“Sin precedentes”: la salida de Biden marca un momento histórico en la presidencia estadounidense

Biden abordando el avión presidencial (AP Photo/Manuel Balce Ceneta)
Biden abordando el avión presidencial (AP Photo/Manuel Balce Ceneta)

Hace más de cinco décadas, el 31 de marzo de 1968, el presidente Lyndon Johnson sorprendió a los televidentes estadounidenses cuando anunció que no se postulaba para la reelección. La noticia se produjo en medio de crecientes divisiones políticas sobre la guerra de Vietnam y la caída de los índices de aprobación.

Desde entonces, ningún presidente en ejercicio elegible para postularse nuevamente ha renunciado a buscar un segundo mandato, hasta el domingo.

Ese día, el presidente Joe Biden anunció que se retiraría de la carrera presidencial, tras meses acumulando preocupaciones demócratas sobre su edad y las posibilidades de derrotar a Donald Trump.

La mayoría de los estadounidenses hoy en día no habían vivido algo así. Antes de Johnson, en febrero de 1952, Harry Truman decidió renunciar al otro mandato al que podría haber optado. Calvin Coolidge, James Polk, James Buchanan, Rutherford Hayes y Theodore Roosevelt también se negaron a postularse a otro mandato, aunque eran elegibles.

Sin embargo, ningún presidente en la era moderna se ha retirado de la carrera tan cerca de las elecciones, sobre todo después de ganar las primarias, según dijeron historiadores presidenciales y politólogos a USA TODAY.

“No tiene precedentes”, dijo Barbara Perry, académica de estudios presidenciales de la Universidad de Virginia.

La presión para que Biden se hiciera a un lado creció después de un desastroso debate con su oponente, el expresidente Trump, una situación que lo ayudó a decidirse solo 107 días antes de que los votantes acudan a las urnas. Biden tardó mucho más en decidir que los precedentes más cercanos del siglo XX, meses más tarde una vez iniciado el proceso.

“Nunca antes habíamos tenido a un candidato que se retirara voluntariamente tan tarde”, dijo Shannon B. O'Brien, profesora de la Universidad de Texas que estudia la presidencia estadounidense, quien también señaló la posibilidad de que esa decisión conduzca a una inusual convención abierta para los demócratas.

La decisión de Biden se produjo tan solo ocho días después de que Trump sobreviviera a un intento de asesinato el 13 de julio en un mitin en Pensilvania, un hecho que enturbió aún más la que ya era una de las elecciones presidenciales más tensas de Estados Unidos en décadas.

Un hombre sosteniendo un cartel que muestra su agradecimiento al presidente estadounidense Joe Biden, en la Avenida Pensilvania frente a la Casa Blanca en Washington, D.C., el 21 de julio de 2024.
Un hombre sosteniendo un cartel que muestra su agradecimiento al presidente estadounidense Joe Biden, en la Avenida Pensilvania frente a la Casa Blanca en Washington, D.C., el 21 de julio de 2024.

Si bien las circunstancias y los tiempos diferían mucho para los presidentes anteriores que se hicieron a un lado, los historiadores señalan que después de que Truman y Johnson decidieran no postularse para la reelección, los partidos contrarios ganaron las siguientes elecciones presidenciales.

Johnson asumió la presidencia después del asesinato del presidente John F. Kennedy en 1963. Ganó un mandato completo un año después, en 1964. Pero en 1968, la guerra de Vietnam había alimentado la división en Estados Unidos y su popularidad se había desplomado.

La esposa de Johnson, “Lady Bird” Johnson, le dijo al historiador presidencial Michael Beschloss que “se sentía tan desgarrado que no estaba seguro de si permanecería en la carrera presidencial o se retiraría hasta el momento en que comenzó a dar su discurso televisivo en el Despacho Oval el 31 de marzo de 1968”, contó Beschloss el domingo en las redes sociales.

Después de que Johnson anunciara que no se postularía para la reelección, el vicepresidente Hubert Humphrey y Robert F. Kennedy emprendieron una reñida contienda por la nominación. Pero Kennedy fue asesinado después de ganar las primarias de California y la convención se celebró con las tensiones a flor de piel. Afuera los manifestantes se enfrentaron con la policía de Chicago mientras dentro los delegados nominaban a Humphrey. Fue una decisión tomada con el apoyo de los líderes del partido y la discordia sobre el proceso ayudó a cimentar el sistema de elección de candidatos mediante las primarias.

Sin embargo, Johnston había dado un paso atrás cuando la carrera presidencial estaba en una etapa más temprana, no cerca del final del proceso de nominación, dijo Philip J. Crowley, ex profesor de la Universidad George Washington y ex subsecretario de Asuntos Públicos del Departamento de Estado de Estados Unidos.

Eso significa que había más tiempo para seleccionar a otro candidato del que hay ahora, confirmó Susan Liebell, profesora de Ciencias Políticas en la Universidad de Saint Joseph en Filadelfia.

A pesar de ese margen de tiempo, Humphrey perdió ante Richard Nixon ese otoño.

El siguiente ejemplo más reciente fue el presidente Truman. Tomó el relevo de Franklin D. Roosevelt en 1945. Sus dolencias lo llevarían a la muerte poco después. Truman ganó la reelección en 1948 y podría haberse postulado para otro mandato completo en 1952, pero para entonces sus índices de audiencia habían caído por diferentes razones, incluidos los desafíos de la Guerra de Corea.

El 29 de marzo de 1952, Truman anunció que no se postularía. En cambio, el gobernador de Illinois, Adlai Stevenson, se postuló y perdió ante Dwight Eisenhower, el célebre general de la Segunda Guerra Mundial.

Junto con los presidentes Coolidge, Polk, Buchanan y Hayes, George Washington y Thomas Jefferson se negaron a postularse por tercera vez mucho antes de 1951, cuando la 22ª Enmienda agregó un límite de dos mandatos.

Los historiadores dicen que debemos ver el lugar de Biden en la historia a través de la lente del panorama político sin precedentes de hoy, que se encuentra plagado de profundas divisiones y crecientes preocupaciones sobre la democracia estadounidense y temores de que la nación se deslice hacia la autocracia.

A pesar de la incertidumbre que crea la decisión del actual presidente, algunos expertos dijeron que probablemente fue dolorosa y difícil, tomada en contra de los propios intereses e instintos de Biden.

“Creo que la nación debería parar un momento y darse cuenta de la magnitud de la decisión que tomó el presidente Biden por el bien de su país”, aconsejó Jon Meacham, el historiador presidencial, en MSNBC, quien dijo que conoce personalmente a Biden, pero que no es demócrata.

A pesar de eso, deja a los demócratas luchando por esclarecer los próximos pasos antes de celebrar su propia convención. Los demócratas han pasado por 15 convenciones negociadas, pero solo seis de ellas han dado como resultado una victoria presidencial, según Laura Ellyn Smith, historiadora presidencial de la Universidad de Oxford.

“Antes de 2024, se ponía en duda la importancia de los debates y las convenciones nacionales”, dijo. Ahora, “por primera vez desde el tumultuoso verano de 1968, Estados Unidos se enfrenta a una convención demócrata sin un candidato victorioso y aprobado en el sistema de primarias”.

Y agregó: “tendremos que ver qué nos depara la convención demócrata”.

Esa convención comienza en un mes. De nuevo, será en Chicago, y una vez más, hará historia.

Chris Kenning y Darren Samuelsohn

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