Somalia celebra elecciones presidenciales muy esperadas tras varias demoras

Mogadiscio, 14 may (EFE).- El presidente saliente de Somalia, Mohammed Abdullahi Mohammed Farmaajo, busca este domingo un segundo mandato en unas elecciones tan decisivas para el país como esperadas, tras haberse postergado durante más de un año.

"Las elecciones del domingo son, sin duda, un hito. El camino para llegar aquí ha sido increíblemente complicado y prolongado, y en ocasiones todo el sistema estuvo en riesgo de ruptura", declaró a Efe Omar Mahmood, experto de International Crisis Group (ICG).

Los 329 legisladores de las dos cámaras del Parlamento de Somalia elegirán este domingo al próximo presidente del país en la zona blindada del aeropuerto internacional de Mogadiscio, bajo unas estrictas medidas de seguridad para impedir atentados.

La votación pospuso varias veces desde 2021 por disputas políticas, discrepancia entre clanes y acusaciones de irregularidades, que retrasaron también los comicios para escoger a los 54 miembros del Senado y los 275 diputados de la Cámara Baja.

Este estancamiento generó la indignación de los socios internacionales de Somalia, que exigieron en repetidas ocasiones que el país cumpla sus calendarios electorales, así como la amenaza del Fondo Monetario Internacional (FMI) de retirar su apoyo si no se celebran los comicios presidenciales antes del 17 de mayo.

En un comunicado emitido este miércoles, la Unión Africana, la ONU, la Unión Europea, Estados Unidos y otros países e instituciones aliadas de Somalia instaron al país "a concluir esta etapa final del proceso electoral de una manera rápida, pacífica y creíble".

"No existen justificaciones para más retrasos", zanjaron los socios internacionales.

NÚMERO RÉCORD DE CANDIDATOS

Un total de 39 candidatos -cifra récord para el país- se han registrado para concurrir en las elecciones, entre los que destaca Farmaajo, que busca un segundo mandato de cuatro años.

"La continuidad es una oportunidad para mantener la política transformadora y las reformas de prestación de servicios exitosas de mi gobierno para el pueblo de somalí, que comenzaron en 2017", afirmó el presidente saliente este jueves durante la exposición de su programa electoral ante una sesión conjunta del Parlamento.

"La seguridad, las reformas económicas, la buena gobernanza y la prestación de servicios públicos siguen siendo mis principales prioridades", agregó el jefe de Estado saliente.

Farmaajo, que llegó al poder en 2017, ha incumplido su promesa de organizar los primeros comicios con sufragio universal desde 1969 y se ha repetido la fórmula de un sistema de voto indirecto basado en clanes, del que emana el Parlamento que elige al presidente.

Tampoco ha podido acabar con el grupo yihadista Al Shabab, a pesar de que en su discurso de investidura aseguró que ése sería uno de sus objetivos principales.

Su mandato caducó en febrero de 2021, pero la Cámara Baja del Parlamento aprobó una extensión de dos años, desencadenando tensiones políticas con enfrentamientos de los soldados fieles a su Gobierno ante facciones opuestas a él.

Desde entonces, el escenario político se ha caracterizado por la rivalidad del presidente y su primer ministró, Mohamed Hussein Roble, que acusó a Farmaajo de intentar interrumpir las elecciones.

En estos comicios también compiten el ex primer ministro Hassan Ali Khaire (2017-2020) y los expresidentes Hassan Sheikh Mohamud (2012-2017) y Sharif Sheikh Ahmed (2009-2012), entre otros.

La única mujer que ha presentado su candidatura es la parlamentaria Fawzia Yusuf Haji Adam, que de 2012 a 2014 trabajó como ministra de Asuntos Exteriores.

"Hay un número récord de candidatos, lo que indica que la competencia será dura. La oposición se ha unido contra Farmaajo", quien "enfrentará una batalla cuesta arriba", dijo a Efe Mahmood.

LA AMENAZA TERRORISTA Y OTROS DESAFÍOS

Las elecciones tendrán lugar en un hangar en el aeropuerto internacional de Mogadiscio, donde ha declarado un toque de queda la Misión de Transición de la Unión Africana en Somalia (ATMIS, en sus siglas en inglés), a cargo de la protección del recinto.

Este miércoles, un atentado suicida contra un puesto de seguridad del aeropuerto capitalino -donde se concentran oficinas de la ONU y embajadas de la comunidad internacional- puso en evidencia la necesidad de reforzar la seguridad del proceso electoral.

Las autoridades somalíes confirmaron cuatro muertos, si bien un policía aseguró a Efe que murieron al menos seis personas.

El aplazamiento de las elecciones ha supuesto una distracción respecto a problemas del país, como la lucha contra Al Shabab, que rechaza los comicios y quiere instaurar un Estado islámico de corte wahabí (ultraconservador) en Somalia.

Además de cometer frecuentes atentados en la capital somalí, Al Shabab -que se adhirió a la red Al Qaeda en 2012, controla áreas rurales del centro y el sur del país.

El nuevo presidente somalí también tendrá que lidiar con la peor sequía que sufre el país desde hace cuarenta años.

Unos 7,7 millones de somalíes -de una población total de unos 17 millones- padecen inseguridad alimentaria por la sequía, según advirtió este viernes la Autoridad Intergubernamental sobre el Desarrollo (IGAD), bloque de ocho países de África oriental.

Somalia vive en un estado de conflicto y caos desde que en 1991 fue derrocado el dictador Mohamed Siad Barre, lo que dejó al país sin Gobierno efectivo y en manos de señores de la guerra y milicias islamistas.

(c) Agencia EFE