¿Qué significaría una victoria de Trump para las relaciones UE-China?
Los últimos sondeos muestran al candidato republicano Donald Trump y a su rival demócrata Kamala Harris codo con codo en la carrera del 5 de noviembre por la presidencia de Estados Unidos, y Europa se prepara para todos los escenarios y consecuencias posibles.
Según investigadores y analistas políticos consultados por 'Euronews', es probable que una victoria de Trump signifique menos previsibilidad, menos cooperación con aliados globales como la UE y más tensiones comerciales con China.
"Europa debería esperar más aranceles, sanciones y presiones para desvincularse de China", dijo a 'Euronews' en una entrevista Ceren Ergenc, investigadora del Centro de Estudios Políticos Europeos, "pero la principal diferencia podría ser cómo aplicarán las medidas los dos aspirantes presidenciales". "La Administración Harris perseguirá una forma más institucionalizada de hacer las cosas, mientras que una Administración Trump lo hará de una manera más personalizada", dijo Ergenc.
El expresidente Trump ya ha amenazado con imponer aranceles a las importaciones europeas, ha cuestionado los compromisos de la OTAN en caso de invasión rusa e incluso ha amenazado con recortar la financiación estadounidense a una Ucrania devastada por la guerra. Sin embargo, la postura de Trump sobre China es menos predecible, dados sus comentarios contradictorios sobre Taiwán, los líderes de Pekín y las políticas comerciales e industriales.
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A finales del verano, el candidato republicano sopesó su relación con el presidente chino Xi Jinping durante una entrevista con 'Fox News', afirmando que no había "mayor crítico de China que yo". "Pero yo respetaba a China y respetaba al presidente Xi y tenía una gran relación con ellos", añadió Trump, previendo una buena relación con el país en el futuro.
La vicepresidenta Harris, por su parte, ha reafirmado el apoyo de EE.UU. a Taiwán en declaraciones anteriores y se ha mostrado más tajante en cuanto al respeto de los derechos humanos en China.
Con Harris, "veremos una continuación de lo que ocurrió con Biden, lo que significa más coordinación, más intercambio de información y más alineamiento de políticas, lo que es tanto positivo como negativo", dijo Francesca Ghiretti, directora de investigación de RAND Europe, afirmando que Harris sería una aliada conocida y cercana, pero también una a la que a veces le cuesta alinearse con Europa.
Para Mario Esteban, la posición de EE.UU. no afectaría a la postura de la UE en materia de derechos humanos en China, aunque sí dejaría al bloque más aislado globalmente, y también tendría implicaciones comerciales. "En teoría, una Administración Trump sería menos geopolítica que una Administración Harris y lo llevaría todo mucho más al terreno del proteccionismo económico", dijo Esteban, analista senior del think tank español Real Instituto Elcano. La oposición de Trump a la agenda del cambio climático también podría reforzar la posición de los europeos escépticos sobre el propio acuerdo ecológico de la UE, cree Esteban.
Grupo de trabajo de la UE "a prueba de Trump"
Un grupo de trabajo de la Comisión Europea ha analizado en los últimos meses los escenarios postelectorales en EEUU y sus implicaciones para Europa, incluida una posible escalada de tensiones entre Pekín y Washington.
Desde 2016, cuando Trump fue elegido presidente por primera vez, las relaciones de EE. UU. con China se han deteriorado, pasando a un enfoque de "patio pequeño, vallas altas": restricciones duras en un pequeño número de tecnologías con un potencial militar significativo, junto con intercambios económicos normales en otras áreas. Pero China es, después de Estados Unidos, el segundo socio comercial de la UE, por lo que no será fácil para Bruselas ponerse dura con el gigante asiático, aunque aumente la presión estadounidense.
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"Habrá resistencia por parte de Europa porque hay muchos actores en el lado de la UE, incluso dentro de la UE no hay consenso entre las instituciones sobre esta cuestión del desacoplamiento frente al des-riesgo [reducir las dependencias y vulnerabilidades críticas del bloque]", dijo Ergenc. En los últimos años, China ha sido a la vez competidor económico, socio y rival sistémico de la UE; a pesar de las crecientes tensiones, ambos son muy dependientes económicamente entre sí.
"Una victoria de Trump significaría que en algunos casos Europa tomaría medidas para mejorar las relaciones con China, siendo Alemania el caso más claro, pero en otros simplemente presionaría por una autonomía estratégica", dijo a 'Euronews' Alicia García Herrero, investigadora senior del think tank Bruegel, con sede en Bruselas. En 2023, el comercio de la UE con China ascendió a un déficit de 292.000 millones de euros, con equipos de telecomunicaciones y maquinaria eléctrica entre los bienes más importados.