no un personaje de cartón. Que actúe con total lógica aunque nadie pueda comprender lo que dice.
Otro gran desafío fue perder, una vez más, el miedo al ridículo. Entrar en el mundo inglés, de la casa inglesa y la cena inglesa sin autojuzgarme. Desprenderme del miedo a gustar o no gustar, a ser aceptada.
¿Por qué piensas que la obra gustará al público?
Si existe una cultura capaz de comprender el absurdo es nuestra cultura hispanoamericana. Hemos vivido el absurdo desde nuestros inicios. Nuestra historia está poblada de situaciones y personajes absurdos. Sabemos reírnos muy bien de nuestras desgracias y hablar en código. Estoy segura de que nuestro público entenderá a Ionesco y será parte de esta maravillosa aventura.
¿Algún plan para fin de año?
Cerramos el año con nuestra tradicional presentación de música navideña, en esta ocasión nuevamente contando con la participación de Raúl González. Para el 2023 estaremos presentando Tebas Land, bajo la dirección de Carlos Celdrán y la obra de este autor y director Hierro, sobre un pasaje desconocido de la vida de José Martí, además del clásico de Arthur Miller La muerte de un viajante, dirigido por Nilo Cruz.
‘La soprano calva’. Del 17 al 20 de noviembre, 2022. On. Stage Black Box del Miami-Dade County Auditorium 2901 W. Flagler Street. Jueves, viernes y sábado 8 p.m. / domingo 5 p.m. Entrada general $30 / Tercera edad, estudiantes y grupos (10+) $25.00 Taquilla (305) 934-5103 www.arcaimages.org . Funciones en español con traducción simultánea al inglés.