Casi con el sonido de la campana final, Bell y De la Cruz producen el estruendo de la victoria de los Marlins

Quizá las expulsiones eran el revulsivo que necesitaban los Marlins.

Cuando Jorge Soler y Skip Schumaker fueron echados del juego en la octava entrada no imaginaban que su equipo iba a responder con una fuerza tremenda para venir de atrás y vencer a los Rojos.

Miami (60-56) perdía 4-1 cuando el árbitro de la goma sacó del partido al slugger cubano y al manager, pero los peces mostraron su ofensiva de largo metraje para imponerse 5-4 el miércoles por la tarde con cuadrangulares de Josh Bell para empatar y de Bryan de la Cruz para irse arriba.

Todo sucedió en un abrir y cerrar de ojos, pero sirvió para salvar una gira que había comenzado de la peor manera posible con una barrida de tres desafíos en Arlington, Texas y que amenazaba con terminar en desastre si se dejaba escapar este partido en Cincinnati (60-57).

El batazo de vuelta entera para empatar fue el segundo de Bell en la jornada para convertirse en el primer jugador en la historia del club en batear un jonrón desde ambos lados del plato en el mismo partido, porque ya había pegado una conexión similar en la cuarta contra el abridor de Rojos Graham Ashcraft.

Como si fuera poco, el inicialista de 30 años ha alcanzado la base en los ocho partidos que ha jugado desde que debutó con los Marlins el 2 de agosto, además de conectar para .323 (10 de 31) con tres bambinazos, tres dobles, siete carreras impulsadas y cinco anotadas.

Igualmente, Bell se convirtió en el primer pelotero en la historia de los Marlins que, tras ser adquirido a mitad de temporada, logró cuatro hits en su debut con el equipo y ha alcanzado la base en múltiples ocasiones en tres de ocho choques.

El del miércoles fue su primer juego multijonrón de la temporada y el octavo de su carrera en las Mayores para justificar el cambio que se llevó a Garrett Cooper en busca de mayor consistencia en la inicial, para no hablar que le evitó a Johnny Cueto lo que parecía una derrota segura.

Cueto no puede considerarse parte de esos refuerzos y, sin embargo, virtualmente lo es tras perderse casi toda la primera mitad de la contienda, pero su presencia en el montículo ha tenido resultados mixtos en las aspiraciones de anclar la rotación con su presencia veterana.

En 27 entradas de faena, Cueto ha sido responsable de 17 carreras y siete jonrones, dos de ellos cortesía de Spencer Steer y Christian Encarnación -este con un corredor a bordo- en una cuarta entrada que en ese momento parecía sellar el destino de este encuentro a favor de los Rojos.

La expulsión de Soler por protestar un strike en la octava entrada y la del manager Schumaker por respaldar la queja de su slugger aumentaron ese sentimiento de que todo estaba perdido, pero Bell primero y De la Cruz posteriormente se encargaron de levantar la bandera de la victoria y hacer más llevadero el viaje de regreso a casa.

Y ahora, que vengan los Yankees.