“Somos expertos en leer etiquetas que son jeroglíficos”: un cambio en el Código Alimentario resuelve un reclamo de los veganos

Veganos en guerra
La resolución se publicó el martes pasado en el Boletín Oficial - Créditos: @Fast Company

Ir al supermercado, para Noelia Altamirano, de 41 años, madre de dos chicos y profesora de yoga, suele ser un dolor de cabeza. Desde hace 11 años es vegetariana y desde hace cinco, vegana. “Es una cuestión ética, no una restricción alimentaria”, explica. Para poder llevar una dieta libre de productos de origen animal, cada vez que va de compras, sale con una lista de códigos en el celular y una lupa en la cartera. Es la única forma que tiene para saber si los famosos INS, que detallan la composición de los alimentos, hacen que los productos realmente sean veganos.

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Así, se encontró con milanesas de soja que contienen huevo, y con caldos de vegetales que son pura sal y grasa. Por ejemplo, si entre los ingredientes (escritos en letra microscópica) aparece “e120″ significa que, por más que ese producto se señale como vegano, usó un colorante rojo que se obtiene de un insecto llamado cochinilla. O en la góndola de los vinos, no es simplemente elegir una botella, porque muchas bodegas utilizan clara de huevo como clarificante, y aunque después la retiran del producto, el proceso de producción dejó de ser vegano. Ni que hablar de las galletitas. Hace poco, Altamirano descubrió que una conocida marca, que la creencia popular dice que son libres de ingredientes de origen animal, en realidad contienen grasa bovina. “Ya somos expertos en leer jeroglíficos”, detalla.

Algo de eso debería empezar a cambiar porque hace dos días se publicó en el Boletín Oficial la incorporación de la denominación de alimento vegano al Código Alimentario Argentino. Ahora, a partir de la entrada en vigor de la nueva resolución que emitió el Ministerio de Salud de la Nación, todos los alimentos que se identifiquen como veganos deberán llevar en su envase un sello de alguna certificación oficial que garantice que ese producto lo es completamente, de acuerdo a los estándares internacionales.

En la práctica, explica Manuel Martí, fundador y presidente de la Unión Vegana Argentina (UVA), esto le va a simplificar la vida a las personas que tienen esta elección de vida. “Hoy la compra de alimentos es muy compleja, porque en la Argentina convive un pandemónium de sellos y signos sin ningún control. En otras partes del mundo ocurre lo mismo. Hace algún tiempo, nos convocaron del Ministerio de Agricultura para trabajar en la incorporación de definiciones al Código Alimentario. Y después de más de un año de trabajo con distintas entidades se llegó a un acuerdo. Y celebramos esta noticia”, explica. De hecho, la UVA será una de las certificadoras, ya que representa al sello V-label, uno de las principales a nivel mundial.

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Más cambios

Pero no será la única. Otro de los cambios que se espera, explica Martí, es que a partir de esta certificación oficial, los locales de venta de alimentos incorporen góndolas específicas donde se pueda encontrar productos veganos. “Hoy los supermercados, que tienen góndolas de mercaderías sin gluten, no tenían una de productos veganos porque realmente no se sabía si lo eran o no. Esperamos que a partir de este cambio en la legislación, comiencen a animarse. A nosotros nos simplificaría la vida”, señala.

La resolución incorpora el artículo 229 al Código Alimentario Argentino (CAA): “Los productos que no contengan ingredientes de origen animal y/o sus derivados (incluidos los aditivos y coadyuvantes) podrán consignar las leyendas ‘Solo con ingredientes de origen vegetal’, ‘100% vegetal’, ‘Hecho a base de plantas’, siempre y cuando los elaboradores e importadores acrediten ante la Autoridad Sanitaria competente en el marco de la autorización del producto tal condición”.

También se detalla que el término “vegano” queda reservado para los productos que “no contengan ingredientes de origen animal, sus derivados (incluidos los aditivos y coadyuvantes) y cuyos elaboradores e importadores acrediten ante los organismos nacionales competentes que sus procesos y sistema de gestión garantizan el cumplimiento de lo descripto anteriormente, los cuales podrán ser verificados por entidad con reconocimiento oficial”, señala la resolución. Estos productos podrán consignar en sus rótulos las leyendas: “Producto vegano” o “Alimento vegano”.

El término “vegetariano” queda reservado para aquellos que no contengan ingredientes de origen animal, sus derivados (incluidos los aditivos y coadyuvantes), excepto leche o productos lácteos, huevo o miel.

“Estimamos que hay unos cinco millones de veganos o vegetarianos en la Argentina”, dice Martí. En 2019, la UVA encargó una encuesta a la consultora Canter. El resultado indicó que el 9% dijo ser vegana o vegetariana. Un año después, en 2020, al repetir el sondeo, ya eran 12%. “No se midió entre menores de 18 años. Por eso, creemos que pueden ser muchos más, porque la mayoría de los veganos que hay en el país son adolescentes. Además, otro 12% dijo ser flexitariano. Es decir que redujo su consumo de carnes y productos de origen animal por razones ideológicas. “Esto está trayendo un gran mercado, por eso las autoridades entendieron que el segmento se tiene que regular”, señala.

“La Argentina es el país de la carne. Por eso, nos parece más revolucionario el cambio que se está produciendo. No tiene que ver solo con dejar de comer carne. La nuestra es una postura ética frente a todo proceso que implique el sufrimiento animal. No solo en la alimentación, sino también en la forma de vestirnos, de consumir, en los productos cosméticos, en la industria de la recreación, entre otras cuestiones”, indica Martí.