‘Sombras y luces’ lirismo y pasión en los poemas de Gloria Leal

¿Cómo escribir poemas sobre el tema universal de la fugacidad del tiempo y hacerlo llegar al público lector de una manera original? ¿Cómo revisar los famosos versos de Francisco de Quevedo que captan el dilema de vivir en el tiempo: “Soy un fue, un será y un es cansado”?

Portada de ‘Sombras y luces’. Libro de poemas de Gloria Leal.
Portada de ‘Sombras y luces’. Libro de poemas de Gloria Leal.

Sombras y luces, la bella colección de poemas de Gloria Leal, responde a estas preguntas con lirismo y pasión. Ya desde las dos citas que sirven como epílogo del libro, Leal recalca la relación de su poesía con la omnipresencia del tiempo y su fugacidad.

Invoca a Reinaldo Arenas quien no le perdona “a la vida la brevedad de la inocencia”; recuerda a Isaac Newton que declara que “el tiempo es una dimensión de la realidad espacial”. Gloria Leal, presa del tiempo, pero también, como Antonio Machado, poeta del tiempo, nos hace sentir profundamente ¡Cómo caen los años! / Sin pedir permiso. / Tan seguros e insolentes, y cómo somos El ayer, el hoy y el mañana. Y lo que seremos cuando ya no seamos.

Los mismos títulos de varios de sus poemas reflejan su enorme preocupación con el tiempo y evocan momentos como “Fue tiempo”, “Ayeres”, “27 de mayo”, “Presente”, “Otros tiempos”, “Tiempo del uno”, “Los interrogantes del tiempo”, “Las horas”, “Hoy”, “Otra tarde azul”, “Tiempo de espera” y “Los años”. Al reflexionar sobre tantos momentos pequeños y grandes, no puede dejar de preguntarse si uno es dueño del tiempo, o el tiempo es dueño de uno.

Poema
Poema

Este sentido de la ambivalencia reforzada por la palabra “o” y la presencia de dos opciones vitales define gran parte de los poemas de Sombras y luces que se caracterizan por una angustia teñida de profunda nostalgia ante el pasar del tiempo y también por una celebración de lo vivido. Leal plantea que el tiempo es un mago que se proclama vencedor o vencido, según gane en luz o pierda en las sombras y nos da numerosos ejemplos para justificar las dos posibilidades. La poeta invoca claramente la luz o la esperanza de detener el tiempo cuando proclama el deseo de abandonar relojes, vivir sin horario y volver al almanaque sin fecha y al reloj, sin tiempo ni manillas. Pero también reconoce la existencia de las sombras al describir los calendarios vencidos y al cantar a los amigos que son y no son. Ya no son los que fueron / Se van, se fueron y nos iremos. Entre los artistas a quienes rinde homenaje y que han muerto, destaca su bello homenaje a la escritora Rosario Ferré, “puertorriqueña universal”.

Para aliviar la sensación abrumadora de la desaparición del tiempo que se poetiza continuamente en sus versos, Leal relaciona el tiempo con la creación de la poesía. Al presentar de manera lírica e intimista su visión del mejor de los tiempos, describe cómo éste no solo Fue el tiempo de querer robarle tiempo al tiempo y de creer que no hay tiempo ni finales, sino también Fue tiempo de vivir la poesía.

Dibujo y texto del libro 'Sombras y luces' de Gloria Leal.
Dibujo y texto del libro 'Sombras y luces' de Gloria Leal.

Si van pasando y desapareciendo los minutos y los queridos seres humanos, lo que perdura es la poesía misma, poesía que nace de una soledad que se nutre de sí misma y se esconde para escribir. No es de sorprender que estos versos se encuentren en el primer poema de la colección con el título “Escribo”, situando así en primer plano tanto el yo poético como el acto de creación. Al celebrar la poesía y lo que su ética es capaz de recrear — La belleza de la verdad. La belleza de la justicia. / La belleza de la juventud. / La belleza de la sabiduría. — Leal asimismo celebra La belleza de la arruga de una larga vida plena. En el proceso, logra trascender el peso del tiempo y la vejez y reconocer que ella es el principio y el final, la fuga y el encuentro.

A lo largo de Sombras y luces, hallamos poemas largos de varias páginas, poemas cortos de unos cuantos versos, dualidades, anáforas, juegos de palabras, ejemplos de la metonimia y del oxímoron, demostrando así la facilidad de Leal de servirse de distintos recursos poéticos. Sombras y luces también cobra originalidad y frescura por el uso constante de imágenes asociadas con las matemáticas que no solo repiten el juego de dualidades, sino que también nos hacen pensar en todo lo que sumamos, restamos, multiplicamos o dividimos. Los dibujos hechos por la poeta que acompañan Sombras y luces, añaden, a su vez, un elemento visual a la variedad de imágenes que presenta Leal.

Uno de los dibujos del libro 'Sombras y luces' de Gloria Leal.
Uno de los dibujos del libro 'Sombras y luces' de Gloria Leal.

Al tono intimista de la mayoría de los poemas que evocan desengaños amorosos, celebraciones y fallecimientos de miembros familiares —entre ellos, el retrato conmovedor del “caminar lento” del padre de Leal—Sombras y luces también añade una dimensión más universal a medida que incluye Un canto al amor, a la justicia, a la vida de aquellos olvidados. Entregados. Fusilados y a la mirada de aquellos que ya no ven.

No falta la imagen de Cuba, su país natal a la cual quisiera poder regresar, fragua y yunque que sueña futuros y el dolor que siente ante el recuerdo de treinta años de esperanza. Tampoco falta su reflexión sobre un mundo mejor donde era posible convertir la tierra en vías de comunicación cuyas palabras se entendieran y su toma de conciencia de la imposibilidad de dicha visión ya que se había equivocado de planeta. A pesar de este tono pesimista sobre el mundo actual, el libro de Gloria Leal sirve como vía de comunicación cuyas palabras sí se entienden y crean enlaces entre las personas por su espíritu tan humano y sentido. Sombras y luces hace que el paso inexorable del tiempo y la soledad que ése suscita se alivie por la existencia y compañía de esta bella colección de poesía.

Linda Gould Levine es Profesora Emérita, Montclair State University. Directora de Cruzando Caminos Grupo Teatral.